Larga vida al rey 'Enrique VIII'



El público del Corral de Comedias de Almagro asistía conscientemente el pasado viernes a un momento histórico. Por primera vez se estrenaba en España Enrique VIII, uno de los pocos dramas políticos de William Shakespeare y por primera vez, una compañía española, Rakatá-Fundación Siglo de Oro la representará dentro de nueve días en el Globe Theatre (29 y 30 de mayo), abanderando a nuestro país en las Olimpiadas Culturales de Londres.
Lo que el respetable (que ovacionó en pie durante largo rato la propuesta dirigida por Ernesto Arias) probablemente desconocía es que la Fundación dará ese paso histórico prácticamente sola, ya que, salvo la ayuda económica de Mercedes-Benz y de la Oficina Cultural de la Embajada española en la capital británica, nadie más les ayuda.
Y es que, lo simbólico del momento no ha impresionado a las muchas instancias institucionales a las que Rodrigo Arribas, fundador y productor de la compañía junto con Alejandra Mayo, llamó durante 14 meses pidiendo ayuda para costear esta producción. Fue inútil, no se abrió ninguna. Tan sólo el Teatro Español de Madrid les ha prestado algunas piezas del vestuario (el resto lo han reciclado de montajes anteriores aportando una estética austera pero dignísima a la corte inglesa) y el Ayuntamiento de Almagro puso a su disposición todas las infraestructuras necesarias para que pudieran probar la obra antes de representarla ante el exigente público inglés.
"Es como si los jugadores de la selección nacional de fútbol tuvieran que pagarse ellos mismos las botas y las camisetas", comentó profundamente decepcionado Arribas. Así, asfixiados hasta lo imposible, la Fundación Siglo de Oro estrenó el viernes con un clamoroso éxito esta obra que, a la vuelta de Londres, puede costar la supervivencia del proyecto cultural, teatral y educativo que ha defendido durante sus nueve años de existencia.

40.000 euros para cuadrar la caja

La producción ("una de las más baratas que hemos hecho, porque no hemos tenido otro remedio...", señaló Alejandra Mayo) ha costado algo menos de 100.000 euros, pero a los responsables les hacen falta unos 40.000 para cuadrar la caja.
La falta de presupuesto, sin embargo, no ha restado un ápice de brillantez al resultado. De hecho, Ernesto Arias, director de la función, explicó que el público no percibirá esta escasez de ayudas puesto que en la adaptación del texto de Shakespeare (realizada con José Padilla y Rafa Lavín) han concentrado los casi 40 personajes de la versión original en los 18 que dan vida los 14 actores de la compañía, "en una espiral de acontecimientos que te dejan sin aliento", asegura el actor Fernando Gil, que interpreta al rey Enrique.
Aunque Shakespeare tuvo mucho cuidado de no hacer personajes "buenos ni malos" la heroína de esta obra es, sin duda, Catalina de Aragón, interpretada brillantemente por Elena González que tendrá que defenderse de las intrigas palaciegas que urden a su alrededor Wolsey (Jesús Fuentes), Gardiner (Alejandro Saá), Northfolk (Rodrigo Arribas), Suoffolk (Bruno Ciordia), Chambelán (Daniel Moreno), Cranmer (Jesús Teyssiere), Sands (Óscar de la Fuente), Buckingham (Julio Hidalgo) y Ana Bolena (Sara Moraleda), con la compañía de su fiel Beatriz (Alejandra Mayo).
Enrique VIII se centra en el divorcio del rey inglés de su esposa Catalina y en cómo esta decisión le costó la excomunión y la separación de la Iglesia de Roma. La trama llega hasta el momento del nacimiento de la futura reina Isabel I, para cuyo cumpleaños Shakespeare escribió la obra.
Para ensayar con las condiciones más parecidas posibles a las del Globe (que curiosamente ardió mientras se representaba esta obra), el Ayuntamiento de Almagro cedió desinteresadamente su Corral de Comedias. Luis Maldonado, alcalde de la localidad manchega, aseguró que el edificio, construido en 1628, "tiene una magia especial...", como él mismo experimentó al romper a aplaudir emocionado al término de la función.
Fuente: Esther Alvarado (www.elmundo.es)

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