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creación colectiva de JOSÉ Y SUS HERMANAS
textos de SÍLVIA FERRANDO, EL CONDE DE TORREFIEL, FEDERICO GRACÍA LORCA, JEAN ANOUILH, SÉNECA y ANGÉLICA LIDELL
dramaturgia y dirección SÍLVIA FERRANDO
intérpretes FRANCESC CUÉLLAR, ALEJANDRO CURIEL, MARTA DÍEZ, CARME GONZÁLEZ, CAROLINA MANERO, GEMMA POLO y GLÒRIA RIBERA
duración 75min
producción PROGRAMA TALENT IT (INSTITUT DEL TEATRE DE BARCELONA)
TANTARANTANA

Hasta hace un par de meses, la transición nos quedaba lejos, a algunos muy lejos. Para otros era aquella época que aparecía al final de los libros de texto desde la ESO a Bachillerato que no se daba porque nunca daba tiempo. Pero eso ha cambiado, y más después de ver cómo un grupo de jóvenes veinteañeros la tienen mucho más presente de lo que podríamos imaginar. 

La compañía, José y sus hermanas, surgida del Institut del Teatre, nos dan un repaso en poco más de una hora. No hay manual de historia que lo supere. A través de una ardua investigación nos presentan cómo ven ellos esta época que debiera estar cerrada, y superada, pero que esta más viva que nunca. La dramaturgia se estructura en 3 cuadros donde se trata indistintamente el franquismo, la Guerra Civil, la transición y la democracia.

Un repaso por el fascismo en Europa, por la Guerra Civil española, por el Franquismo, por los 200 mil desaparecidos que siguen en las cunetas de toda la Península, el capitalismo, el gusto por las obras magnánimas (del mismo edificio del Institut del Teatre al Valle de los Caídos), Federico García Lorca... Los bancos regalan sandwicheras y chorizos es una bala tras otra a la sinrazón española de esconder la mierda debajo de la alfombra.



La puesta en escena es simple pero efectiva. Con un estilo que bebe de compañías de la escena de nuevas escenas como el mismo El Conde de Torrefiel, el espectáculo consigue en determinados momentos integrar al público mientras que en otros juega con la poética y realizan todo un ejercicio de emociones y de tocar la fibra. El segundo cuadro es para enmarcar, preciosista hasta decir basta y entre las palabras de Lorca y "la sangre derramada por los cuerpos", la fibra, la piel, y, sobre todo, los pelos de punta

El público tiene que estar dispuesto a ser increpado, a formar parte de esa historia, quizás por segunda vez o por vez primera. Ya que en la platea se ven caras de todas las generaciones, cosa poco habitual hoy en día y que es todo un gustazo. La visión crítica del montaje es amplia y se puede decir que no deja títere con cabeza. Todo un ejercicio de memoria histórica desde un ángulo que nunca lo habíamos mirado.

La naturalidad con la que se relatan los hechos queda también reflejada en las interpretaciones. Lejos de ser personajes, son simples jóvenes de los que te podrías encontrar en la calle, en la universidad o en un manifestación exigiendo explicaciones del porqué de tanto silencio, de todas aquellas preguntas que aún hoy en día siguen sin respuestas.



Sílvia Ferrando ha logrado entretejer de manera brillante la amalgama de textos y nadie diría que Séneca y Angélica Lidell pudieran encajar de la misma manera en un espectáculo. Salvo eruditos en la materia, fuera de reconocer a Federico García Lorca, muy presente y muy significativa su aparición, el resto son consignas, dardos, preguntas, balas, que en una cierta medida todos a lo largo de nuestras vidas nos hemos hecho o haremos con respecto a los últimos 80 años de historia. 

Los bancos regalan sandwicheras y chorizos es un montaje lleno de sorpresas con un ritmo vertiginoso, donde en 75 minutos se repasan 80 años de vida y de historia. Una buena oportunidad para que los jóvenes (y no tan jóvenes) descubran una época de nuestra historia por boca de aquellos que tampoco la vivieron pero que la explican mejor que algunos que sí que la vivieron y callan, aumentando el silencio. José y sus hermanas rompen el silencio y de qué manera. El primer imperdible de la temporada. ¡Bravo! 




Por Elisa Díez (Butaques i Somnis)

Esta mañana se ha presentado la nueva temporada del Teatre Eòlia bajo la conmoción de lo ocurrido el día anterior a nivel político y social, la rueda de prensa no podía empezar de otra manera, que con una contundente condena y una declaración de intenciones por parte de Rosa Galindo, directora artística del espacio: "Aunque no existiera libertad de expresión, seguiríamos haciendo teatro, político, comprometido y con humor".

Antes de dar el turno a las compañías se reafirmó en el espíritu que desde su apertura ha caracterizado a la sala del Eixample: "Seguimos apostando por intérpretes emergentes, salidos o alumnos de nuestra escuela, o también de otras escuelas de interpretación de la ciudad". Su línea de programación sigue apostando por el Teatro Necesario, aquel que engloba memoria, identidad, hechos silenciados, personas excluidas...

La temporada se abrirá el próximo fin de semana con la primera de las dos propuestas englobadas en la Mostra de Creadors/Intèrprets Emergents:

  • Un i un, no siempre son dos (Del 28 de septiembre al 1 de octubre de 2017). El trabajo de fin de carrera de Minerva Prat que ella misma define como "Creación propia, personal y emocional" y que nos habla del proceso de adaptación a la vida después de una ruptura sentimental de una pareja después de años de convivencia.

  • Entre. (Del 5 al 8 de octubre de 2017) donde el Col·lectiu Atemporal se inspira en el mito griego de Ícaro y lo traslada al paso de joven a adulto de Arnau. Aunque la vida te haga caer mil y una veces, es hora de volar.

