Mujeres al borde de un embarazo


Hacer las Américas ha sido una constante para los intérpretes españoles, ya sean músicos, actores o bailarines... Pero no es frecuente que un autor teatral tenga que estrenar una obra en países como Chile, Estados Unidos o Costa Rica antes de traerla a España. Es el caso de Juan Carlos Rubio (Humo, 10, Arizona) y de su comedia Tres, que tras verse en diversos países americanos vio la luz en España hace un año, en una producción dirigida por el propio Rubio y con un reparto que integran Kiti Mánver, Nuria González, Aurora Sánchez y Octavi Pujades. El autor define la función, que llega la próxima semana al madrileño teatro Lara, como «un juguete cómico, un disparate, una máquina de hacer reir con la que llevamos un soplo de alegría y buen humor a los escenarios españoles, en unos momentos de crisis en los que el teatro también debe cumplir más que nunca una de sus misiones: entretener y arrancar docenas de carcajadas a los espectadores».
La obra cuenta la historia de Rocío, Ángela y Carlota, tres mujeres en el umbral de los cincuenta, inseparables durante su etapa de estudiantes, y que se reencuentran después de tres décadas sin verse. Las tres están solas y tienen una asignatura pendiente: la maternidad. El remedio lo encontrarán en un hombre...
Éste es el argumento de la función, que las tres actrices protagonistas definen como «eufórica». «Subidón» es una palabra que emplean las tres para referirse a su estado de ánimo cuando escuchan las primeras carcajadas del público —«antes incluso de que entremos en escena, con una grabación precedente», cuentan— y cuando se bajan de las tablas. «Empezamos en el 87 y terminamos en el 170», dice Kiti Mánver para explicar gráficamente la evolución de su trabajo a lo largo de la función. Y es que la comedia, coinciden las tres, «exige una concentración aún mayor que la que necesitas en un drama. La velocidad a la que se desarrolla todo —Kiti Mánver habla por las tres— necesita de un altísimo grado de concentración y de pericia; el público se ríe constantemente y eso obliga a cuidar esa velocidad mental». «La comedia —añade Nuria González— es muy frágil, se puede romper con muchísima facilidad».
La credibilidad es un objetivo, añaden las actrices, que la comedia llena de obstáculos. «Si no se está muy alerta la situación deja de ser creíble, y el público se va... Lo que pasa en escena debe tratarse como si fuera un drama». Ayuda mucho, dicen, «lo bien escrito que está el texto, lo estupendos que son los diálogos y el dibujo de los personajes; hay muchos factores para que el público pueda sentirse identificado con ellas y con él. Se habla de la maternidad, de la adopción, de las diferentes formas de familia... se opina pero no se dogmatiza. Son cuestiones que nos tocan mucho, y todo ello en un magnífico texto». «Si no tienes un buen texto —asegura Nuria González— es imposible tener una buena función».
Fuente: Julio Bravo (www.abc.es)

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