Un taller o laboratorio coreográfico es un crisol de los nuevos talentos, creando así la expectativa de un proceso necesario y emocionante donde junto a nuevos nombres que prueban en este espinoso y largo proceso creativo, se verán plasmados en un abanico de tendencias, bifurcaciones de las influencias foráneas, y el esperado destaque de personalidades que otearán la materia coréutica como un vehículo artístico y expresivo singular. EL PAÍS ha elabora un único y breve cuestionario que ha remitido a los nueve creadores noveles participantes, y ocho de ellos han accedido a responder, algunos ya más bregados que otros en estas aventuras coréuticas.
Pregunta 1. ¿Cómo ve la aplicación de la técnica académica a los lenguajes coreográficos actuales?
Pregunta 2. ¿Qué relación mantiene con la música en su trabajo y cuales son sus preferencias sonoras?
Pregunta 3. ¿De que coreógrafos reconoce influencias directas en sus materiales de creación?
Aquí están sus respuestas, dadas entre ensayo y ensayo:
Gabriel Barrenengoa: (Moving point. Música: Eternal Syncopation).
1. La técnica académica ha evolucionado muchísimo y esto en parte es consecuencia de como se ha utilizado en otros lenguajes coreográficos. de este modo la danza clásica evoluciona y se renueva y los nuevos estilos pueden utilizar esta técnica académica para desarrollarse. En mi opinión la técnica académica y los nuevos lenguajes se complementan mutuamente.
2. La música es fundamental para que exista la danza. Si no es musica que se escuche, será la musicalidad del ritmo interior. No tengo unas preferencias sonoras determinadas, me atraen muchos estilos diferentes.
3. Siento una influencia directa del director de mi antigua compañía, Ashley Page. Trabaje mucho mano a mano con él y he bailado muchas de sus piezas. En donde mas siento su influencia es en el trabajo del paso a dos. Otro coreógrafo que me inspira e influencia mucho es William Forsythe.
Jean Philippe Dury: (Cell. Música: Hildur Güdnatir).
1. La técnica clásica ha evolucionado en toda su esencia. Las escuelas y la enseñanza proponen hoy un abanico muy variado a los alumnos permitiéndoles desarrollar una técnica académica actual. La influencia de los coreógrafos de los siglos XX y XXI ha traído otra visión de las corrientes artísticas y así una apertura muy enriquecedora y una multitud de estilos diferentes.
2. En cada creación, mi primer contacto es la música, aunque durante el proceso voy cambiándola... Los bailarines se familiarizan con la partitura durante toda la creación. Buscamos los detalles de esa partitura, intentando descubrir los diferentes colores y energías y ritmos que queremos sacar de ella. Me importa muchísimo el trabajo de la respiración de la música.
3. Las compañías que he visitado me han influenciado mucho en cuanto a la evolución de mis trabajos coreográficos. Muy joven, en la Ópera de París, mi primer gran encuentro fue con Pina Baush quien me despertó un cambio artístico brutal. Nacho Duato me ha enseñado una musicalidad y un sentido artístico singular. He tenido la suerte de aprender y evolucionar en varias direcciones artísticas. Ahora, intento traer algo personal. El trabajo con los bailarines que he elegido es fuente de inspiración. No nos vemos nunca como somos. Por eso, me gusta el momento en el estudio cuando cada uno empieza a dudar de sí mismo y se atreve a buscar y a ponerse en peligro... Así descubren nuevas sensaciones y límites. Gracias a ellos ya sus personalidades, ninguna creación es idéntica.
Michael Carter: (Barba con bici. Música: The Plantains).
1. Creo que es importante que el bailarín tenga una técnica académica para saber como moverse con su cuerpo (humano) de una manera segura e inteligente. Esta técnica se puede utilizar perfectamente en los lenguajes coreográficos actuales mientras te mantengas muy abierto, por si pide el coreógrafo algo que no sea precisamente de esa técnica académica.
2. Como la danza es una combinación del audio y lo visual, creo que la música (o igualmente sin ella) es muy importante. El sonido nos ayuda a explicar dónde estamos, en qué estado estamos y también dar un ritmo o impulso a la acción. Busco la música que complementa mi visión de cómo tiene que ser cada escena.
3. Tengo muchas influencias en mi trabajo, ya sean coreógrafos o artistas de cualquier estilo; cojo un poco de cada uno y lo mezclo con mis ideas. Me gustan los artistas que trabajan en instalaciones o escultura y que definen un espacio y crean un ambiente.
Allan Falieri: (The secrets of my pocket show. Collage musical).
1. Creo que una técnica académica sólida (si es que la hay), también conlleva un vasto conocimiento de estilos y la observancia del valor de cada uno. Para mí, lo más interesante es la combinación de la intención de las emociones con las sensaciones que respira cada técnica de movimiento.
2. La música es fundamental, cualquiera que sea, incluso el silencio, el ruido de la calle, el viento o susurros pueden ser una banda sonora para un ballet mientras estén en contexto.
