BALANCE TEMPORADA 12/13
Por Elisa Diez
La temporada 12/13 ha estado marcada por diferentes aspectos que ya tenemos requetesabidos: el IVA cultural, la bajada de afluencia de espectadores a las salas, el precio abusivo de las entradas, la locura de los descuentos, promociones y ofertas. Ha sido una temporada puente entre años de bonanza y tiempos de cambio. Es necesario cambiar mentalidades ancladas en tradiciones pasadas y volver a conseguir que ir al teatro sea una religión, un acto cultural más allá de sentarse en una butaca "a ver lo que echan", ir al teatro es una experiencia única e irrepetible. Por eso "Keep Calm and Come to the Theatre".
Ha sido una temporada demasiado irregular de público y de propuestas. Dos programaciones de estrepitosos fracasos tanto artísticas como en sus números de asistencia: la última de Sergi Belbel en el TNC y la segunda de Julio Manrique en el Romea. Por contra el Teatre Lliure de Lluís Pasqual que venía de una temporada 11/12 bastante decepcionante, cierra la presente como una de las mejores, con afluencia de público, incluso agotando entradas, con una atención y servicio al público envidiable para el resto de teatros de la ciudad. Si el teatro se copia de sí mismo ya sabemos a quién tenemos que copiar.
Cuarenta obras más que la temporada pasada pueblan mi cabeza en estos momentos, once meses, 137 obras (Festival Grec incluido). Demasiadas experiencias vividas, no todas satisfactorias, eso ya sería pedir demasiado. Mi temporada tiene dos ejes claros: el Teatre Lliure con montajes maravillosos: Ivan i els gossos, L'Onada i Els Ferèstecs y las salas de pequeño formato con montajes como: Afterplay (Atrium) o Solfatara (Beckett). Evidentemente se repiten ejes anteriores, como la Sala Flyhard a la que sigues yendo con los ojos cerrados y cuyo éxito de esta temporada se llama Smiley (Guillem Clua) que la próxima temporada vuelve al Capitol. Y se añaden dos ejes importantes el circo y la danza, principalmente como modo de relax dominical es un gusto acudir al Mercat de les Flors, poco a poco voy ampliando el abanico de artes escénicas, y aunque sin crítica al bloc, me voy creando un hueco en la agenda para asistir a este tipo de propuestas.
Fuera de las salas barcelonesas, descubro a Pablo Messiez y Los Ojos en Madrid, obra que me deja cautivada y autor del que me gustaría descubrir más. Sigo empeñada en que algún día alguien lo estrene en Barcelona, viajar hasta Madrid está fuera de mis posibilidades actuales. Y descubro el Temporada Alta con una de las mejores compañías que montan Shakespeare, Nit de Reis de Propeller Theatre, maravilloso. La próxima temporada saldré a visitar más frecuentemente tierras gironinas me temo. Me encanta el teatro internacional, y en temporada es bastante difícil que se deje ver en Barcelona.
Pero sin duda la temporada 12-13 es la de las salas pequeñas o minúsculas. Miniteatr3s, Sala Fènix, Àtic22, Aquitania Teatre y las nuevas que se incorporarán a la lista la próxima temporada ofrecen un halo de viento fresco a la cartelera y son un reclamo de nuevas experiencias para un público que ya no le basta con comprar la entrada, sentarse en su butaca y esperar a que comience el espectáculo. En la próxima temporada veremos sin son pasajeras o permanentes y si el público sigue dando respuesta.
Lo que sí es cierto es que la temporada 12-13 el público ha cambiado. No me estoy refieriendo a la abuela María que va los domingos por la tarde a las salas comerciales. Sino a aquel público más fiel al teatro, que busca y rebusca cuáles son las mejores obras de la cartelera y que les recomiendan sus amigos y personas desconocidas. Fuera de críticas de diarios, los blogs, el Facebook y sobre todo el twitter se han convertido en pieza fundamental para la creación de un público cada vez más crítico y que ya no le vale cualquier cosa. Un nuevo público, nuevas maneras de acercarse a él, y todo un campo por explorar que a Barcelona todavía no se ha tocado y que hoy en día es indispensable.
A mediados de temporada un hecho nos dejo sin habla, la inesperada muerte de Anna Lizaran. Nos abandonó para siempre la dama del teatro catalán, y nos dejó muy solos y muy tristes. En estos meses de presentación de nuevas temporadas teatrales, todavía duele y resulta extraño no ver su nombre encabezando un reparto. El mejor homenaje se lo dio la platea en vida, llenando teatros y aplaudiendo sus interpretaciones, ahora quedan los post-mortem que llegaran este año.
Sin duda, esta temporada ha sido la consolidación del blog como un medio digital de información y crítica. Con una media de más de 10.000 visitas mensuales. Aunque el éxito ha estado de Twitter, con más de 2,200 seguidores. Eso sí, quizás de lo más orgullosa me siento, a toro pasado, ha sido de la polémica que "sin querer" comencé en torno a las nuevas críticas teatrales, no oficiales (en medios de comunicación digitales y no tradicionales), que un "blog pequeño" para algunos dé pie a un debate como el que se originó, es como mínimo para sentirse orgullosa del trabajo bien hecho.
Para finalizar, aunque sea lo más importante de la temporada, es el aspecto humano. La cantidad de gente que te vas encontrando por el camino, de sala en sala, caras conocidas y con las que compartir un pre y postfunción hacen que el simple hecho de asistir a una función teatral sea toda una experiencia maravillosa. Ese público fiel, en la mayoría de casos maltratado por algunas salas, y que hacen que de momento podamos tener una temporada más sin tener que echar la persiana. Por todos ellos, amigos y desconocidos, gracias. ¡Y hasta la próxima temporada!
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