Walter White se sube a los escenarios
Fuente: Clara Morales (elpais.com)
La noche de las flores es una miniserie producida en Madrid, pero no se ha estrenado en ninguna pantalla. No es un caso más de falta de financiación: es teatro. Teatro en capítulos, con personajes que crecen y evolucionan con el tiempo y tramas cuya resolución se hace esperar varios meses. Igual que en la tele, pero sobre los escenarios. La fiebre por Walter White (Breaking Bad), Carrie Mathison (Homeland) o Ted Mosby (Cómo conocí a vuestra madre) se extiende al medio teatral con proyectos que han conseguido un éxito insospechado para tratarse de la escena off.
Los padres de La noche de las flores, Fran Pérez (director) y Julio León (dramaturgo), no dan abasto. Con un pie en Madrid y otro en su Sevilla de origen, llevan adelante una serie en cada ciudad. En la capital acaban de cerrar la miniserie de tres capítulos, representados entre noviembre y enero en la galería Slowtrack, y preparan ya la siguiente, que llegará el mes que viene. Mientras, en la ciudad andaluza siguen tirando de su primera criatura, Teatro a Pelo, nombre que ha bautizado su particular franquicia teatral. Más de 2.300 personas han visto ya la serie sevillana, que lleva seis capítulos representados desde su estreno en febrero de 2012, y tiene previstas al menos dos o tres entregas más.
“No concebíamos esto como teatro en pequeño formato”, explica Julio León, aunque las escenas que componen cada capítulo sean de corta duración, y aunque la representación en un espacio no convencional obligue a reducir el número de espectadores por pase. “La forma de consumo de una serie es distinta, más profunda. Cuando te vas a casa parece que te llevas la historia contigo, sabes que vas a volver a ver a esos personajes, y los haces más tuyos”. Ese compromiso adquirido gracias al formato explica la fidelidad del espectador, el principal escollo que veían los creadores a la hora de lanzarse a experimentar con el formato serie. ¿Cómo enganchar a un público que debe esperar en torno a un mes para ver cómo continúa la trama, amén de desplazarse hasta la sala de teatro y pagar una entrada nueva por capítulo?
Esas dudas asaltaban, casi al mismo tiempo, al dramaturgo y director Luis López de Arriba, que en septiembre de 2012 estrenó la serie teatralDías como estos —pensada especialmente para ser representada en la librería La buena vida— y que prepara ahora su nueva saga, La casa de huéspedes, que verá la luz este abril en la sala alternativa La Trastienda. “Fue una sorpresa que tuviéramos tanto éxito, teniendo en cuenta la crisis y que éramos un proyecto muy nuevo. A todos nos ha encantado la experiencia desde el punto de vista creativo”. López relata entonces los mismos hallazgos que cuentan los creadores de Teatro a Pelo: una trama viva que responde a la reacción del público y unos personajes más longevos que son "caramelitos" para los actores. Su próximo proyecto refleja la expansión del medio: de los cuatro capítulos estrenados con Días como estos esperan pasar a ocho por temporada con la nueva obra y aspiran a que, como en televisión, cada episodio sea dirigido por una persona distinta.
El nuevo género teatral bebe todavía de la televisión y su cultura seréfila. Relaciones, que desde su estreno en marzo en el bar madrileñoFulanita de Tal ha representado ya dos temporadas de 12 capítulos cada una, uno por semana, tiene incluso cabecera. Y si alguien se ha perdido el último episodio, siempre queda el "Previously...", esa pequeña explicación que resume la acción de la anterior entrega para el espectador rezagado. Sandra Carrié, creadora de la serie junto a María Ordoñez, admite que su producto "es una mezcla de televisión y teatro". Un lazo que los creadores de Teatro a Pelo buscan deshacer: su referencia no está en la pequeña pantalla, sino en Ángeles en América, una obra teatral de Tony Kushner que se representa en dos jornadas distintas. Pero el nudo no es fácil de desenredar: la serie Ángeles en América se estrenó en 2003 para la cadena HBO.
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