La muerte, meta final en 'Perséfone' de Comediants


El Sol, la noche, la luna, la soledad o la fiesta han sido algunos de los temas universales que Comediants han abordado a lo largo de sus 40 años de existencia, un círculo que la compañía cierra ahora hablando de la muerte en Perséfone, coproducida con el Teatro Lliure y el Centro Dramático Nacional.

Perséfone. Variaciones Mortales llega al Teatro María Guerrero de Madrid el próximo 1 de noviembre -fecha nada casual- tras su estreno en el Festival Internacional Chéjov de Moscú en julio pasado y se acerca en clave de "variedades" a la más universal y humana de las cuestiones, esa de la que nadie escapa.

Por eso, a la hora de ver el montaje, "influye mucho el estado de ánimo de cada espectador, porque es un tema que nos toca a todos", ha dicho hoy en rueda de prensa el director de Comediants, Joan Font.

Àngels Gonyalons, Jordi Llordella, Laia Oliveras, Laia Piró y Marc Pujol llevan a escena esta obra en la que la guía y maestra de ceremonias de un movido viaje por la fina línea que separa la vida de la muerte no puede ser otra que la mitológica Perséfone, señora del mundo de los muertos y esposa de Hades.

El espectáculo está inspirado en el modelo de "varietés" y se sucede en un "desorden lógico" de cinco partes que permite conocer a la hermosa Perséfone y abordar la "parca" desde distintas perspectivas.

Así, Comediants trata la muerte como rito pero también en relación con el hombre, el viaje del más allá, los mitos sobre la muerte y el hombre como amante de la muerte, tanto que incluso es él quien mata masivamente casi despojando de su trabajo a Perséfone, ha detallado Font.

La comedia, la ironía, lo sensible y lo poético, lo cruel y lo cáustico se suceden en esta obra "muy latina y mediterránea" en la que pequeños "dardos" nos sirven como recordatorios de nuestra mortalidad, ha explicado por su parte la actriz Àngels Gonyalons, que encarna a Perséfone.

Gonyalons ha destacado la variedad de lenguajes teatrales que conviven en la obra al más puro estilo de las variedades, del gran guiñol al cabaré, "una amalgama de lenguajes que da complejidad al trabajo de los actores pero a la vez nos enriquece", ha considerado.La escenografía, totalmente negra para ceder el protagonismo a los personajes, tiene como eje una gran pantalla de proyección que se va adaptando a los diferentes momentos del espectáculo, además de una escalera de caracol en un lateral del escenario "que permite visualizar el viaje cíclico y eterno que hacer Perséfone entre los dos mundos".

Ramón Calduch firma la música del montaje, interpretada en directo con ordenador e instrumentos como el violonchelo, saxo o guitarra eléctrica, y que varía de estilo según las escenas, desde el rock and roll al bolero.

Perséfone podrá verse en el María Guerrero hasta e próximo 4 de diciembre y está previsto que después viaje al Teatro Lliure para, a continuación, salir de gira por España.


Fuente: www.lavanguardia.es

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