Mariano Barroso: “La alegría es innegociable, pese a los recortes”
Fuente: Ana Marcos (elpais.com)
“Si vosotros y yo somos iguales. ¿O es que la ley de la gravedad os afecta de manera diferente por tener privilegios, poder o mi dinero en vuestros bolsillos?” La duda metafísica la plantea una madre cuando harta de darse contra el techo de cristal, reacciona a la merma sin tregua de las ayudas que recibe su hija con parálisis cerebral. Esta madre se llama Rosario en la ficción, Nuria Gallardo en la realidad. La actriz es la mitad de Recortes, la unión de dos piezas teatrales rescatadas del movimiento alternativo Theatre Uncut de Reino Unido por el cineasta, ahora director teatral, Mariano Barroso, con la ayuda de Juan Cavestany.
“Si vosotros y yo somos iguales. ¿O es que la ley de la gravedad os afecta de manera diferente por tener privilegios, poder o mi dinero en vuestros bolsillos?” La duda metafísica la plantea una madre cuando harta de darse contra el techo de cristal, reacciona a la merma sin tregua de las ayudas que recibe su hija con parálisis cerebral. Esta madre se llama Rosario en la ficción, Nuria Gallardo en la realidad. La actriz es la mitad de Recortes, la unión de dos piezas teatrales rescatadas del movimiento alternativo Theatre Uncut de Reino Unido por el cineasta, ahora director teatral, Mariano Barroso, con la ayuda de Juan Cavestany.
En 2010, cuando el primer ministro inglés David Cameron comenzó a ajustar su política económica a los designios de Bruselas, el teatro reaccionó a través de breves obras que se interpretaban por todo el país, libres de derechos, durante un período de tiempo determinado. Barroso encontró uno de los libritos que reúnen estas piezas y del impactó inicial surgió esta adaptación que se estrena hoy en la sala Cuarta Pared de Madrid, hasta el próximo 23 de marzo. "Es estremecedor ver cómo se repiten las mismas situaciones en países diferentes, solo cambian los nombres de los afectados", asegura el director. Los dramas que se reiteran son los de la sanidad. En ambos casos, un espejo de lo que sucede cada día enfrente de nuestras narices.
El montaje teatral que Mariano Barroso, Nuria Gallardo y Alberto San Juan protagonizan y sustentan ante la falta de producción, viene precedido por la etiqueta de urgente. "El teatro tiene la ventaja de la inmediatez", plantea el director. "No nos planteamos cumplir con ninguna función. Hacemos teatro para dejar algún poso, pero no como una misión. Es muy útil convertir la energía de la agresión y devolver algo creativo".
Reflectante conforma la primera parte en la figura de Gallardo. Ambientada en un centro sanitario, esta madre y payasa -en su tiempo de dedicación a los demás- llega a sufrir hasta tal punto el hachazo del recorte que termina por renunciar al derecho principal de la maternidad y entrega su hija a un centro. "A pesar de que le quiten, restrinjan, anulen e intenten machacar, ella sigue hacia delante", explica la intérprete. "Lo que hace grande a estos dos personajes son dos armas: una es la ironía, luego está la dignidad", interviene Barroso.
En este punto de la conversación, Alberto San Juan, el tercer sujeto involucrado en Recortes, toma la palabra: "Mantienen la dignidad porque no aceptan la condición de infrahumanos que les pretende imponer el sistema". Frágil, la segunda parte de la obra, es la lucha de un enfermo mental por recuperar la asistencia que recibía en un centro de día, en la precariedad del abandono del sistema. "Su actitud es la de pedir ayuda desesperadamente y decide tomar iniciativas a su manera", relata el actor. "Está tan exasperado que se va a buscar a su terapeuta, el problema es que lo hace a las cuatro de la mañana", apostilla Barroso. A San Juan le acompañará en escena el público. Los tres se niegan a dar pistas de lo que sucederá entre butacas, solo adelantan que con la ayuda de Nuria Gallardo no habrá nadie que se salga del guion.
"El mensaje es claro: 'dejen de joderme ya', pero sobre todo, 'la alegría no es negociable', pese a los recortes", dice Barroso. Aunque no se trata de una comedia, el humor aparece en cada combate. "Es un instrumento imprescindible en cualquier transformación social o revolución. Sin humor lo que hay es amargura y dogmatismo", sigue San Juan. Golpeados como personajes, pero también como actores desde que el Gobierno decidiera subir al 21% el IVA cultural, su discurso se desdibuja hasta colarse por debajo del telón cuando cae. "Tienes que levantarte con una sonrisa por la mañana porque a pesar de la que está cayendo tienes que seguir viviendo. No te puedes levantar con tristeza en el alma porque entonces no avanzas. Hay que levantarse con la intención de hacer algo positivo y la convicción de que lo vas a conseguir. Y si te acuestas por la noche y no lo has conseguido, al día siguiente te vuelves a levantar con una sonrisa y piensas que por fin lo vas a conseguir", concluye Gallardo.
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