La última obra de Mamet se estrenará en Madrid y en Nueva York al mismo tiempo



Font: Julio Bravo (abc.es)
La anarquista, el último texto del dramaturgo estadounidense David Mamet, se estrenará el próximo 2 de diciembre simultáneamente en el teatro Español de Madrid y en el teatro John Golden de Nueva York, gracias a un acuerdo entre la institución municipal madrileña y los representantes del autor. «Desde nuestra llegada al Español uno de nuestros objetivos es darle al teatro una dimensión internacional -explica Natalio Grueso-. Queremos que Madrid se consolide como una de las grandes capitales internacionales de las artes escénicas. Supimos que una de los citas más atractivas de la temporada en Broadway iba a ser el estreno del último texto de Mamet, y pensamos que sería bonito estrenarlo aquí al mismo tiempo. Nos pusimos en contacto con los representantes de Mamet y hemos podido llevarlo a cabo».
David Mamet es uno de los más destacados dramaturgos y guionistas estadounidenses de hoy. Entre sus obras figuran American Buffalo, Glengarry Glen Ross y Oleanna, entre otras, y los guiones de El cartero siempre llama dos veces, Veredicto final, Los intocables de Eliot Ness o Hannibal.

Magüi Mira y Ana Wagener

La producción del Español estará dirigida por José Pascual, asímismo adaptador del texto, y contará como intérprete con las actrices Magüi Mira Ana Wagener. En Nueva York será el mismo Mamet quien dirija la función, con Patti LuPone Debra Winger (la protagonista de Oficial y caballero, que debuta en Broadway con esta obra).
La acción de La anarquista se desarrolla en una cárcel de mujeres, donde una condenada a muerte por terrorismo mantiene una larga conversación con la alcaide, en la que se juega su liberad condicional. «La obra -dicen sus responsables- enfrenta a un personaje encerrado, pero libre mentalmente, con un personaje que vive en libertad, pero prisionero mental de sus prejuicios y de su misión punitiva. Incluso encerrada en la cárcel, la prisionera ha sido capaz de llevar una vida más rica que su guardiana, que se ha limitado a vigilarla obsesivamente. Una reflexión sobre el poder y su verdadera naturaleza, así como sobre la utilidad o no de la cárcel para reprimir el crimen y cambiar al criminal».

«Puro Mamet»

«Es puro Mamet -añade Natalio Grueso-, con diálogos picados y una conversación muy eléctrica, donde subyace un erotismo y donde está también latente el poder y la posesión».
Aunque las dos producciones no son idénticas, sí hay los mismos elementos. «La escenografía es igual, porque en escena hay muy pocos elementos: dos sillas y poco más. Hemos querido ser lo más fieles posibles al texto y a lo que pide», dice Grueso. Por ese motivo, la obra se ha programado en la sala pequeña: «Mamet quiere que haya la mayor proximidad entre actores y público».

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