Dos años de talento femenino en El Raval



Fuente: Helena Belmonte (elpais.com)
Dona Cançó es un espectáculo que se celebra, cada viernes por la noche, desde hace dos años y medio, en una pequeña sala dentro del bar Café de les Delícies, en El Raval.
La dinámica es la siguiente: la artífice del proyecto, la cantante, compositora y actriz canaria Alicia Martel, rompe el hielo con una canción y le siguen las tres artistas invitadas, principalmente cantautoras, pero también actrices y cuentacuentos, que ofrecen, sobre el escenario, un miniconcierto de 20 minutos cada una.
“Dona Cançó es una plataforma para dar un empujón a mujeres que tienen algo que expresar a través del arte, creadoras con talento pero con difícil proyección. Aunque no somos excluyentes, los hombres también pueden participar”, explica Martel, afincada en la ciudad de Barcelona desde hace ocho años. “Todavía hay menos mujeres que hombres en la programación de las salas, en los festivales y en el teatro, en mi opinión sigue habiendo una discriminación” continúa.
Por el Dona Cançó ya han pasado más de 80 artistas, algunas con un largo recorrido, como Silvia Comes, la argentina Cecilia Zabala o la actriz Teresa Urroz, y otras que han debutado junto al viejo piano de este Café de las Delícies, con cierto aire afrancesado. ¿El requisito para actuar?: “La calidad. No es necesario ser profesional, pero sí tener talento”, aclara Martel.
Un viernes, caluroso para estas fechas invernales, unas 30 personas escuchan emocionadas a la primera invitada de la noche, la gaditana Iza, que actúa acompañada de un bajista y de un cajón flamenco. Es un público entregado, que colabora con palmas, chasquidos, coros y lo que haga falta. La siguiente en entrar en escena es la cantautriz, como se etiqueta a sí misma la polifacética artista de Salt La Maria Rosa, que combina el talento musical —es pianista de formación— con teatro, humor, y mucho sarcasmo, especialmente hacia los que ella llama “los artistas profundos que nunca han pagado un alquiler”.
Tras una media parte donde las artistas aprovechan para intercambiar impresiones con el público, llega el turno de la cantautora de Roses Rusó Sala, que rompe el hielo con la habanera La bella Lola. Después, pide que bajen todavía más la luz, y llena la pequeña sala de susurros que imitan las olas del mar antes de desgranar canciones que transportan a una cala de la Costa Brava, alrededor de una hoguera.
“Por encima de reivindicar la figura de la mujer artista, el objetivo es que la gente se vaya más contenta de lo que ha entrado”, dice Martel.
Y a juzgar por el buen humor que impera en la sala, lo consiguen con creces en cada una de las sesiones. Tras un merecido descanso navideño, el Dona Cançó, cuya entrada cuesta cinco euros con consumición, volverá este próximo viernes 11 de enero, como siempre, a las diez de la noche en el Café de les Delícies (Rambla de El Raval, 47).

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