3. De todos con los que he trabajado reconozco influencias, supongo que he aprendido algo de ellos en muchos aspectos.
Doron Perk: (Islas. Música: Edgard Sharp and the Magnetic Zeros).
1. Creo que hoy en día los coreógrafos intentan utilizar y desarrollar sus propios estilos, y sin embargo una amplia variedad de conocimientos le da a uno una base más sólida para construir una personalidad propia.
2. La música que utilizo en mi pieza es de Edward Sharp. El tema de la canción que elegí es un escape de la realidad. Esto conecta fuertemente con mi idea.
3. Recientemente estuve viendo una producción de DV8 Physical Theater de Lloyd Newson, y la forma en que utilizaron texto con movimiento es una de las influencias en mi trabajo.
Yoko Taira: (Desaprendiendo. Música: Minotauro Shock, Miki Yui).
1. Creo que la técnica académica es una valiosísima herramienta en el campo coreográfico. Igual que un escritor usa las palabras, nuestras palabras son esa técnica, cada vez más influenciada por nuevas tendencias, como la técnica de suelo, la improvisación, etc. Personalmente cuando coreografío o hago la repetición de otras piezas, intento priorizar siempre la sensación, darle un porqué a cada movimiento, lo que me lleva a utilizar esa técnica para que no sea un fin en si mismo.
2. Mi relación con las músicas que utilizo es muy dispar. A veces necesito músicas muy descriptivas y las intento exprimir en cada nota y en otras ocasiones es la respiración del movimiento la que se antepone a la música, la cual acompaña más que dirigir la acción.
3. Los 20 años al lado de Nacho Duato no pasan sin dejar huella y en mi caso (aunque por necesidad vital de intentar volar sola) busco separarme intencionadamente de su influencia, no creo q lo consiga. Me fascinan la teatralidad de Mats Ek, la verdad de Vandekeybus, la frescura de Hofesh, la magia del butoh...
Fernando Carrión: (Con todo eso, no obstante. Música: Lou Reed)
1. Pienso que sería adecuado invitar de vez en cuando a referentes actuales y no tan actuales del mundo de la coreografía, para tener un más amplio conocimiento de los diferentes estilos y así poder tener una mejor educación a nivel internacional.
2. La música es una herramienta primordial para la danza, se complementa con ella... no pueden vivir una sin la otra, es como un coche sin ruedas. Cuando me refiero a la música también hablo del silencio, ya que también se compone música con silencios. La música crea un ambiente o un estado. Hago o busco música en relación a lo que quiero sugerir o viceversa, cuando tengo una idea intento editar o buscar una música lo más adecuada a esa idea.
3. De todos con los que he trabajado. Evidentemente siempre habrá alguno del que me haya influenciado más que de otro, pero pienso que de todos he llegado a valorar algo.
Nandita Shankardass: (Jaane Ajnabee. Música: Shammi Pithia).
1. Creo que la técnica de ballet es una base tan importante y valiosa para que un coreógrafo pueda trabajar sobre ella y luego desarrollar su propio lenguaje y estilo. Pienso que en la obra de muchos coreógrafos hoy en día la técnica clase puede llegar a resultar irreconocible en el resultado final, puesto que su propio movimiento realmente crece de su diseño inicial y evoluciona en algo verdaderamente único.
2. En el pasado la música ha sido mi primera fuente de inspiración y esta vez mi inspiración fue un concepto, una idea, y después volví mi atención a la música. Fui recientemente a ver la actuación de un grupo de música en Londres, Flux, que combinan muchos elementos de mis raíces de la India, algo familiar pero sin embargo extraño y de alguna forma desconocido para mí. Decidí experimentar en colaboración con un compositor, con la energía y empuje que fue lo que primero me atrajo de su música y con el sonido envolvente. Quería que la música y la coreografía se desarrollaran a la par, simultáneamente y espontáneamente... y que la idea original nos inspirara a ambos para crear lo que fuera de forma individual y colectiva. Me fijé detenidamente esta vez en los instrumentos individuales (en este caso la flauta india y la guitarra acústica) y lo que su tonalidad y sonido evocaban en mí y esto influyó muchísimo en el tipo de vocabulario de movimiento de mi pieza. Para mí esto ha sido totalmente una forma nueva de crear, que no había experimentado así nunca antes.
3. Diría que todo lo que me rodea y en lo que esté implicada mientras estoy en periodo creativo me influye de alguna manera. En este caso este año he estado trabajando intensamente en el programa Kylián y tengo que decir que sus bases de creación coreográfica me han influido de modo epidérmico, se han metido debajo de mi piel. He aprendido que detrás de cada movimiento hay una fuente y una razón que casi siempre es una emoción o sentimiento muy fuertes humano y natural. Y como yo bailo en mi propia coreografía en esta ocasión (por primera vez también) ciertamente no tengo otra opción de indagar más profundamente en mí misma y utilizar mis sentimientos y emociones para que me ayuden a crear los movimientos. Y tengo que decir que ha sido terapéutico y liberador crear de esta manera esta vez.
Fuente: Roger Salas (www.elpais.com)