Quince minutos dentro de una celda


La antigua cárcel provincial de Segovia, transformada en centro artístico y cultural desde hace unos meses, acoge hoy y mañana sábado una nueva experiencia de microteatro. La frialdad y soledad de seis celdas mutarán durante unas horas en "proscenio, candileja y patio de butacas", según los organizadores del proyecto Microteatro en la cárcel. Los espectadores, 12 como máximo por calabozo, podrán ver de una a seis obras, a tres euros la función, entre las siete de la tarde y las diez de la noche.

"Los espectáculos duran unos 15 minutos y cada uno comenzará con cinco minutos de diferencia. Se representarán seis veces seguidas, con un pequeño descanso, para que haya oportunidad de verlos todos", explica Verónica Larios, gerente de Microteatro Por Dinero. Esta iniciativa nació en 2009 en un antiguo prostíbulo de la madrileña calle de la Ballesta. Desde entonces, los actores de estas obras están acostumbrados a trabajar en espacios reducidos pero en esta ocasión se añade como dificultad "el actuar en un lugar con poca luz, que da sensación de aislamiento, y en el que han ocurrido hechos que nos quedan muy lejanos y por los que alguien estuvo encerrado", dice Larios.

Ella es también la directora y autora de la obra que se representará en la celda número 1, la comedia A mí con milongas. De las otras cinco representaciones, dos son monólogos: Soy actriz, de Olga Iglesias, y Treinta y tres, dirigida por Antonio Galeano. Además, en la celda 3 podrá verse la comedia Papá se ha ido, escrita por Elvira Lindo. Completan el programa el thriller Yo te amo, con texto de Jorge Monge, y ¡Mucha mierda!, dirigida por Nancho Novo, y en la que dos actrices en paro compiten por un papel de protagonista en un musical. Horas antes de entrar en escena, los actores se muestran expectantes. Al fin y al cabo, no se hace teatro entre barrotes todos los días.

Fuente: Manuel Morales (www.elpais.com)

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