El musical entra en una nueva era


Para nadie es un secreto que, por regla general, Hollywood suele premiar la comercialidad y lo políticamente correcto por encima de la calidad y la crítica punzante. En el universo de Broadway esa regla no solía ser tan obvia como en lososcars aunque en las últimas décadas, con honrosas excepciones, la lista de triunfadores en los premios Tony (equivalentes a los Oscar de Hollywood) desvelaba demasiada debilidad por las obras más ligeras y con garantías de triunfo precedidas por éxitos en escenarios londinenses. Pero este año, el musical The book of Mormon (El libro de Mormón), premiado el pasado lunes en Nueva York con nueve tonys, ha demostrado que el talento de dos outsiders considerados políticamente incorrectos, despiadadamente críticos y excesivamente deslenguados, también puede verse reconocido por una industria que parece haber recordado de golpe que la grandeza de Broadway residía en su capacidad para reflejar, sin tapujos, las pulsiones más complejas del sentir de una sociedad.

Y no es que en Estados Unidos hoy se atrevan a hablar del sida, del racismo, del sexo y de la religión con el desparpajo y atrevimiento con el que lo han hecho Matt Stone y Trey Parker, conocidos desde hace más de una década por ser los autores de South Park, una serie que aún sigue escandalizando al público estadounidense. Sin embargo, contra todo pronóstico, su forma de abordar todos esos temas en el desternillante The book of Mormon, utilizando el humor más negro como arma secreta y apoyándose musicalmente en la mejor tradición de Broadway, ha hecho vibrar a los críticos, a los empresarios (que son fundamentalmente quienes tienen más peso en los premios) y además, al público.

Cabe preguntarse si habrían recibido tantos galardones si las audiencias no hubieran respondido tan bien desde su estreno hace ya cuatro meses; aunque hay quien piensa que su éxito comercial no debería sorprender puesto que Broadway ha tardado demasiado en prestarle atención a una nueva generación que ya no le tiene miedo a las palabras y que además se ha criado asistiendo a un renacer del género musical con series como Glee, o películas como High School Musical. "Hay una nueva generación a la que le atrae el musical y obras como The book of Mormon o Avenue Q, demuestran que es un género que vuelve a estar en plena forma porque habla directamente, como lo hacen hoy los jóvenes", declaraba a este diario recientemente Adam Feldman, crítico de teatro de Time Out.

No es casualidad que Feldman mencione Avenue Q, el otro musical que pilló desprevenida a la industria hace ahora siete años y que también acabó arrasando en los Tony con un montaje que resucitó a los teleñecos y les dio voces de actualidad. Su compositor y letrista, Robert Lopez, también coescribe junto a Stone y Parker las letras y la música de The book of Mormon, por las que fueron premiados el lunes, además de recibir el premio al musical del año.

Fuente: Barbara Celis (www.elpais.com)

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