POR ALUSIONES
Nunca me explico en un blog, quizás esto que esté haciendo no sea lo correcto. Ayer publiqué una crítica que provocó un gran revuelo en Twitter. Por suerte o por desgracia no todo el mundo tiene Twitter. Quien me sigue desde hace tiempo sabe que siempre intento al máximo ser diplomática, respetar autor, director, producción y teatro. Todos estamos en el mismo barco, y todos queremos que el teatro sobreviva y viva lo mejor posible.
Ayer alguien apuntó que no debería haber críticas negativas. No estoy de acuerdo, porque si todas las críticas fueran positivas nunca sabríamos qué hemos hecho mal, en que nos hemos equivocado, que necesitaría mejorar, etc. Y el ego de algunos estaría por las nubes. Al igual que no entenderé nunca porqué algunos directores/creadores no leen las críticas de sus espectáculos. Pero bueno, siempre hay gente que se cree por encima del bien y del mal.
La crítica polémica fue La dona vinguda del futur cuyo dramaturgo y director es Marc Rosich por el que personalmente siento una gran admiración y respeto. Me hubiera encantado que al salir del espectáculo sintiera o dijera "Pues sí me ha gustado por esto, por esto y por esto". No fue así, dramatúrgicamente está demasiado alargada y la sobreactuación me aburrió, aunque sea buscada.
Características aparte, la polémica se desató por la última frase en la que dudaba de que fuera un espectáculo carne de teatro público. Ha habido personas que hoy me han hecho ver que estaría en la línea del sí, más que del no, y he admitido que vale, que sí, que según una determinada visión se podría considerar teatro público, quizás no el que a mi me gustaría, pero eso ya forma parte de gustos y deseos de cada cuál.
Alguien atacó por el lado de la nacionalidad, lo cual me parece el colmo. Además siendo alguien que me conoce. Nunca he hablado en primera persona de ninguna ideología política, defiendo la dramaturgia de Catalunya, de Madrid, de Burgos o de la China. Y los seguidores fieles saben que yo soy seguidora y defensora de la dramaturgia catalana y estoy orgullosa de que se encuentre dentro de la programación del teatro público, y más de la Sala Gran. Y quien lo ponga en duda, que me lo explique y razone con argumentos.
Si alguien se ha sentido ofendido, desde esta tribuna pública le pido disculpas. Mi blog fue creado para difundir teatro, no cobro por ello, veo todo lo que puedo, y tengo una visión personal de ello que muestro en forma de crítica. Ni siento cátedra, ni es mejor ni peor que la opinión de otro espectador teatral. Mi Facebook y mi Twitter están abiertos a un debate, eso sí pido el mismo respeto que se lee en mis críticas.
No vivo del blog, no pago mis facturas con él, pero me encanta el teatro y ni quiero destruir a nadie, ni acabar con nada. Todas las críticas, debates, opiniones son bien recibidas. Aquí no hay censuras. Simplemente respeto hacia las personas, hacia una profesión y hacia el sector completo.
Muchas gracias y esto continúa.
Elisa Díez.
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