'El último jinete': en búsqueda del caballo soñado


Fuente: Julio Bravo (abc.es)

En tiempos de estrecheces teatrales, la creación de un gran musical original es una rareza. Y tiene nombre: El último jinete, una producción de Andrés Vicente Gómez (su primera incursión en el mundo de la escena) que se estrenará el próximo día 5 de diciembre en los teatros del Canal de Madrid. El libreto es del escritor Ray Loriga, las letras de Ranjit Bolt, y la música la firman John Cameron, Albert Hammond, Barry Mason y Chris Egan. Dirige Víctor Conde, con un equipo que incluye a Yvonne Blake (vestuario), Morgan Large (decorados), Karen Bruce (coreografía) y Julio Awad (dirección musical). En el reparto, nombres ilustres de nuestro teatro musical: los tres protagonistas son Miquel FernándezJulia Möller Marta Ribera, a los que acompañan en los principales papeles Toñi Viñals, Carlos Solano, Guido Balzaretti, Leo Rivera, Víctor González y Elena Medina.

A mediados de septiembre comenzaron los ensayos del musical. En una nave de Arganda del Rey (donde habitualmente se ensayan grandes conciertos y espectáculos) se ha montado toda la escenografía del musical y el extraordinario aparataje técnico que se precisa. «Necesitábamos tenerlo todo montado aquí porque entramos en los teatros del Canal sólo unos días antes del estreno», cuenta Víctor Conde. Allí, los intérpretes, además de trabajar el texto, las canciones y las coreografías, han tenido que aprender otras disciplinas como esgrima y vuelo en cuerdas. «Los actores de teatro musical son superhéroes –dice Miquel Fernández–, y El último jinete es un espectáculo muy exigente tanto física como psicológicamente. Tenemos un desgaste brutal». Marta Ribera añade:«No se para nunca, en escena pasan muchas cosas: peleas, duelos, bailes...»

La génesis de este musical es también singular. Cuenta Andrés Vicente Gómez que se encontraba en Arabia buscando inversores para una película de animación cuando le propusieron que montara un musical, una experiencia nueva para él. Se puso en marcha y contactó con Ray Loriga para que escribiera la historia. Con capital árabe (9 millones antes de levantar el telón), comenzó entonces el reclutamiento del equipo en Londres y Madrid. La intención de los productores es estrenar el musical en el West End, pero Gómez quiso que su nacimiento fuera en Madrid.

Aventuras en el desierto

Ray Loriga, en su primera incursión teatral, ha escrito una fábula basada en la historia y la poesía árabes, una suerte de continuación de «Lawrence de Arabia» con personajes históricos y ficticios. Cuenta la historia de un joven beduino en busca de su sueño: encontrar al caballo que le lleve a la gloria». Es una historia fantásticas de aventuras (no hay caballos reales en escena, pero sí aparecen en la obra, aunque su forma es todavía un secreto): «Mis referentes estéticos son películas como La princesa prometida o Indiana Jones –dice Víctor Conde–, y el espectáculo sí tiene ese tono de aventura épica y romántica»
Una historia de aventuras exóticas, un vestuario con más de trescientos figurines llenos de fantasía y color, un escenario giratorio, y una música que conjuga, según Conde, «el melodismo de Albert Hammond, la teatralidad de John Cameron y la contemporaneidad de Chris Egan» son otras de las credenciales de este musical totalmente de nueva creación (en Londres no se estrena uno desde hace catorce años, según Andrés Vicente Gómez). «Ese es el mayor reto y el mayor atractivo para nosotros», dice Conde. «Es un proceso de creación muy distinto –dice Julia Möller–; es una responsabilidad, porque has que crear algo de la nada con todo el mundo, y resulta muy satisfactorio, pero requiere mucha energía». «Se agradece mucho –tercia Miquel Fernández–poder hacer algo totalmente nuevo, porque los actores de musicales estamos acostumbrados a copiar cosas que ya están hechas». «Tanto para el público como para nosotros es una sorpresa –añade Marta Ribera–; no tenemos referentes, nos encontramos con un personaje que no conocemos».

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