Esta temporada, el Eòlia también busca sacar a la luz algunas obras poco o nada representadas, es el caso de El Cid de Pierre Corneille (que junto a Molière y a Racine son el tridente del neoclasicismo francés). Una pieza, dirigida por Josep Maria Vidal, en alejandrinos aparejados que supondrá el estreno de la nueva Jove Companyia de Teatre de Vers de Barcelona.

Del 25 al 29 de octubre es el turno de Federico García Lorca y La casa de Bernarda Alba de la Compañía Antzoki Teatteri. Un texto que desde ayer es más vigente que nunca, Bernarda representa como nadie la autoridad represora.



La primera semana de noviembre (Del 1 al 5) se podrá ver Invasió Subtil, un espectáculo que lleva dos temporadas de éxito en las mañanas para escuelas e institutos del Poliorama y que el Eòlia busca que llegue a un público más amplio de todas las edades. Paco Mir ha dramatizado 9 cuentos de Pere Calders, sus tres protagonistas interpretan un total de 33 personajes. Toda una tour de force!



Pero no sólo de teatro de texto vive el hombre, la Impro también estará presente en la nueva temporada del Eòlia con T.I.C.S (Secret Technology Improvisation Company) el 11 y el 12 de noviembre de la compañía Discret Impro. Un espectáculo que busca dignificar la Impro como género teatral, introduciendo al concepto de Impro las nuevas tecnologías, el público decidirá. Un dato más bien relevante: en la sala no hay cobertura.



Andrea Monje y Pablo Ley presentan 90 minutos, una versión de Alícia en el país de las maravillas (del 16 al 26 de noviembre de 2017). El mismo Ley hace doblete en las mismas fechas con el texto de Edgar Allan Poe, L'esfondrament de la casa Usher. De ambos afirma que les gusta investigar "crear cosas extrañas" y sobre todo tiene la necesidad de "abrir puertas a la nueva generación".



En la frontera entre noviembre y diciembre se presenta el primer espectáculo englobado dentro de ese Teatro Necesario, Khalid. L'heroi cosmològic (del 29 de noviembre al 2 de diciembre). Un trabajo de final de carrera que nos habla de la Guerra de Siria desde dentro.

Una de las reposiciones es Cinco Tonos de color azul que hace dos temporadas nació en La Seca Espai Brossa, más tarde recaló en la Sala Atrium y del 14 al 16 de diciembre lo acoge Eòlia dentro del Teatro Necesario. Un análisis del proceso de duelo dirigido por Paula Ribó.

Personalmente, uno de los espectáculos que más me llama la atención es Planeta Pària (del 14 al 25 de febrero), que ya se pudo ver la temporada pasada en tres funciones llenas a rebosar y que sabiamente se ha decidido recuperar.  La dirección y dramaturgia de Carla Torres nos vuelve a trasladar a la sci-fi, a un planeta donde no todo el mundo tiene su lugar garantizado, quienes no lo tienen, entre ellos los actores, tienen que concursar en un reality para conseguirlo. Según la propia Carla al escribir sus obras: "siempre me pongo en lo peor y luego vienen éstos y me dejan en rídiculo".

Coincidiendo con el Dia de la Mujer Trabajadora (¿?) llega Les associades al club dels ÚTERS PENEDITS (del 8 al 11 de marzo) también dentro del Teatro Necesario, un texto de la socióloga Corinne Maier. Todo un alegato feminista de una mujer que reflexiona de los pros y cons de haber tenido un hijo, mientras espera que su vástago salga de clase.


El último espectáculo de la temporada regular, al menos de momento es El rey de Gurugú (del 4 al 15 de abril de 2018) con dramaturgia y dirección de Ferran Joanmiquel. El texto que forma parte de la trilogía que componen La Crida y La Filla de Chagal nos traslada a la frontera Sur (Melilla) pero en vez de meterse en la piel de un inmigrante, nos encontraremos un perro. Mientras que el público seremos los inmigrantes, el perro será el encargado de explicarnos cómo será nuestra vida una vez saltada la valla. En este espectáculo ha colaborado el fotoperiodista Samuel Aranda con sus fotos.

ADEMÁS...

Además de la programación regular, Eòlia cuenta con dos ciclos ya consolidados en su programación:

  • #MondayMonday, un ciclo de conciertos teatralizados con las mejores voces del teatro musical de Catalunya. Esta temporada contará, fundamentalmente (siempre abiertos a sorpresas) a tres nombres: Carlos Gramaje (11 de diciembre de 2017), Toni Vinyals (12 de febrero de 2018) y Judith Tobella (5 de marzo del 2018). A final de temporada se celebrará el #BigMonday al Poliorama. Todos los intérpretes estarán acompañados por los finalistas de la Marató de Solistas MondayMonday.

  • #OperaGlam que busca acercar la ópera a nuevos públicos y que ha conseguido crear una cantera de artistas líricos muy jóvenes. En esta edición se busca sentir y indagar por aquellos trozos sueltos que todos escuchamos en las salas de espera de médicos diversos. Descifrar el hilo musical.

Y antes de cerrar la crónica, dos novedades a destacar:

  • Eòlia es la sala escogida por el Festival Mostra't, que organiza el Centre Cívic Parc Sandaru para mostrar la pieza ganadora (del 1 al 4 de marzo de 2018).

  • Vermut sense límits. Una muestra de piezas cortas basadas en la improvisación el 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Teatro como medio para mejorar la felicidad personal.

