El teatro alternativo español estrena compañía en Estados Unidos

Fuente: Eva Sáiz (elpais.com)

Hay quien en época de crisis se toma al pie de la letra la acepción china del término, oportunidad. El dramaturgo español Emilio Williams es un ejemplo perfecto. Inasequible a las dificultades que está atravesando el teatro -aunque cuándo no las ha sufrido-, el autor de 41 años presentó el 11 de diciembre en el Instituto Cervantes de Chicago su compañía The Chicago Theater Sweatshop, algo así como El taller clandestino de teatro de Chicago.
“Se trata de una compañía que pretende aunar el talento de Estados Unidos, America Latina y Europa, aunque, de momento, los actores que la conforman son estadounidenses y españoles”, reconoce Williams en conversación telefónica. “Pretendemos dar una oportunidad a los intérpretes hispanos para que puedan actuar en inglés sin tener que encasillarse en el gueto del teatro latino”, indica. The Chicago Theater Sweatshop tendrá su base de operaciones en la ciudad que le da el nombre, de la que es originario el padre de Williams -”de ahí mi apellido”- y a la que el dramaturgo se mudó en 2011.
El nombre de Williams es bastante conocido en el circuito de teatro alternativo español. El año pasado su obra, España, S.L., se estrenó en el Teatro Lara -los actores ofrecieron un pase a los indignados del 15-M en la Plaza de la Opera-. En 2010, su comedia, Camas y Mesas, gano la cuarta edición del premio El Espectáculo Teatral. Las razones que llevaron al autor a abandonar el cielo de Madrid por el viento de Chicago no están, por tanto, basadas en la crisis. O sí, pero, de nuevo, en otra traducción, la griega de cambio súbito, atribuida a Hipócrates.
“Mis problemas con el teatro español se remontan a bastante antes de la recesión. Allí hay tres tipos de teatro, el comercial, el institucional y el alternativo. Durante mucho tiempo, la Administración ha subvencionado obras de autores extranjeros y conocidos que no necesitarían de apoyo público porque su propio nombre atrae a los espectadores, en lugar de aportar por los autores jóvenes. A mí eso me parecía un escándalo”, se lamenta Williams.
El autor madrileño llama la atención sobre la falta de apuesta del teatro español por los escritores nacionales. “En el colegio nosotros estudiábamos a [Federico] García Lorca, [Antonio] Buero Vallejo o [Antonio] Gala... me pregunto a qué dramaturgos estudiarán ahora en las aulas”, señala. “En España es imposible encontrar al Buero Vallejo de esta generación, pero en Londres o Nueva York sí saben quién es el nuevo Arthur Miller".
Ese interés de las grandes capitales del teatro -Londres, Buenos Aires, Nueva York o Chicago- por albergar estrenos mundiales de obras inéditas de autores vivos ha sido determinante en la decisión de Williams de trasladarse a EE UU. Aquí, este verano, haciendo buena la traducción griega de crisis, el autor ha estrenado con éxito las adaptaciones al inglés de sus obras, Smartphones y Medea Vindicada [Medea got some issues] -que en noviembre ha obtenido el primer premio del Festival United Solo Festival de Nueva York- y Tha’s weird, Abuelita, una comedia bilingüe. "Cuando estrené Espana S. L. en Lara no recibí una sola critica de la prensa especializada española. Cuando un año después monté Smartphones en Chicago tuve 10, ocho de ellas muy positivas, una regular y una mala", indica Williams en un nuevo ejemplo de la distinta atención que merece el teatro alternativo a ambos lados del Atlántico.
Williams representará en primavera con su nueva compañía las versiones inglesas de Tu problema con los hombres [Your problem with men] y Camas y mesas [Bed and tables].
El proceso creativo de Williams es complejo. “Suelo escribir en español porque es el idioma en el que me crié y, además, considero que es más gracioso que el inglés”, explica. Sin embargo, a veces,  dependiendo de dónde se ubica la trama o de dónde comienza a trabajar en el texto, la evolución es distinta. “Camas y mesas empecé a escribirla en inglés porque estaba en EE UU y estaba ambientada allí, luego continué en español y finalmente la adapté de nuevo al inglés”, reconoce.
El español es el responsable de las traducciones de sus propias obras, aunque prefiera emplear otro término alternativo para describir su trabajo: transadaptaciones. “Confirmo que es imposible traducir textualmente un texto. En mi caso, como se trata de mis propias creaciones, tengo mayor libertad para adaptar y jugar con el libreto”. En el caso de Medea got some issues, Williams se tomó varias licencias, eliminando los chistes y giros que consideraba que no iban a funcionar ante la audiencia estadounidense y modificando la situación personal de la protagonista.
Algo parecido puede suceder con el primer estreno de su nueva compañía, Tu problema con los hombres [Your problem with men]. “Me está costando mucho la adaptación porque se trata de un humor basado en cómo se dicen las cosas”, confiesa. La obra será la puesta de largo de The Chicago Theater Sweatshop, una apuesta con la que Williams pretende viajar por Europa y España y con la que espera reivindicar la necesidad del teatro alternativo. “En EE UU, es la incubadora de donde esta saliendo el nuevo talento, ese en el que las compañías comerciales españolas se apresuran a adaptar. Imagina lo que el teatro alternativo podría contar sobre lo que ocurre en España, sería muy interesante”.

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