Apadrina un teatro



Fuente: Laura Caso (elmundo.es)
"Resistir manteniendo la fe", dice Nina, un personaje de 'La gaviota' de Chéjov. Ver la solución pero sin renunciar a la esencia propia para alcanzarla. Algo así predican (con el ejemplo) desde la Sala Guindalera de Madrid, un pequeño teatro independiente que, como otros tantos, se encuentran casi sin respiración después de la carrera de obstáculos en que se ha convertido su existencia: caída en picado de las subvenciones (ya en los Presupuestos del ejercicio anterior y más en los de éste, que prevén un descenso de más del 20% en Cultura), aumento del IVA (una subida de 13 puntos, del 8 al 21%) y adiós al patrocinio de entidades a las que ya no les cuadran las cuentas.
Hace un año, todo parecía indicar que era el fin del 'capricho' que durante una década Teresa Valentín-Gamazo y Juan Pastor (productora y dramaturgo, marido y mujer, e impulsores del proyecto) habían compartido con un público muy fiel. "Sabíamos muy bien que una sala con 75 espectadores no era rentable, que la independencia sale cara, pero nos manteníamos en gran parte gracias a proyectos y ayudas de la Comunidad de Madrid y Bankia... Pero el banco quebró, la subvención quedó en el aire...", cuenta la cofundadora, y el principal sustento del teatro se esfumó. La situación llegó a oídos de la comunidad de espectadores de la sala "y para nuestra sorpresa, muchos nos dijeron: '¿qué podemos hacer?'".
Así surgió la primera experiencia de la Guindalera con una forma de financiación alternativa, el ya archiconocido 'crowdfunding', que les permitió recaudar más de 4.000 euros para contribuir al montaje de una obra en marzo, pero sobre todo, mantener la esperanza. "La gente se cree que esto del crowdfunding es muy fácil, ponerlo en una web y recibir dinero... Pero a nosotros la gente nos ayudó porque nos conocía, estaba en sintonía con nuestro gusto teatral", aclara Valentín-Gamazo.
¿Pero cómo hacer frente a ese 'enemigo' común, el IVA? La productora continuó dándole vueltas al asunto hasta que dio con la fórmula, que tiene un mes de vida: "Como somos una asociación cultural, podemos recibir donaciones. Nosotros le llamamos 'apadrinar' butacas; por 100 euros, le damos al espectador 10 invitaciones para venir al teatro. Les sale más barato que la entrada normal y todos nos ahorramos el IVA". Aspiran a lograr un centenar de apadrinamientos, "de momento llevamos 10", ríe la 'madre' de la idea, "pero esto es como ir sembrando una nueva filosofía para que la gente se implique".
El club de espectadores de la sala, sin embargo, ya lleva tiempo siendo una parroquia fiel: "aquí el público es activo, se hacen talleres, charlas, cata de vinos...". Para Valentín-Gamazo el lazo con 'la cuarta pared' es vital para la supervivencia; además de las anteriores iniciativas, el micromecenazgo (pequeñas participaciones económicas de donantes con contraprestaciones en forma de entradas, encuentros con los actores, asistencia a ensayos...), tanto para garantizar la permanencia del proyecto como para espectáculos concretos, será vital para cuadrar cuentas este ejercicio.
La otra, llamar a las puertas de los 'hermanos mayores', teatros públicos no siempre receptivos: "No pedimos que nos subvencionen, sólo que nos programen. A los centros públicos les viene bien porque tampoco tienen un duro para montar nada. Pero muchos nos dicen que no porque ya tenemos sala, o porque dicen que supondría un desprestigio".
Albert Boadella fue uno de los que sí les escuchó, y tras ver uno de sus montajes y saber de sus 'desventuras' les presta los Teatros del Canal para presentar 'La larga cena de Navidad' y 'Odio a Hamlet' tres semanas seguidas en diciembre. Un importante respiro económico y otra forma de ser viables que pueden servir a salas similares: "En las crisis muchos se quedan atrás, pero también surgen iniciativas. Quiero creer que vamos a salir adelante, y otros como el Teatro Réplica o el Pradillo podrían hacer lo mismo... Nosotros vamos a probar este año, ¡ya veremos si llevo o no a la ruina a mis compañeros!".

No hay comentarios:

Publicar un comentario