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TEXTO: FEDERICO GARCÍA LORCA
DIRECCIÓN y ESPACIO: ORIOL BROGGI
CREACIÓN MUSICAL: JOAN GARRIGA
INTÉRPRETES: IVAN BENET, ANNA CASTELLS, NORA NAVAS, PAU ROCA, CLARA SEGURA, MONTSE VELLVEHÍ y JUGUETÓN
MÚSICS: JOAN GARRIGA, MARIÀ ROCH y MARC SERRA
DURACIÓN: 1h 50min
FOTOGRAFIA: BITO CELS
PRODUCCIÓN: LA PERLA 29
BIBLIOTECA DE CATALUNYA


Tercero y último Lorca de la temporada. Reparto de lujo y una obra que quien más quien menos pone los pelos de punta. Quizás sea una de las obras que más ha sufrido el paso del tiempo, a nadie le debería escandalizar el adulterio ni las rivalidades entre familias, pero lo que sí escandaliza, o al menos debería, el profundo machismo que destila. Oriol Broggi ha sido muy fiel al texto, lo ha vuelto a llevar a su terreno, a esa Biblioteca de Catalunya, a esa tierra, a esa Andalucía.

Con la platea a cuatro bandas, hay que aprovechar todo el espacio para colocar una silla más, las entradas han volado, mi situación de privilegio, bien aconsejada, en la segunda fila de una de las gradas paralelas. Juguetón camina, trota pero tengo la suficiente distancia para que lo vea como si tuviera delante una pantalla. Una concesión de la obra, más allá del titular, la presencia de una caballo vivo en directo no aporta nada más que la incertidumbre de saber si estará bien domado o no. Una simple proyección, espacio sonoro o incluso realidad aumentada hubieran hecho el mismo efecto.

El cartel encabezado por Clara Segura y Nora Navas ya promete. Dos de las grandes en escena, y la verdad es que es todo un gustazo ver cómo desgranan las frases de Lorca, poesía pura. Lo que no logro entender es el cambio de personajes de la primera escena, quizás en busca de un lucimiento de la Clara Segura, ya desde bien empezada la obra, pero a tenor por la cantidad de escenas de las que es protagonista, no haría faltar despistar al espectador.

Al mano a mano de damas, le acompaña un excepcional Leonardo, interpretado por Ivan Benet, brillante en cada réplica pero que alcanza su culmen con el duelo poético que mantiene con la Novia, Clara Segura. Montse Vellvehí nos regala los momentos con más comicidad de la pieza dramática en su papel de criada.

Uno de los elementos por los que guardaremos estas Bodas de Sangre en la memoria es por el espacio sonoro de Damien Bazin y por la estupenda banda sonora de Joan Garriga. Todo un viaje, sin movernos del asiento (nuevos por cierto, pero igual de incómodos) a esa Andalucía de sueños, de cuentos y de algunos tópicos. No entiendo, pero la inclusión del catalán en una de sus letras, demasiado hermanamiento. 

Pero sin duda el elemento más flojo de la función es la iluminación firmada por Pep Barcons, no es que la Biblioteca de Catalunya sea un lugar fácil de iluminar y menos con una poco acertada disposición del espacio escénico a cuatro bandas, realmente parece que sería más propicio hacerlo a dos, a tenor por la cantidad de sombras con las que se “alumbran” los personajes. Demasiados momentos a oscuras, el ambiente sonoro es importante, pero Bodas de Sangre es una obra de piel, y la piel te la da una mirada, una expresión.

Y mientras la sangre es derramada, me doy cuenta de que no se me han puesto los pelos de punta, de que ha faltado no sé qué que me erizara la piel, ese sentimiento de haber visto una obra maestra, inolvidable. Se agradece el viaje a Andalucía, ver un reparto interpretar con una naturalidad aplastante la difícil poética lorquiana pero esta vez el duende no me ha embrujado.

BODAS DE SANGRE

by on 19:11
TEXTO: FEDERICO GARCÍA LORCA DIRECCIÓN y ESPACIO: ORIOL BROGGI CREACIÓN MUSICAL: JOAN GARRIGA INTÉRPRETES: IVAN BENET, ANNA CA...

TEXTO: FEDERICO GARCÍA LORCA
ADAPTACIÓN: MARC CHORNET y ANNA MARIA RICART
DIRECCIÓN: MARC CHORNET 
INTÉRPRETES: ALBA JOSÉ, MARTÍ SALVAT, XAVIER TORRA, ARIADNA FÍGOLS, ISABEL SORIANO, ROSER TÀPIAS y CRISTINA LÓPEZ
DURACIÓN: 1h 30min
PRODUCCIÓN: PROJECTE INGENU i TEATRE AKADÈMIA
TEATRE AKADÈMIA

Valga decir que tenía una visión completamente diferente de la que Marc Chornet y Anna Maria Ricart han mostrado en esta Yerma. Cuando la leí hace ya algunos años me pareció una de las obras más sombrías de Lorca, pero en este montaje de Projecte Ingenu hay mucha luz e incluso esperanza, cosa que nunca imaginé ver en un Yerma.

La adaptación ha contemporaneizado la acción, no sólo por la aparición de elementos que le dan un ligero anacronismo: una radio digital, un teléfono móvil o incluso un predictor, sino porque han eliminado, muy sabiamente, el recuerdo a la tradicción andaluza de palmas y "olés". Situada en un espacio atemporal, solamente el castellano de Lorca nos podía llevar a principios de siglo XX, pero en contadas ocasiones, el resto navegamos en un mundo rural, donde nos sumerge la preciosista escenografía de Laura Clos 'Closca'. Tierra, vides y una cama inerte nos dan la bienvenida a esta tragedia.

Alba José no ha querido caer en la lágrima fácil y durante los noventa minutos de duración, no hay más vida que la luz que desprende su mirada. Sus intentos por dejar de ser la comidilla de sus vecinas, sus "amigas" y la lucha por el honor, el honor de ser capaz de darle un hijo a su marido. Lejos del sentimiento de repudien de otras épocas, esta adaptación muestra a Yerma como la mujer heroína, no hay resentimiento, no se vence a quien no tiene nada que perder.

Marc Chornet vuelve al simbolismo que ya magistralmente plasmó en Hamlet, con un simple toque cambio en la escenografía, la vida que reflejan las vides en plena primavera verde, se vuelve marchita con la llegada del otoño. Acompaña a la maravillosa escenografía de la Closca el espectacular diseño de iluminación de David Bofarull, que alcanza su culmen con la escena de la noche de juega de Yerma y sus amigas.

