ATRACO, PALIZA Y MUERTE EN AGBANÄSPACH
DRAMATURGIA y DIRECCIÓN: NAO ALBET y MARCEL BORRÀS
INTÉRPRETES: NAO ALBET, MARCEL BORRÀS, GIL BREBELÉS, ÒSCAR CASTELLVÍ, LAIA COSTA, ALINA FURMAN, ORIOL GENÍS, FRANCESCA PIÑÓN i DAVID VERT
DURADA: 1h 40min
PRODUCCIÓN: TEATRE NACIONAL DE CATALUNYA
SALA PETINA (TNC)
He tardado demasiado en ir, y he ido con todos los spoilers del mundo, sin ver la obra me la sabía de memoria, craso error para aquellos que no saben mantener su boca cerrada y nos fastidian la película. Con todas las opiniones escuchadas y los ojos bien preparados para esta gamberrada sin medida entramos en el último T6.
Sin esperar un teatro convencional, que nunca han practicado Nao Albet y Marcel Borràs si me esperaba una obra más elaborada de lo que me encontré. Salvo los últimos 15 minutos, la dramaturgia y su dirección dramática hacen aguas. Es obvio que estamos delante de una generación que ha crecido delante de una y mil pantallas y que ya todo esta inventado y a la hora de reinventar uno se puede quedar con pedazos de otras cosas y que al querer unirlos falte coherencia.
Hay momentos de toda índole, quizás porque tenga demasiado fresca la serie británica Utopia, hubo momentos en que el juego de rol se parecía aquel. El mítico Funny Games de Haneke también hacía su aparición, aunque lejos de tener un poder visual como él. Hay instantes en los que puede parecer divertido y otros el sopor de no entender nada y entenderlo todo hace presencia y uno se revuelve en el asiento pidiendo la hora.
Interesantes ciertos momentos en los que sólo aparece en escena Nao y Marcel. Aunque el interés asciende cuando aparece por primera vez el personaje de Laia Costa, aunque quizás se ha estirado demasiado la historia para que tuviera la duración pedida y hay momentos en que ni Laia puede salvar.
Claro interés de la dramaturgia por tender hacia una puesta en escena y una narrativa muy parecida a la alemana contemporánea. Pero ¿es ser moderno, hipster y muy cool poner cuatro lucecitas en la escenografía e introducir un personaje hablando en alemán?
Nao Albet y Marcel Borràs han demostrado en otras ocasiones que su estilo de contar historias es interesante y toda una luz entre otras dramaturgias catalanas contemporáneas. Esta vez, creo que la diana se les ha hecho muy grande y no han sabido apuntar con precisión para llevarla a un terreno de lo próximo.
Muchos efectos especiales que no encubren una débil dramaturgia donde las pistolas y los tiros vuelven a tener demasiado protagonismo. Esperemos que eso sea algo generación, que en próximos montajes se preocupen de mostrar otras armas, no les vaya a salir el tiro por la cultata, como ha pasado en esta ocasión. Por cierto, Auf Wiedersehen, Belbel!
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