El actor Miquel Cors fallece a los 61 años
Miquel Cors, actor de cine, de teatro, de doblaje, cantante y activista irreductible ante la especulación urbanística en su Valldoreix de adopción, falleció ayer en Barcelona a los 61 años de edad, víctima de un ataque de corazón.
El Poble Nou televisivo, que se convirtió en el primer gran culebrón de la televisión catalana, no hubiera sido el mismo sin la presencia de un actor que supo crear un personaje inolvidable, el Antoniu Aiguader que combinaba a la perfección la ternura con la zafiedad en su papel de propietario de un supermercado, que había conseguido adquirir gracias a un premio en la lotería primitiva. Las discusiones del padre con su hijo, un jovencísimo Joel Joan, atraparon la atención de los telespectadores de TV3 durante 112 episodios, una cifra desmesurada para la época pero que se ha quedado en discreta ante la longevidad de las series posteriores. El personaje marcó tanto al actor, que Cors bromeaba acerca de que en su familia había una larga lista de Miquels, pero que casi todo el mundo le llamaba Antoniu.
Cors llegó a su cita con la televisión apoyado en un sólido bagaje profesional. Sus primeros pasos sobre un escenario fueron como cantautor y una de sus canciones, Fill de Vídua, con letra de Pere Quart, alcanzó una cierta notoriedad.
Como actor participó en la experiencia de la Assemblea d'Actors i Directors que a primeros de los setenta trató de renovar la escena catalana. Obras como Flors, turbants i barretinessupusieron las experiencias más creativas y divertidas de aquellos años. Tras una de las habituales escisiones en el teatro catalán, fue uno de los artífices, boina a lo Che Guevara en ristre, de la ocupación del Born por parte del grupo de Treballadors de l'Espectacle. Junto con Silvia Munt creó una compañía profesional que ofreció obras como Ondina, en la que Miquel demostraba su amplio registro interpretativo. Posteriormente fue el compañero sentimental de la actriz y cantante Nina. Recientemente había vuelto a los escenarios, tras diez años de ausencia, con Sarabanda.
Todo ello sin olvidar su trabajo como doblador, una actividad que desarrolló a lo largo de todos estos años con notable éxito, tanto en catalán como en castellano.
Como actor de cine, Cors apareció en diversas cintas, como Mi hermano del alma o Material Urbano. Su última actuación fue en El truco del manco, de Santiago Zannou.
Dotado de un carácter fuertemente contestatario, Cors se había caracterizado por su defensa a ultranza de Valldoreix, donde vivió los últimos cuarenta años. Cors calificaba deempastifats a todos cuantos acataban sin protestar las normas del Ayuntamiento. Pregonero en una fiesta mayor a la que asistía el por entonces flamante alcalde de Sant Cugat, Lluís Recoder, Cors sorprendió al edil con un irónico discurso en el que no dejó títere con cabeza antes de definir a un atónito Recoder con el calificativo de "faraón".
Fuente: Albert Turró (www.lavanguardia.es) y TNC
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