Con Alba José como Yerma y Martí Salvat como Juan, excepcionales ambos. Sorpresa mayúscula la que nos regala Roser Tàpias, su muchacha más salvaje, deslenguada y rebelde que contrasta a la perfección con la muchacha de Cristina López más conservadora, mitad traidora, mitad naïf. La aparición de Isabel Soriano, la Vieja, le da esos puntos de comicidad tan necesarios que oxigenan con gran acierto la tragedia.

Ya lo podemos decir bien alto, Projecte Ingenu se ha consolidado, no sólo navega a la perfección en las aguas de Shakespeare sino que también le siente bien el traje de Lorca. Ah, y sin olvidarnos del gran regalo de la temporada pasada ese Churchill que nos dejó boquiabiertos. Yo sigo sin poder cerrar la boca. Olé!

YERMA

by on 21:05
TEXTO: FEDERICO GARCÍA LORCA ADAPTACIÓN: MARC CHORNET y ANNA MARIA RICART DIRECCIÓN: MARC CHORNET  INTÉRPRETES: ALBA JOSÉ, MARTÍ ...

AUTOR: FEDERICO GARCÍA LORCA
DIRECCIÓN: ÀLEX RIGOLA
INTÉRPRETES: NACHO VERA, PEP TOSAR, NAO ALBET, GUILLERMO WEICKERT, LAIA DURAN, DAVID BOCETA, JESÚS BARRANCO, PAU ROCA, MARÍA HERRANZ, JORGE VARANDELA, JAIME LORENTE, DAVID LUQUE, IRENE ESCOLAR, JUAN CODINA, JOSÉ LUIS TORRIJO
ESPACIO ESCÉNICO: MAX GLAENZEL
ILUMINACIÓN: CARLOS MARQUERIE
DURACIÓN: 1h 20min
FOTOGRAFIA: ROS RIBAS
PRODUCCIÓN: TEATRO NACIONAL DE CATALUNYA y TEATRO DE LA ABADÍA
SALA GRAN (TNC)

Escribo esta crítica pensando que soy incapaz de abarcar con mis palabras el brutal universo que describe Federico García Lorca en El Público. Inconmensurable obra llena de simbolismo, con una imaginación desbordante y que provoca diversas miradas sobre la obra, para los que sean capaces de sumergirse en ese universo y para aquellos, que aún sabiendo que hay cosas que se les escapan, optan por quedarse en una primera lectura, (a la salida de la sala siempre pueden leerse el magnífico programa de mano).

Con una Sala Gran recortada, con una escenografía de vibrante e imponente de Max Graenzel (con una iluminación poderosísima de Carlos Marquerie) que acompaña al espectador desde que éste entra por la puerta y le acompañará mucho tiempo después de la salida. Entre brillos y arena se dan cita los fantasmas del autor, sus miedos, sus frustraciones, sus deseos, la pulsión entre sus deseos más íntimos y lo que la sociedad marca, el teatro y la vida. Un teatro, que se ha aburguesado, ha dejado de interesarse por la vida, está muerto, y que Lorca a través del surrealismo intenta resucitarlo (las hormigas de Dalí o una Elena que no puede irse como si fueran los personajes burgueses de "El ángel exterminador" de Buñuel).

Pero teatro no es sólo texto, con una poesía y un puñal en cada verso, también es catarsis colectiva, brillantemente dibujada en en penúltimo cuadro, cuando Nao Albet canta "La canción del Pastor Lobo" y Laia Duran da luz a los versos a través de una hipnótica danza. Sin hacernos sangre, el último compás está marcado por esa desilusión que parece no tener fin y teñir la escena. Moribundo y sin opción, el teatro deja pasar a sus espectadores, que no han sido lo suficientemente valientes de presenciar la muerte en escena.

Federico García Lorca guardó en un cajón una obra que el pensaba que el público no estaba preparado para verla, después de acabar de escribirla en 1930. Hoy, y después de observar el comportamiento de la sala, no estoy del todo segura de que haya cambiado el signo de la afirmación. Gente abandonando su asiento antes de que acabarán los aplausos, ni el más mínimo bravo a una compañía, a la que una servidora hubiera estado aplaudiendo días, y para un texto, que a día de hoy está más vivo que nunca. El teatro sigue moribundo y sólo depende de nosotros resucitarlo, por lo que diría, y aunque no es de este texto, "tócala otra vez, Sam". Gracias, Rigola! 

EL PÚBLICO

by on 16:44
AUTOR: FEDERICO GARCÍA LORCA DIRECCIÓN: ÀLEX RIGOLA INTÉRPRETES: NACHO VERA, PEP TOSAR, NAO ALBET, GUILLERMO WEICKERT, LAIA DURAN, D...


Fuente: Alberto Ojeda (elcultural.com) | Foto: David Ruano

Àlex Rigola (Barcelona, 1969) dejará Venecia este verano, después de seis años al frente de la sección de teatro de la Bienal. Es el desenlace previsible al cambiar el festival de presidente. La costumbre es que el nuevo designe a su propio equipo. En este tiempo, el director catalán ha sembrado la capital véneta de laboratorios escénicos, en los que algunos tótems del teatro europeo han desarrollado los embriones de sus espectáculos fronterizos e híbridos. Muy difícil es deslindar ya en ellos la sintaxis teatral tradicional de la cultivada por las artes plásticas. Esa es la corriente que se impone en Venecia y cuya onda expansiva intenta abrirse paso en las carteleras. Tendrán que salvar inercias y prejuicios que pretenden encauzarla hacia un espacio marginal.

