Dos realidades vía Skype



Fuente: Patricia Peiró (elpais.com)
Luz está a punto de morir, vive en un lugar lejano de India y no quiere que sus padres se enteren. Junto a su hermana gemela, Andrómeda, urde una mentira: que aprenda a imitarla y vaya a visitarlos de vez en cuando. Una tarea nada fácil porque, aunque en lo físico son idénticas, su actitud frente a la vida es totalmente opuesta. Luz representa la fe, el optimismo y la alegría. Andrómeda encarna la oscuridad, la destrucción y el miedo. Denis Despeyroux propone en su obra La realidad una visión de las dos partes de una misma persona y “lo difícil que es entenderse con las personas que más quieres”. La pieza se representará en el teatro Fernán Gómez desde hoy hasta el 3 de febrero.
Andrómeda tendrá que aprender todo sobre su otra mitad por Skype. Un ordenador y una conexión a Internet serán sus herramientas para empaparse del optimismo y la alegría que irradia Luz a miles de kilómetros de distancia. Tendrá que descubrir cómo se hace para imitar a alguien por dentro cuando son tan parecidas por fuera.
La puesta en escena supuso para Fernanda Orazi, que interpreta a las dos hermanas un “reto diferente”. La actriz tuvo que grabar primero la voz de una de ellas, luego ensayar el otro personaje escuchando por un walkman las réplicas. Por último, interpretar a la hermana moribunda, que aparece proyectada en el escenario. “Lo más importante era que ninguna de las dos visiones representara lo correcto. Simplemente son dos maneras de entender las cosas que se complementan”, asegura la intérprete.
Despeyroux y Orazi tejieron juntas esta obra con un objetivo claro: que no hubiera una hermana buena y una mala, sino dos versiones necesarias de la realidad. “Son dos maneras de gestionar el dolor y el amor”, apunta la actriz. Las dos quedaron una tarde de verano para comenzar el guion en un bar llamado La Realidad. De allí salió el título de la obra y esa madrugada la directora escribió las ocho primeras páginas de la pieza.
Despeyroux admite que fue un “invento extraño”, que nació de la necesidad de “no escribir un monólogo”. La creadora optó por la formula de la videoconferencia para evitarlo. Una solución con una “dificultad extrema” en lo técnico, confiesa la creadora, pero con la que se atrevió porque contaba con Orazi.Mano a mano perfilaron este doble personaje que se mueve entre la lucidez y la locura. También descubrieron sobre la marcho cómo crear un diálogo con una sola actriz. “Estoy muy orgullosa de muchas de las obras que he hecho en Madrid, pero participé en esta porque suponía un reto diferente”, afirma la intérprete.
La pieza también refleja la “soledad radical” de los seres humanos, según explica su autora. Despeyroux combina momentos de humor con el dramatismo de dos hermanas que se enfrentan a la inminente muerte de una de ellas con un particular cometido. La distancia entre las dos formas de entender la vida queda representada por los kilómetros que separan a las dos hermanas.
Andrómeda tendrá una segunda vida escénica porque será la protagonista del próximo espectáculo de Despeyroux: Los dramaticos orígenes de las galaxias espirales. Aunque aún no tiene un argumento definido ni ha empezado a escribirla.
La realidad navega entre los límites de la fe y el pesimismo, de lo bueno y lo malo que hay en el mundo. La autora demuestra que la luz no existe sin la oscuridad. Para ello, invita al espectador durante 75 minutos a “jugar a la realidad”.
La Realidad. Teatro Fernán Gómez hasta el 3 de febrero.

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