La estrella del Bolshói confiesa el crimen contra el director del Ballet



Fuente: R. Mañueco (abc.es)
La policía acaba de resolver el increíble caso del ataque con ácido al director del Ballet del Bolshói, degno de una novela, en la que los celos profesionales fueron determinantes. Uno de los principales bailarines del teatro confesó anoche haber planeado el ataque con ácido que casi dejó ciego a Sergei Filin a comienzos de este año, según ha hecho público la policía esta mañana.
Uno de las principales figuras del Bolshoi, Pavel Dmitrichenko, era el autor intelectual del atentado, un bailarín a quien se recuerda por su interpretación del villano en 'El lago de los cisnes' y a Sergei Prokofiev, el personaje principal en 'Iván el Terrible', que fue detenido el martes junto con dos hombres.
Dmitrichenko había confesado el delito, y los otros dos hombres también han firmado sendas confesiones sobre su participación: uno arrojó el bote con ácido en el rostro de Filin y el otro condujo el coche de huida, según las mismas fuetnes. Los hombres que posiblemente ordenaron y ejecutaron el delito, Pável Dmitrechenko y Yuri Zarutsky, así como el conductor Andrei Lipatov, permanecen detenidos.
El ataque en una tranquila calle de Moscú cubierta de nieve cerca de la casa de Filin sorprendió a un país acostumbrado a violentos ajustes de cuentas y centró la atención en las luchas internas en una de sus principales instituciones culturales.
Los «motivos» de un cisne negro
La operación comenzó ayer en el poblado de Stúpino, en las afueras de Moscú. Fue el diario «Izvestia» el primero en sugerir en su página web que el bailarín podría estar en el meollo de la trama, ya que «tenía motivos para desear vengarse» de Filin. El diario ruso asevera queDmitrichenko había salido varias veces en defensa de su compañera Angelina Vorontsova, discípula de Nikolái Tsiskarídze, el primero sobre quien se pusieron las miradas cuando a Filin le arrojaron ácido sulfúrico a la cara.
El director artístico del Bolshói habría relegado a Vorontsova al ostracismo por un asunto que se remonta a la época cuando Filin dirigía el ballet del teatro Stanislavski y Nemiróvich-Danchenko de Moscú. Entonces, la joven bailarina recibió una oferta del Bolshói y la aceptó, dejando plantado al coreógrafo. Este, al parecer, había diseñado un equipo en el que la presencia de Vorontsova era imprescindible. Paradojas del destino, poco después, Filin aterrizaría en el Bolshói como máximo responsable del cuerpo de ballet.
Dmitrichenko, que tiene fama de persona impulsiva, lanzó en varias ocasiones viscerales ataques verbales a través de internet contra quienes osaron cuestionar la calidad de sus actuaciones. Una de las más sonadas tuvo lugar con la crítica de ballet Tatiana Kuznetsova, a la que insultó por la «valoración negativa» que emitió de su interpretación de «Iván Grozni» en el espectáculo del mismo nombre. A Dmitrichenko nunca le faltaron los papeles.
Gracias al rastreo de las llamadas telefónicas realizadas antes y después de que Filin fuera rociado con vitriolo en el aparcamiento situado junto a su vivienda, la Policía pudo seguir la pista de Lipátov y ayer fue detenido en su domicilio de Stúpino. Tras ser interrogado, se ordenó un registro en la casa de Dmitrichenko, en donde, según su madre, hace tiempo que no vivía. Pocas horas después,el bailarín era arrestado y Zarutski también caía en manos de los agentes en la ciudad de Tver, a 170 kilómetros al noroeste de Moscú.
Se ha abierto una causa criminal por «agresión premeditada con el objetivo de causar daños corporales graves». Este delito implica penas de hasta ocho años de cárcel. Tras someterse a varias intervenciones quirúrgicas en la piel y los ojos, el coreógrafo ruso llevaun mes en un hospital alemán para tratar de lograr una rehabilitación completa.

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