Tanta experimentación también ha calado en el trabajo Rigola, que no ha dejado de manufacturar sus propios montajes, cada vez con una vocación de vanguardia más explícita. Acaba de presentar en el Teatro Nacional de Cataluña su adaptación de Incerta glòria, el novelón de Joan Sales sobre la Guerra Civil, poco conocido hasta la fecha pero que va cobrando impulso. Al decir de algunos críticos, esta obra es lo más cerca que ha estado la narrativa catalana de Dostoiesvki. Y para octubre desvelará en la Abadía su versión del cóctel de abstracción y onirismo que Lorca derramó sobre El público. De todos estos trabajos (más bien desafíos) y de su fértil paso por la Bienal habla con El Cultural, al teléfono desde su casa en Barcelona, mientras sus dos hijos, de 6 y 8 años, se le van cayendo dormidos a su lado en mitad de la noche.

Llegó a Venecia con la intención de potenciar los talleres. ¿Han dado los frutos esperados?
Esta vez sí estoy safisfecho. Y mire que eso es difícil: soy insoportablemente autocrítico, rara vez me quedo contento con lo que hago. No quería reproducir el modelo de otro festival, sino hacer algo específico, adaptado a la idiosincrasia de una ciudad en la que casi todo el mundo está de paso. La idea era que grandes figuras organizasen talleres en los que sus participantes, casi todos profesionales jóvenes en proceso de asentar su personalidad artística, pudieran absorber su magisterio. Ellos se ponen a las órdenes del maestro pero la investigación es un esfuerzo conjunto. De esos laboratorios han salido algunos espectáculos y muchas conexiones. Todo en un ambiente muy cosmopolita, en una auténtica Babel escénica.

El Frinje ha redoblado su apuesta por los laboratorios y reducido la exhibición. Parece que su modelo va calando...
En Madrid impartirá de hecho un taller Carlota Ferrer, que ha estado en Venecia varios años. Quizá la diferencia es que el Frinje está pensado para un entorno más local, pero es cierto que hoy día juega un papel crucial, tras la desaparición del Escena Contemporánea. Las políticas públicas han dejado caer muchos festivales. Los más afectados han sido los que apuestan por un teatro que se funde con otras artes y que necesita más tiempo para implantarse por su carácter novedoso. Espacios como el Frinje son absolutamente necesarios. Las artes escénicas también necesitan su I+D para avanzar, como cualquier otro sector. El modelo de ensayar dos meses un texto ya escrito y estrenarlo después no le vale. Aquí el texto puede nacer en el propio taller, a partir del trabajo de cada día. Los recortes han dejado a España en una posición de inferioridad para competir en este terreno.

¿Cuáles son los países a la cabeza en I+D escénico?
Hay personalidades geniales que pueden aflorar en cualquier lugar. Pero se nota que donde el apoyo institucional es más fuerte, donde se plantan semillas, los resultados son mejores. Frente a Francia y Alemania, tenemos poco que replicar. Por ejemplo, es envidiable su canal de televisión, Arte, dedicado sólo a cultura y arte. Y el fenómeno de Bélgica es impresionante. De allí han salido Plattel, Lauwers, Fabre, Van der Keybus, Rosas... No es casualidad esa hornada.

Creo que no le tiene mucha fe al cacareado mecenazgo...
No son las empresas las que deben decidir la cultura de un país, son los ciudadanos. Una compañía se rige por la lógica de la rentabilidad. Difícilmente apostaría por un teatro experimental. Y hay que preguntarse también por el dinero que dejarían de ingresar las arcas públicas debido a las desgravaciones. Veo algo ingenua esa ilusión por el mecenazgo.

Volviendo a Venecia. No parece que sea fácil poner a remar coordinadamente a tanto gurú. ¿Cómo ha manejado todos esos egos revueltos?
Uno ya tiene cierto oficio. Hay que explicarlo todo muy bien de entrada. Todos han querido repetir, porque en Venecia pueden confrontar su trabajo con profesionales y tener una reacción directa e inmediata.

De España ha contado con Lluís Pasqual y con La Zaranda.
Pasqual ha desarrollado buena parte de su carrera en Italia, casi tanta como en España. Los italianos le conocen muy bien y les gusta. Por eso tenía sentido que estuviera aquí. Todo lo contrario con La Zaranda. Apenas se les conoce. Creo que era un regalo traer su personalísimo estilo. Eso es lo que busco: que vengan artistas reconocibles con un solo un trazo. Para mí La Zaranda es a las artes escénicas españolas lo que Tadeusz Kantor a las polacas.

¿Tiene intención de dirigir de nuevo un teatro u otro festival? ¿Hay ofertas?
Hoy mismo me acaban de llamar para proponerme encabezar un teatro con tres salas y les he dicho que no. Estar viviendo todo el tiempo con las maletas hechas no es sencillo. Esa es la vida del artista, a la que mi en caso se suma la de gestor. No descarto nada pero me apetece parar y centrarme en propios proyectos.

El último que ha presentado es Incerta glòria. ¿Qué aporta la voz de Joan Sales al numeroso coro de narradores que se han ocupado de la Guerra Civil?
La guerra no es la protagonista, sino el desencadenante de reflexiones filosóficas. Son pensamientos y dilemas propios de una persona que encara la senectud pero aquí están en boca de jóvenes de menos de 30 años, a los que la contienda los ha hecho envejecer aceleradamente. La novela se centra en el frente del Ebro, en la peripecia de un teniente republicano muy crítico con su bando. Kierkegaard está de fondo y la angustia existencial que implica la libertad de decidir sobre todo, desde la cuestiones más mundanas hasta si creer en Dios.

¿Y qué le ha empujado a El público?
La locura. Es un texto que me apasiona. No sé si llegaremos a la excelencia de Lluís Pasqual a mediados de los 80, un hito de la escena española. Me apetecía porque es una obra que cuestiona el papel del artista. Tiene un grado de simbolismo extremo pero la poesía lorquiana te permite saber qué terreno pisas en cada momento.

