Dos estrellas españolas brillan en el universo Lepage



Los actores Roberto Mori y Nuria García son las dos estrellas españolas que participan en Juego de cartas, la ambiciosa tetralogía que el dramaturgo, actor, cineasta y director Robert Lepage estrenó ayer mundialmente (solo con invitación; hoy se abre al público general) en el Teatro Circo Price de Madrid en el contexto del Festival de Otoño en Primavera. Y ambos son estrellas en un doble sentido: además de formar parte del elenco protagonista de la primera de las cuatro partes del espectáculo, Picas, los papeles que interpretan conforman una constelación dentro del cosmos que Lepage creador ha modelado en torno a las relaciones entre el mundo occidental y la cultura árabe. Ambientada en dos ciudades en pleno desierto, Bagdad y Las Vegas, la obra, explica Mori, "es una reflexión sobre el capitalismo, sobre la guerra y sobre el ser humano, así como la guerra del propio ser humano con sus demonios".
Inspirado por la baraja de naipes, que posibilita la creación exponencial de combinaciones, el autor canadiense ha extrapolado esa cualidad para representarla en forma de un viaje alucinante de tres horas por la senda de la lucha entre decadencia y redención. “Cada espectáculo tiene seis actores, y cada actor participa en dos partes de la tetralogía”, ilustra Mori. “Y en cada una de esas partes hay 36 personajes, que se interpretan entre los seis actores".  De los seis roles de cada intérprete, dos de ellos son los principales: el uno, la antítesis del otro.
Aunque tanto el asturiano Mori, como la valenciana García ya habían trabajado con Lepage en la obra de 2004 La Celestina (ella además actuó en Lipsynch, de 2007), este proyecto sobrepasa cualquier experiencia previa. “Es de esas cosas que te cambian la vida. Cuando alguien como él te llama te sientes en una nube”. Aunque con los grandes privilegios, suelen llegar también los grandes retos. Por ejemplo, participar en una obra en cuatro idiomas (inglés, francés, alemán y árabe), de los que ninguno es tu lengua materna. Y eso no es lo más complicado: “Creo que el desafío más importante es trabajar con un director de la magnitud de Lepage. Es alguien que tiene muchas cosas que contar, y el nivel de exigencia es muy alto”.
Del proceso de colaboración con el autor, Mori ilustra su carácter abierto y participativo: “Cuando él llama a los actores, les pone a hacer improvisaciones, y de ellas se van creando las situaciones que le interesan. De ahí surgen posteriormente los conflictos entre los personajes, y finalmente, el texto llega en la última semana de ensayos”. Concebida como un work in progress, la obra queda sujeta a fluctuaciones. “No es que cada función sea diferente, pero sí que va a ir cambiando”.
Tras dos años desde que comenzó la producción, y un total de “dos meses y diez días de ensayos”, el público madrileño pudo ver ayer la primera propuesta de representación que, además, tiene lugar en el escenario redondo que ha montado el Price, socio fundador de la Red 360º de espacios escénicos circulares. “Es la primera vez que trabajo en un espectáculo en 360º, y es algo peculiar porque no puedes esconder nada al público”, explica. Pero eso no es lo mejor: "Lo más destacable es poder ver la obra de un gran genio creador como Lepage, que hace uso de un lenguaje teatral que va más allá de lo que conocemos".
Fuente: Sílvia Hernando (www.elpais.com)

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