Broadway duda de Almodóvar


¿Qué pasa exactamente en el Belasco Theater del Lincoln Center? Ya van dos veces que se retrasa el inicio de las funciones previas del musical inspirado en Mujeres al borde de un ataque de nervios, el monumental éxito de Pedro Almodóvar. Primero tenían que empezar el 2 de octubre, luego el 5 y finalmente el 8. Parece que planean dudas sobre el montaje o por lo menos sobre la confianza en el mismo del director, Bartlett Sher.
El reparto incluye valores sólidos de Broadway como Patti LuPone, quien no ha parado de encarrilar éxitos desde que en 1979 protagonizó el musical Evita, y que aquí interpreta el personaje que en la película encarnaba Julieta Serrano. Aunque seguramente el productor habrá echado de menos la presencia de alguna estrella de identificación universal más inmediata, como Salma Hayek, quien participó en las lecturas iniciales del espectáculo, pero se ha «caído» del proyecto final.
No es la única ausencia que da qué pensar. Pedro Almodóvar lanzó la noticia hace meses en una rueda de prensa en Nueva York codo con codo con Penélope Cruz, cuando ambos promocionaban Los abrazos rotos. Pero desde entonces no consta que se haya dejado ver mucho por el Lincoln Center. Se habla incluso de que en el estreno, previsto para noviembre, esté representado por su hermano, Agustín Almodóvar.
Sin embargo la expectación en el ambiente es palpable y el director da la impresión de haberse mantenido en contacto con el manchego y de sentirse respaldado por él. Bartlett Sher así se lo ha contado a dos singulares ojeadores que se colaron en los ensayos. Hablamos de Esteve Soler y Marta Buchaca, dos jóvenes dramaturgos de Barcelona que se encuentran estos días participando en un festival de teatro de la Universidad de Nueva York, donde se estudian sus propias obras, Contra el progreso (Soler) y Las niñas no deben jugar a fútbol (Buchaca).
En su tiempo libre patrullan Broadway. Desesperados por los retrasos de las previas de Mujeres…, que para ellos marcaban la diferencia entre ver o no ver la función, se apostaron en la entrada de actores y le echaron el anzuelo a la mismísima Patti LuPone. Quien encantada por su interés y por su arrojo les metió de cabeza en el ensayo y les presentó al director. Esto sólo pasa en el país del Mago de Oz.
¿Conclusión de los ojeadores? Ambos creen que el espectáculo será un éxito comercial y la única duda es si lo será también de crítica. Buchaca, devota de los musicales y de su mística, defiende las extravagancias que presenció. Soler se muestra más escéptico: «la veta underground de Almodóvar se pierde, todo se queda en un arrebato de pasión chic». A su juicio eso resta nervio al montaje, reduciendo la frescura almodovariana a estereotipo y a tópico. Pero es un tópico que ahora mismo gusta mucho en Estados Unidos, y además Buchaca objeta que «musical y underground no tienen nada que ver». ¿A lo mejor por eso musical y Almodóvar tampoco? El público tiene la palabra, cuando la obra es estrene de una vez.
Fuente: Anna Grau (www.abc.es)

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