Algunos la consideran irrepresentable: por su carácter abstracto e inacabado...
Yo estoy cada vez más lejos de la lógica aristotélica, del teatro lineal con un planteamiento, un nudo y un desenlace. No entiendo por qué si en pintura hemos asumido perfectamente a Rothko, en teatro cuesta tanto asimilar ciertas propuestas. Creo en la sucesión de chispazos de belleza y de sugestión, sin agobiarme con el sentido y sin aburrir, claro.

¿Vio El público del Real?
No, pero se me hace extraño encerrar y acotar este texto en una partitura.

Ha dirigido tres óperas, la última, Madama Butterfly, en la Fenice, como parte de su compromiso con la Bienal. ¿Tiene una querencia natural hacia el género lírico o se aproxima a él sólo a golpe de encargo?
De la ópera me llama la música, que tiene ese componente dionisíaco que tanto me atrae. Te induce sensaciones imposibles de racionalizar, como la poesía. El problema es que lo que más me gusta de ella no se lo puedo ofrecer al público: es ensayar un dúo a las 10 de la mañana, cuando tu cuerpo está todavía arrancando para el nuevo día. Es un gozo esa intimidad. Los cantantes trabajan con el piano y no tienen la preocupación de atravesar con la voz una orquesta. Se relajan y dan lo mejor de sí mismos, con sencillez y sutileza, ajenos al histrionismo habitual de la ópera.

¿Sigue leyendo a Bolaño con ánimo de escenificarlo?
Sí, ya hay un nuevo proyecto en marcha pero no puedo decir mucho todavía. Parte de Chile y quizá acabe en coproducción con España.

Un idiota en la platea

Dice que hay montajes que le hacen sentirse un idiota. ¿Qué le lleva a esa impresión?

Es curioso que hay grandes actores de cine que cuando se suben a un escenario se convierten en momias antiquísimas. Te quedas alucinado. No sé qué piensan del teatro. Luego hay un tipo de director que te puntúa hasta los momentos en que debes reír. Por favor...

Denuncia que España ha sufrido un grave retroceso en las artes escénicas durante la crisis. Ahora que empezamos a ver algo de luz, ¿qué balance hace de estos ‘años críticos'?
Los avances cívicos de Europa habían ruborizado a muchos. La crisis se ha utilizado para desmantelarlos y ha dejado claro que el poder de los gobiernos es minúsculo frente al de las grandes corporaciones. Para el desmontaje es necesario anular el pensamiento, para lo que es necesario anular el conocimiento, para lo que es necesario anular la educación y la cultura. Y atiborrar a la gente de mucho fútbol. Que no falte en la televisión.


Entre Pasqual y La Zaranda

Serán 13 espectáculos los que se levanten en la Bienal. Asomarse a los nombres de sus autores es hacerlo a la historia de la vanguardia escénica europea en las últimas décadas. Veamos: Ostermeier, Castellucci, Latella, Richter, Lauwers, Marthaler... Este último abre la fastuosa programación con Das Weisse vom Ei/Une île flottante, obra inspirada en Le Poudre aux yeux de Eugène Labiche en la que retrata las trampas del lenguaje. El director suizo recogerá también el León de Oro. El de Plata tendrá destinataria catalana: la Agrupación Señor Serrano, capaz de importar desde el teatro los códigos del cine. En esa constelación de figurones, Rigola le ha hecho hueco a dos insignes representantes de nuestras tablas. Lluís Pasqual esgrimirá la finura de su Caballero de Olmedo y La Zaranda levantará acta de su pesimismo respecto al homo contemporaneus, sometido, a su jucio, al Régimen del pienso.

