Mitad tragedia, mitad comedia



Fuente: Sergio Delgado Salmador (elpais.com)
El drama camuflado por pequeñas pinceladas de comedia Mitad y mitadcuenta la historia de dos hermanos que se pelean por la herencia de una madre moribunda. Juan, interpretado por Fernando Tejero (Córdoba, 1967), y Carlos, encarnado por Pepón Nieto (Málaga, 1967), se abren y descubren que ambos están dispuestos a dar un pequeño empujón a su madre y acabar con todo para poder repartirse un dinero jugoso.
"En toda comedia hay una parte de drama. En este país nos reímos de todo. Fíjate, la situación que vivimos es para llorar y nos reímos", opina Nieto. La obra, estrenada ayer y que se representa miércoles, jueves, viernes y sábados hasta el 31 en el teatro de La Latina, enfrenta al público con una situación dura pero factible. "Está y estará lamentablemente de actualidad. Cuenta lo miserable que puede ser un ser humano por dinero", añade su compañero.
Parte del dilema que plantea Mitad y mitad gira en torno a la complejidad de las relaciones familiares, que no siempre son llevaderas. "Existe un tabú para decir que un padre o madre ha sido malo porque abandone a sus hijos. A mí no me sucede, yo crecí en un pueblo y no tenemos ni un cacho de tierra, ni un duro que repartir", comenta entre risas el actor de la serie Periodistas. Esta tensión entre miembros de una misma familia pone al público en la incómoda situación de si debe reirse o no ante una realidad tan cruda. "La gente se ríe. Lo mismo hacía Berlanga, te contaba un tema como la pena de muerte de tal forma que te mete en ese mundo desde el humor y de repente dices, '¿de qué me río?", argumenta Tejero.
Mitad y mitad llega a Madrid tras una gira por distintas ciudades y unas cifras que la respaldan. "Estamos felices. La venta anticipada va como un tiro. Tal y como esta la situación llenar el teatro con 900 butacas y que la gente te dé las gracias por pasar un buen rato... No se puede pedir más", afirma Tejero. La función supone, además, la primera vez que ambos actores y amigos se suben juntos a un escenario, tras el intento fallido por motivos de agenda para hacer Una extraña pareja. Con la experiencia de haber trabajado en cine, televisión y teatro, ambos se muestran agusto de nuevo en el origen de la interpretación. "Para mí el teatro es mi vida. Cuando se levanta el telón ya no hay director ni nada, tú eres el dueño", explica Nieto. "Es especial porque hay una conversación con el público y te permite trabajar a diario la función. El personaje mejora, crece", según el portero televisivo más simpático, "el teatro es inmediato: es el orgasmo o el gatillazo", confiesa con una rápida carcajada.
Si bien el sueño de los hermanos de la obra teatral es romper con esa madre y una casa opresiva para encontrar la libertad, Nieto y Tejero tienen también sus propios sueños."Pues lo principal es que deje de haber corruptos y que dejen de tomarnos el pelo q esta impotencia y que esta impotenicia se convierta en esperanza", dice Tejero tras una pausa para pensárselo. "A mí me gustaría decidir lo que quiero hacer y tener mucho tiempo para mí y mi gente", complementa Nieto.

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