E Polls: "Las subvenciones han sido la catástrofe del teatro"


Lo llaman el decano del teatro catalán. Esteve Polls tiene 88 años y lleva 58 dedicado profesionalmente a la dirección de espectáculos. Lo descubrió Josep Maria de Sagarra en 1952 y lo fichó para abrir la temporada del teatro Romea. Ahora ha decidido volver a la sala que lo acogió, para decir adiós. Desea retirarse con Jugant amb Molière, obra que se representará del 13 al 26 de octubre.

"Hay pocas cosas como los clásicos", confiesa sentado en una butaca del vestíbulo de este teatro. Aún recuerda con emoción cómo, después de 12 años siendo aficionado, su suerte cambió de la mano de uno de los grandes. "Hice un auto sacramental en la Sagrada Familia y Sagarra lo vio. Un día llamó a casa y casi me desmayo. Quería que dirigiera L'Amor viu a dispesa", explica divertido. La obra le dio fama y durante 10 años estuvo apegado a la sala.

Trabajó con los mejores actores del momento y fue el mentor de Núria Espert. "Le enseñé durante casi dos años. Para mí ella simboliza el teatro, nació para esto", asegura. También dirigió a Adolfo Marsillach. "Era un actor de calidad, pero egoísta. La fama se la ganó en los despachos", expone Polls.

Al director las cosas le iban bien en España, pero su segunda mujer partió a Suramérica por trabajo. Cuatro años después decidió seguirla y fundó las compañías nacionales de teatro de Colombia y Costa Rica. "¡La peor decisión que tomé fue volver a España!", exclama. ¿Por qué? "Es el lugar en el que menos se me ha valorado. Además las subvenciones han sido la catástrofe. Deberían ser créditos a devolver sin intereses. Así la gente trabajaría. Ahora cualquiera puede subirse a un escenario", afirma. Le otorgaron la medalla de Sant Jordi y en 2007 dirigió El poema de Nadal en el Teatre Nacional de Catalunya. Pero le duele no haber podido estar presente nunca más en la sala. "En 10 años se han representado 158 títulos y no ha habido ninguno para mí. Cada temporada les he llevado una propuesta, como el Comte Arnau. Incluso una vez fui a ver a Jordi Pujol", dice el director.

Sin embargo, desde hace un tiempo la espinita del TNC escuece un poco menos: Mario Gas quiso que Jugant amb Molière estuviese presente en el teatro Español. Y ahora también Calixto Bieito, durante su último año como director artístico del Romea. "Porque Polls es un rebelde del teatro", afirma. Tan rebelde y trabajador que aunque dice que con esta obra se retira, intentará postergarlo al máximo. "Si puedo, la llevaremos al sur de España y después la representaremos en 50 pueblos de Cataluña". Siempre, sin perder el norte: "El teatro es como el fútbol, tiene que hacerse en equipo", sentencia Polls.

Fuente: Mercè Pérez (www.elpais.com)

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