Font: Carles Capdevilla (ara.cat)
Felicitats per Doña Rosita la soltera.
Gràcies, és un plaer sortir a fer-la cada dia, tornar-la a sentir. La paraula de Lorca ens fa més bones persones. Ho deia el Joan Ollé [director del muntatge]: en aquests moments tothom hauria de veure una obra de Lorca, per decret. Amb les paraules de Lorca el públic es nodreix, se sent millor. Parla de coses molt vigents: l’espera, el pas del temps, la modernitat, les classes socials... I ho diu tot amb una bellesa que t’arriba amb el mateix efecte que si et posessis cremes bones. Sóc molt lorquiana.
Pesa ser la protagonista d’una obra al TNC?
No ho visc com un pes. És una obra coral, en sóc la protagonista i surto als cartells i tot, però fem molta pinya i l’obra s’ha d’explicar entre tots. Ara bé, també és cert que quan em va trucar el Joan Ollé, em deia: “Pensa que l’última persona que ho va fer va ser la Núria Espert”. A més, és una obra que Lorca va escriure per a la Margarida Xirgu. Tot això et dóna orgull i responsabilitat.
Et deixes dirigir bé?
Sí, sóc superbona alumna. Si noto que hi ha talent i que confien en mi, hi vaig i a totes, al que diguin.
Com t’has entès amb Mercè Arànega i Carme Elias?
Amb l’Arànega som semblants en un aspecte molt bèstia: som molt d’aquí, i molt d’embrutar-nos. La Carme és l’elegància, treballa més fi. Amb la companyia ens portem molt bé. Hem fet molta família, i jo crec que es veu a l’escenari. Jo no coneixia l’Enric Majó i me n’he enamorat perdudament, és un amor.
Suposo que el primer TNC de la teva vida devia fer impressió.
Va ser Calígula. La Carme Elias em donava una cosa per beure, recordo que és l’únic que feia. Només tenia una frase, i m’hi ficava tant en aquell moment! M’enrecordo de veure com treballaven al Nacional actors que ja havien fet quatre-cents Nacionals: si estaven d’esquena, potser de sobte badallaven. I jo pensava: “Què fan?”Jo estava d’esquena i tot ho sentia, tot ho patia, era una experiència brutal. I em deien: “No treballis tant, home!”
T’imaginaves que un dia series protagonista del TNC?
No, no planifico gens, sóc intuïtiva.
Però ara el que t’arriba tampoc t’espanta.
No, no. Sóc molt treballadora. Per exemple, en el cas de Doña Rosita, el Joan Ollé em va trucar per Sant Joan de l’any passat. Llavors em vaig aprendre el text. Després m’enrecordo de ser a la platja a l’estiu repassant. I s’ha estrenat al febrer. Per preparar-me per a l’obra vaig anar a Granada, a la Huerta de San Vicente, m’he llegit totes les conferències de Lorca... El que més m’agrada de la meva professió és aquest moment d’esponja. Vaig passejar-me “ por la calle de Elvira para arriba, para abajo, para arriba, para abajo...” Però aquestes coses les faig perquè em nodreixen la vida, no em serveix pensar només en la feina.
Ets una actriu de teatre?
Sí, i de cinema també. A la televisió sí que no m’hi trobo, de moment. Hi ha una cosa de la rapidesa de la feina que em tira enrere.
Vols bones frases.
M’interessa que el que transmeto tingui ressò en el públic, que nodreixi la societat en què vivim. Vaig començar ballant, i va haver-hi un moment en què tenia necessitat de transmetre, de la paraula, d’arribar més lluny.
La pel·lícula que has fet amb la Mar Coll, Tots volem el millor per a ella, us està donant alegries.
Moltes. Al Festival de Miami m’han donat el premi a la millor interpretació. El cine té aquesta cosa, tu ja l’has fet i es va veient, fa el seu camí.
El teu personatge, la Geni, no és gaire feliç.
És una dona que ha patit un accident. La part dolenta és que porta un any en recuperació, i això és molt traumàtic per a ella i per a la família. La part bona és que a partir d’aquest accident es comença a plantejar si és feliç amb la seva vida, amb el marit que té, amb la seva família, amb la professió que ha exercit. I sí que té com una semidepressió, perquè s’està desubicant. És una dona de 40 anys que passa per una altra infància i una adolescència, fins que torna a prendre decisions. I això pot ser molt traumàtic, pot ser molt trist, però alhora pot ser una oportunitat.
Ni la Rosita del TNC ni la Florència de Pa negre ni la Geni de Tots volem el millor per a ella no són personatges feliços.
No, ni còmics tampoc. Faig persones tristes-alegres, o melancòliques-alegres. Jo sóc molt alegre però també entenc molt la tristesa. Crec que l’he traspassat i la veig en la gent, la veig en la vida. La vida és trista, és brutal però trista. Que un dia s’acabi és trist.
Vols canviar de registre?
El Joan Ollé em va dir: “Et tornaré a tirar els trastos”, i li vaig dir: “Si no és comèdia no em truquis”. Necessito enamorar-me de noves històries, fer alguna cosa més lluminosa.
Ara pots triar?
Hi ha molta gent que em truca dient: “Ui, segur que estàs molt ocupada”, i dic: “Bé, no tant, tampoc”. Però sí que començo a tenir l’agenda una mica més plena, més projectes. Alguna vegada també em trobo dient no, eh? Poder triar és meravellós.
El que et converteix en un nom és Pa negre?
Sí, el canvi més gran és que em truqui l’Agustí Villaronga per fer de Florència. Jo he fet dues pel·lícules de dos directors catalans en català. I una va arribar al Japó, on vam anar a presentar Pa negre. I ara hem anat a Miami amb Tots volem el millor per a ella, una pel·lícula catalana amb una actriu que parla en català. He sigut dues vegades nominada als Goya com a protagonista amb papers en català [El va guanyar amb Pa negre]. És que gairebé m’haurien de fer...
La Creu de Sant Jordi, com a mínim.
Esclar. I a Madrid deia: “També ser fer pel·lícules en castellà, eh?” Tampoc creguis que em truquen tant els directors coneguts de Madrid. Això sí, al juliol faré una pel·lícula amb la Gracia Querejeta, i me n’alegro perquè és com entrar en un altre món.
Recentment has fet una pel·lícula sobre Carmen Amaya.
Sí, en una TV movie amb la Judith Colell. S’estrenarà el 4 de juny. Hi interpreto una bailaora d’aquí que vol fer un homenatge a Carmen Amaya. Em vaig preparar, vaig estar un mes amb una bailaora, va ser una experiència molt maca. Això sí, els genolls em van quedar destrossats!
I ara continues flamenca?
No. Saps què em passa? Quan he de preparar un personatge, m’hi fico a fons. Però sóc apassionada en càpsula, en un temps determinat. Vaig anar a Granada, vaig estar al Sacromonte, vaig anar a veure tots els tablaos, em vaig fer superamiga de la bailaora, vaig anar a veure també tots els t ablaos de Barcelona... Llavors faig la peli i faig clac!: s’acaba.
