LES CRIADES


AUTOR: JEAN GENET
DIRECCIÓN: DO WAN IM
DRAMATURGIA: KYU CHOI
INTÉRPRETES: MEE-RYEONG KIM, EUN-YOUNG JOUNG i EUN-JU LEE
DURACIÓN: 70min
PRODUCCIÓN: ASIANOW PRODUCTIONS
SALA OM (GREC2014)

Tengo la impresión de haber visto numerosas adaptaciones del texto de Genet, pero sólo una vez el texto original representado. Quizás sea una de las obras que más juego dé a la hora de ser versionada. En el caso que nos atañe, con una puesta en escena a través del teatre físico y de objetos que captura la atención del espectador desde el inicio de la obra hasta el final. Es como un rayo, no hay descanso, sin separar la vista de lo que está pasando en escena, cuando todo se funde a negro todavía te quedan ganas de que sus cabecitas vuelvan a salir del armario para seguir cautivándonos.

El método teatral de Jacques Lecoq y la danza tradicional coreana son los puntales en las que Sadari Movement Laboratory basan su trabajo. En las promociones de la obra aseguraban al público, sobre todo aquel que pudiera temer al coreano con sobretítulos, que con su trabajo de teatro físico y la puesta en escena el espectador no necesitaría leer los sobretítulos. Si bien es cierto que su fuerza reside en esos elementos, leer, hay que leer. Simplemente por la versión condensada de Les Criades o por el temor a que la versión hubiese cambiado por completo la esencia del texto.

El conjunto de puesta en escena y adaptación es notable y consigue enganchar, pero a la salida piensas que algo falla. Si el texto está de acuerdo a lo esperado, la puesta en escena e interpretaciones te han impactado y te las has creído, ¿qué falta? Corea del Sur no es lo mismo que Catalunya. Son dos culturas diferentes y bastante alejadas la una de la otra. Y esa distancia se nota en el montaje. Fuera del teatro gestual, cuando el texto domina, el montaje se aleja, espectadores lectores y entonaciones con una fuerza sorprendente pero que poco cambian de la risa a la furia, todo tiene un mismo ritmo, y al no entender ni una palabra de coreano, ni de su manera de hablar, entonar, vocalizar hace que te falte ese algo para que el espectáculo sea del todo imprescindible.

Pero para eso somos theatre lovers, para ver de todo. Es mi primer montaje coreano, si poco a poco nos vamos introduciendo en su cultura, seguro que muy pronto sabremos diferenciar aquello que diferencia su cultura de la nuestra. Eso sí, con la ayuda de programadores que nos ayuden a llevarlo a cabo. Sea como fuere, estas criadas coreanas merecen mucho la pena ser vistas, disfrutadas y al salir de sala debatidas. Gracias al Grec 2014 por permitírnoslo. 

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