Guillermo Heras: “El teatro español ha sido machista, siempre han dominado los hombres”


Fuente: Ezequiel Moltó (elpais.com)

La Muestra de Teatro de Alicante, que finaliza este lunes, cumple 20 años. Durante los últimos diez días programadores, directores, autores y actores han coincidido en Alicante en una edición que sirve para hacer balance y marcar objetivos. La Muestra ha logrado sobrevivir a los vaivenes políticos y hacer frente a la actual crisis reduciendo gastos superfluos y ajustando presupuesto. Su director, Guillermo Heras (Madrid, 1952), advierte que el teatro es “una carrera de maratón, y no son cien metros”, y lamenta que “machismo” que ha dominado la escena contemporánea durante los últimos años.
¿Qué balance hace de estas dos décadas de Muestra en Alicante?
El balance general de esta larga travesía es positivo, con todas las luces y sombras que pueda tener cualquier proyecto cultural que está sometido no solo a los problemas económicos sino a algo tan importante como es la cosecha que da cada año la dramaturgia viva. No obstante, todavía no se producen obras y se estrenan en condiciones aceptables. Incluso cuando decían que vivíamos por encima de nuestras posibilidades se empleaba más dinero en montar clásicos y grandes montajes que por apostar por la dramaturgia viva española. Buero Vallejo ya se quejaba de que sus obras no estaban en cartelera. Hemos logrado mantener una muestra durante tantos años, en tiempos duros de crisis, porque no hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, intentábamos dar una respuesta sensata a lo que presentaban los grupos y los autores.
¿La dirección de la Muestra es una atalaya que le ha permitido contemplar cómo ha evolucionado el teatro?
Cuando empezamos, que coincidió con mi última etapa como director del Centro Nacional de Tendencias Escénicas, había lenguajes que estaban de actualidad, pero como pasa con las vanguardias tienen una vida efímera. Estrenamos autores prometedores que parecía que iban a romper, pero con el tiempo hemos visto que los que escriben fuera de estas modas son los que resisten. Han sido años de asentamiento de una toda una generación (Sergi Belbel, Jordi Galcerán, Juan Mayorga) y en la que algunos grupos también se han consolidaron. Ahora asistimos a una readecuación de los sistemas de producción, debemos incidir más en el texto y los actores, y olvidarse de locuras, como esas escenografías ornamentales que eran casi imposibles de llevar de gira. Pero no creo que haya habido un cambio brusco o radical pero si que hay una línea de transformación.
¿Porqué los que tuvieron éxito no se consolidaron?
En esta profesión yo soy un corredor de maratón, desde los 19 años me dedico profesionalmente a esto, viví los movimientos emergentes, la transición el momento álgido de los 80 desde Centro de Tendencias Artísticas, y me doy cuenta que el teatro es una carrera de maratón y no de cien metros. Sobre todo en la llamada posmodernidad hubo autores que irrumpieron con gran fuerza con un primer montaje que determinados críticos apoyaron y alabaron como la gran renovación del teatro español, pero eran productos de moda y eso dura como los vestidos, uno o dos años. Los autores que más han insistido en una trayectoria o en la expresión del lenguaje, como Angélica Liddell, Premio de Nacional de Literatura Dramática. Al final en esta profesión por mucho que se diga quedan los que valen y que lo han hecho a base de esfuerzo, constancia y trabajo, y ahora tenemos una generación emergente importante. Una virtud de la dramaturgia viva española es que hemos tenido una cadena de generaciones que han generado eslabones y han dado respuestas.
¿Las voces femeninas son las grandes ausentes?
El teatro español ha sido muy machista, siempre ha estado dominado por los críticos hombres, los estudiosos también eran hombres y se hablaba solo de las actrices en el teatro, pero no de directoras o autoras. Pero en realidad hay muchas mujeres que escriben y dirigen, pero no tuvieron visibilidad, y eso ha ido cambiando poco a poco. La escritura femenina da una respuesta fuerte al canon dominante, y esa expresión de su mirada propia y de temáticas especiales ha hecho que ahora ya tengamos un plantel de mujeres escritoras muy importante, que está teniendo su reconocimiento tanto por las traducciones que se hacen de sus textos como por los estrenos de estas mujeres en medio mundo.
¿Cómo ha conseguido la Muestra aguantar 20 años?
El éxito es una mezcla de creer mucho en un proyecto, tener un equipo pequeño, pero estable, y también tuvimos la suerte de que los fondos económicos nos acompañaron. Muchas instituciones públicas y privadas han colaborado y el público también nos ha acompañado, al igual de los medios de comunicación.
Y pese a los cambios políticos no hubo vaivenes…
En ese sentido ha sido ejemplar. Aquí no hay ideología de un partido político, el patrimonio cultural debe ser cuidado por cualquier partido democrático, y hemos logrado influir en las instituciones para mantener su apoyo, y en mayor o menor medida económica siempre han sido las mismas instituciones las colaboradoras.
Siempre se habló de convertir Alicante en un foro de reflexión de la creación contemporánea aprovechando la Muestra y el Festival de Música. ¿Qué pasa con este proyecto?
Yo no tiro la toalla, ahora tenemos un espacio perfecto como es el centro cultural de Las Cigarreras, pero con la actual coyuntura económica reconozco que debemos seguir apostando por la Muestra para no dispersar esfuerzos. Pero como los ciclos económicos pasan, yo no renuncio a que en un futuro ese espacio de reflexión sobre la creación contemporánea sea una realidad en Alicante.

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