Renoves les passions.
I més en la meva professió, que em permet la sort d’entrar en un altre món. M’agrada allò de la intensitat del moment.
T’espanta fer una obra comercial?
El que m’espanten són alguns textos. Si comercial vol dir que es comerciarà més i vindrà més gent, n’estic encantada. Si comercial vol dir que perquè arribi a més gent ha de ser més buit, no m’interessa. En una comèdia lleugera que a mi no em fa gràcia no m’hi puc ficar.
El teatre i el cinema continuen en crisi?
El teatre no tant, genera una necessitat més gran, veig la gent amb ganes d’aquesta catarsi col·lectiva, de veure passions humanes. Si de cas, pateix la crisi només perquè amb l’IVA la gent troba que les entrades són cares. Però al cinema sí que hi ha molta dificultat, perquè el cinema requereix molts diners per començar. N’estem fent perquè tothom té moltes ganes de treballar i perquè no volem que es pari la indústria, però en realitat no es pot fer. Necessita moltes ajudes, necessita un suport privat, necessita que s’abaixi l’IVA...
M’has dit que vas començar ballant?
Sí, als 4 anys. Anava a l’escola de la Coco Comín, que era una coneguda de la meva família. Ella acabava d’obrir l’escola, m’hi van ficar i em va encantar. Hi anava amb la meva cosina, que com que plorava en cada classe la van acabar traient. I jo encantada amb el meu tutú. Feia jazz i ballet.
Als 4 anys un tutú deu fer il·lusió.
Però a la meva filla gens, eh? Té sis anys i és de xandall total. No la porto a dansa, no sóc tan sacrificada com a mare.
Quan et va arribar el teatre?
Tard, tard. Primer vaig fer molta dansa. Recordo aquells festivals de nena, on ja em posaven a l’estil Shirley Temple: Yo soy aquel negrito del África tropicalEl Mago de Oz... Vaig començar a estudiar humanitats a l’Autònoma i fèiem més assemblees que classes. Vaig fer fins a tercer. Anava molt a l’Aula de Teatre. Vam fer una obra, Receptes culinàries de Romeu i Julieta, escrita per nosaltres. M’enrecordo de ser a la plaça de l’Autònoma tirant cireres... Però jo anava al teatre i m’avorria. I pensava: “Com em puc dedicar a una cosa que m’avorreix com a espectadora?” S’apagaven els llums i pensava: “Ai, és que ja m’imagino tot el que passarà”. I m’enrecordo d’un espectacle de les Metadones que em va encantar, La Bernarda es calva. Ho feien al Malic, i allà vaig veure que hi havia altres maneres de fer teatre, altres tipus de teatre. I no em vaig començar a considerar actriu fins que vaig tornar de Buenos Aires, on vaig viure un any.
Ui, ordenem-ho, que em perdo.
Després del meu pas per humanitats vaig fer les proves d’accés a l’Institut del Teatre. Vaig deixar-ho a segon curs. I em va sortir una feina, la primera de la meva vida, a Canal Plus. Era un programa infantil que es deia Más o menos multiplicado o dividido. Era el moment vaques grasses de Canal Plus. Vaig marxar de casa, vaig llogar un pis, vaig estar tres anys treballant-hi i després ja me’n vaig anar a Buenos Aires.
Per què Buenos Aires?
Va venir la tongada de directors argentins, el Javier Daulte amb la Gabriela Izcovich van fer un curs a la Sala Beckett, i a tres actrius d’aquí ens van proposar de fer una coproducció amb ells. Van ser tres mesos, però em vaig enamorar i m’hi vaig quedar. Em vaig enamorar, de tot. Em vaig fer sòcia del Boca, cada diumenge anava a la cancha, la pizza, el tango...
Ets apassionada, ja ho veig.
Era la més portenya de tots, i amb molta consciència social. Va ser l’època del corralito, vaig ser piquetera... De tot. Amb un any vaig fer una feinada.
Vius intensament.
Sí, sí, a mi m’agrada viure les coses. I esclar, als 21 anys, imagina’t. Reia molt, m’agradava molt. Vaig anar a veure una obra de Dostoievski on només entrar et donaven unchupito de vodka. L’obra començava per allà. I deies: “Ostres, això sí que m’agrada”.
Si d’aquí 10 anys et torno a entrevistar, què haurà passat? Continuaràs fent d’actriu?
El Javier Daulte em va dir que hi estava condemnada.
Continuaràs vivint a Barcelona?
Segurament. Tot i que de fet sóc de Barcelona i visc a Vallvidrera.
Buenos Aires o Hollywood et farien canviar?
Hollywood no. Buenos Aires sí. M’atrau molt. M’atrau sentir-me a gust amb el meu idioma. Anar-me’n a Sud-amèrica m’interessa, m’agrada el cinema mexicà, l’argentí, l’uruguaià... Però amb la nena m’ho haig de pensar més.
Tenies clar que volies ser mare?
Des de petita ja volia ser mare. Però em va costar una mica decidir-m’hi perquè vinc d’una família de pare arquitecte i mare molt de casa, sempre present: arribaves a casa i sempre hi trobaves el sopar fet, el dinar fet, amb flors... Vaig haver d’acceptar que jo als vespres no hi seria, que no sempre podria recollir la meva filla a l’escola. La nena l’he portat al camerino, i mentre jo em maquillava ella anava dibuixant. Ella estava encantada, però jo pensava: “Ai, un altre diumenge aquí al camerino...”
Tens molta vida social?
No, no. Sóc d’estar a casa i sóc molt d’amigues, però de vida social poca cosa.
Estàs pendent del que diuen de tu?
No tinc Facebook i sóc molt poc d’ordinador, de mails. Però el meu representant em va dir que havia de tenir Twitter, me’n vaig fer i ara em diu: “Però primer has de tenir seguidors”... El cas és que m’agrada molt més anar a caminar per Vallvidrera. Faig ioga, cuinar m’agrada. La vida tranquil·la.
El perfil
Tothom va començar a parlar de Nora Navas (Barcelona, 1975) fa tres anys, quan va guanyar el Goya a la millor actriu pel film Pa negre.
Però per a molts espectadors la Nora ja era una vella coneguda. Amb una sòlida carrera al teatre i la televisió, l'actriu havia aconseguit ficar-se a casa de molts catalans gràcies a la seva aparició en sèries com El cor de la ciutat i Ventdelplà.
Riallera i raonadora, Navas és una actriu que dota de gran profunditat els papers que interpreta. Ho va fer ficant-se en la pell d'una dona turmentada a la recent Tots volem el millor per a ella, de Mar Coll.
I ho torna a fer, aquest cop al teatre i sota la direcció de Joan Ollé, transformant-se en Doña Rosita a l'obra Doña Rosita o el lenguaje de las flores, de Lorca. La podeu veure a la Sala Gran del TNC fins al 6 d'abril.