Atracción fatal en el West End


Fuente: Patricia Tubella (elpais.com)
La historia de una obsesión, encarnada en una mujer que acosa a su ex amante hasta extremos demenciales, arrastró a millones de espectadores a las taquillas de cine de finales de los 80’ y convirtió a su protagonista, Glenn Close, en toda una estrella. Aquel jugoso material de la película Atracción Fatal ha sido ahora reciclado en carne del teatro londinense, con un cartel que encabezan las televisivas Natasha McElhone (Californication) y Kristin Davis, la chica más mojigata del cuarteto de la serie Sexo en Nueva York.
Davis ya lleva un tiempo instalada en Londres para los ensayos de una obra que supondrá su debut sobre las tablas del West End. Su papel de sufrida esposa de un abogado neoyorkino que le es infiel con una compañera de trabajo –y que luego será víctima de la venganza de esa mujer- tiene un plano secundario en la trama. Pero los carteles que anuncian el preestreno de la producción para principios de marzo equiparan su imagen y su nombre a los de la pareja protagonista, el marido y la ex amante, probablemente para rentabilizar el gancho de su fama nacida en la pequeña pantalla.
Porque es McElhone quien asume el rol más sustancioso encarnando al personaje de Alex Forrest, una femme fatale que convierte al abogado Dan Gallagher en objeto de su deseo y luego de una terrible venganza cuando éste la deja plantada para regresar al redil familiar. Formada en el teatro inglés y partícipe en un ramillete de cintas tanto británicas como hollywoodenses (El Show de Truman, Sobreviviendo a Picasso…), aunque la popularidad se la ha brindado la serie estadounidenseCalifornication, el principal desafío para la actriz serán las inevitables comparaciones con una impresionante Glenn Close.
Mark Bazeley, un sólido actor británico apenas conocido fuera de las fronteras de su país (a pesar de su participación en la exitosa película La Reina), encarna al abogado que paga muy cara su infidelidad y que en la gran pantalla tuvo el rostro de Michael Douglas.
La traslación al teatro de guiones de películas de éxito es una tendencia creciente en el West End, con resultados desiguales que abarcan desde los éxitos de Billy Elliot y Una Rubia Muy Legal, hasta fracasos estrepitosos como Carrie, pasando por producciones sin otra ambición que la meramente comercial (Ghost, El Guardaespaldas). El grueso de esas propuestas se ha decantado por el formato del musical. Ese no será el caso de Atracción Fatal, un drama en toda regla que ha conseguido embarcar a uno de los directores más prestigiosos y veteranos de la escena británica, el septuagenario sir Trevor Nunn. Se trata de un viejo conocido de Close, a quien dirigió hace doce años en una producción de Un Tranvía Llamado Deseo en el National Theatre de Londres. Por aquel entonces, la actriz estadounidense ya había acumulado cinco de las seis nominaciones al Oscar que han jalonado su carrera (nunca ha ganado la estatuilla dorada), entre ellas por interpretar a la desquiciada Alex Forrest.
Aquel goloso papel para una actriz entonces en alza fue ideado por el guionista James Dearden, que ahora repite con la adaptación deAtracción Fatal a las tablas. Su secreto mejor guardado es si la nueva versión va a incluir o no uno de los momentos más recordados e impactantes de aquel thriller psicológico de 1987: la escena en que Alex hierve en una olla al conejillo mascota de la familia Gallagher.

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