Se alquila un teatro

Una valla publicitaria dentro del escaparate del establecimiento de mobiliario Sirvent, en Vigo, lleva varios días llamando la atención de los transeúntes de la Gran Vía. El soporte anuncia el alquiler de cuatro metros cuadrados del escenario del Teatro Camões de Lisboa durante los días de representación de la obra Perda Preciosa, a cargo de la Compahia Nacional de Bailado, los próximos 19 al 22 de abril y del 27 al 29 del mismo mes, durante los 90 minutos de duración de cada función. La inserción de teléfonos de contacto, un portal inmobiliario y un blog con información sobre la iniciativa aportan pistas al receptor acerca de la veracidad del mensaje.

El anuncio no solo es absolutamente real, sino que forma parte del comienzo de Miedo Escénico, el nuevo proyecto del artista Javier Núñez Gasco (Salamanca, 1971), quien lleva varios años trabajando con compañías de artes escénicas portuguesas. Para la realización de Miedo Escénico ha acordado con la gerencia del teatro y con la dirección de la compañía lisboeta la cesión en usufructo de esa franja de espacio y tiempo autorial escénico, para su posterior alquiler a terceros. Esta fase inicial de promoción de su propuesta le ha llevado a Arco 2012, a la Casa de las Conchas de Salamanca y, hasta hoy, al Espacio Sirvent de Vigo, como parte del programa de actividades de su centro cultural, la nueva vocación de la firma.
Y algunos ofrecimientos ha ido recogiendo en este período: una bodega pretende embotellar en el escenario una edición especial de uno de sus vinos, un grupo de rock propone grabar un videoclip, una empresa comercializadora de ostras sugiere abrir los moluscos mientras los actores trabajan para venderlos al público en el intermedio o al final de la función. El anfitrión vigués, Luis Sirvent, ha pensado organizar una excursión de doce personas a la capital portuguesa y pagar la renta de 250 euros por cada función para sentar en el escenario a los visitantes, quienes disfrutarían así de la representación desde una situación privilegiada. “Podría llamarse La especulación del arte”, bromea el empresario. En los próximos días, mientras esperan la llegada de más proposiciones, los directores artísticos del montaje y Núñez Gasco decidirán quienes pisarán las tablas.
Las ideas de micromecenazgo, crisis, intercambio de roles entre artista y espectador y exploración de los límites de las artes escénicas se cruzan en el hecho ideado por Núñez Gasco y que documentará con la toma de fotografías y vídeos durante esos días. “Miedo Escénico cuestiona el espacio y la temporalidad, que no define el artista sino los agentes, alude al mercado y sus transacciones económicas y habla del público, que participa construyendo la obra misma”, explicó la crítica de arte Agar Ledo durante la presentación del proyecto en Sirvent, el jueves pasado. “Lo que pretendo es sacar el teatro fuera del teatro, que es algo que me ha interesado siempre”, reflexiona el artista. “Creo que esta vez equivale a pedirle a un pintor una parte de su lienzo”.
Fuente: Teresa Cuiñas (www.elpais.com)

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