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Por Elisa Díez (Butaques i Somnis)

Esta mañana se ha presentado la nueva temporada del Teatre Eòlia bajo la conmoción de lo ocurrido el día anterior a nivel político y social, la rueda de prensa no podía empezar de otra manera, que con una contundente condena y una declaración de intenciones por parte de Rosa Galindo, directora artística del espacio: "Aunque no existiera libertad de expresión, seguiríamos haciendo teatro, político, comprometido y con humor".

Antes de dar el turno a las compañías se reafirmó en el espíritu que desde su apertura ha caracterizado a la sala del Eixample: "Seguimos apostando por intérpretes emergentes, salidos o alumnos de nuestra escuela, o también de otras escuelas de interpretación de la ciudad". Su línea de programación sigue apostando por el Teatro Necesario, aquel que engloba memoria, identidad, hechos silenciados, personas excluidas...

La temporada se abrirá el próximo fin de semana con la primera de las dos propuestas englobadas en la Mostra de Creadors/Intèrprets Emergents:

  • Un i un, no siempre son dos (Del 28 de septiembre al 1 de octubre de 2017). El trabajo de fin de carrera de Minerva Prat que ella misma define como "Creación propia, personal y emocional" y que nos habla del proceso de adaptación a la vida después de una ruptura sentimental de una pareja después de años de convivencia.

  • Entre. (Del 5 al 8 de octubre de 2017) donde el Col·lectiu Atemporal se inspira en el mito griego de Ícaro y lo traslada al paso de joven a adulto de Arnau. Aunque la vida te haga caer mil y una veces, es hora de volar.

Esta temporada, el Eòlia también busca sacar a la luz algunas obras poco o nada representadas, es el caso de El Cid de Pierre Corneille (que junto a Molière y a Racine son el tridente del neoclasicismo francés). Una pieza, dirigida por Josep Maria Vidal, en alejandrinos aparejados que supondrá el estreno de la nueva Jove Companyia de Teatre de Vers de Barcelona.

Del 25 al 29 de octubre es el turno de Federico García Lorca y La casa de Bernarda Alba de la Compañía Antzoki Teatteri. Un texto que desde ayer es más vigente que nunca, Bernarda representa como nadie la autoridad represora.



La primera semana de noviembre (Del 1 al 5) se podrá ver Invasió Subtil, un espectáculo que lleva dos temporadas de éxito en las mañanas para escuelas e institutos del Poliorama y que el Eòlia busca que llegue a un público más amplio de todas las edades. Paco Mir ha dramatizado 9 cuentos de Pere Calders, sus tres protagonistas interpretan un total de 33 personajes. Toda una tour de force!



Pero no sólo de teatro de texto vive el hombre, la Impro también estará presente en la nueva temporada del Eòlia con T.I.C.S (Secret Technology Improvisation Company) el 11 y el 12 de noviembre de la compañía Discret Impro. Un espectáculo que busca dignificar la Impro como género teatral, introduciendo al concepto de Impro las nuevas tecnologías, el público decidirá. Un dato más bien relevante: en la sala no hay cobertura.



Andrea Monje y Pablo Ley presentan 90 minutos, una versión de Alícia en el país de las maravillas (del 16 al 26 de noviembre de 2017). El mismo Ley hace doblete en las mismas fechas con el texto de Edgar Allan Poe, L'esfondrament de la casa Usher. De ambos afirma que les gusta investigar "crear cosas extrañas" y sobre todo tiene la necesidad de "abrir puertas a la nueva generación".



En la frontera entre noviembre y diciembre se presenta el primer espectáculo englobado dentro de ese Teatro Necesario, Khalid. L'heroi cosmològic (del 29 de noviembre al 2 de diciembre). Un trabajo de final de carrera que nos habla de la Guerra de Siria desde dentro.

Una de las reposiciones es Cinco Tonos de color azul que hace dos temporadas nació en La Seca Espai Brossa, más tarde recaló en la Sala Atrium y del 14 al 16 de diciembre lo acoge Eòlia dentro del Teatro Necesario. Un análisis del proceso de duelo dirigido por Paula Ribó.

Personalmente, uno de los espectáculos que más me llama la atención es Planeta Pària (del 14 al 25 de febrero), que ya se pudo ver la temporada pasada en tres funciones llenas a rebosar y que sabiamente se ha decidido recuperar.  La dirección y dramaturgia de Carla Torres nos vuelve a trasladar a la sci-fi, a un planeta donde no todo el mundo tiene su lugar garantizado, quienes no lo tienen, entre ellos los actores, tienen que concursar en un reality para conseguirlo. Según la propia Carla al escribir sus obras: "siempre me pongo en lo peor y luego vienen éstos y me dejan en rídiculo".

Coincidiendo con el Dia de la Mujer Trabajadora (¿?) llega Les associades al club dels ÚTERS PENEDITS (del 8 al 11 de marzo) también dentro del Teatro Necesario, un texto de la socióloga Corinne Maier. Todo un alegato feminista de una mujer que reflexiona de los pros y cons de haber tenido un hijo, mientras espera que su vástago salga de clase.


El último espectáculo de la temporada regular, al menos de momento es El rey de Gurugú (del 4 al 15 de abril de 2018) con dramaturgia y dirección de Ferran Joanmiquel. El texto que forma parte de la trilogía que componen La Crida y La Filla de Chagal nos traslada a la frontera Sur (Melilla) pero en vez de meterse en la piel de un inmigrante, nos encontraremos un perro. Mientras que el público seremos los inmigrantes, el perro será el encargado de explicarnos cómo será nuestra vida una vez saltada la valla. En este espectáculo ha colaborado el fotoperiodista Samuel Aranda con sus fotos.

ADEMÁS...

Además de la programación regular, Eòlia cuenta con dos ciclos ya consolidados en su programación:

  • #MondayMonday, un ciclo de conciertos teatralizados con las mejores voces del teatro musical de Catalunya. Esta temporada contará, fundamentalmente (siempre abiertos a sorpresas) a tres nombres: Carlos Gramaje (11 de diciembre de 2017), Toni Vinyals (12 de febrero de 2018) y Judith Tobella (5 de marzo del 2018). A final de temporada se celebrará el #BigMonday al Poliorama. Todos los intérpretes estarán acompañados por los finalistas de la Marató de Solistas MondayMonday.

  • #OperaGlam que busca acercar la ópera a nuevos públicos y que ha conseguido crear una cantera de artistas líricos muy jóvenes. En esta edición se busca sentir y indagar por aquellos trozos sueltos que todos escuchamos en las salas de espera de médicos diversos. Descifrar el hilo musical.

Y antes de cerrar la crónica, dos novedades a destacar:

  • Eòlia es la sala escogida por el Festival Mostra't, que organiza el Centre Cívic Parc Sandaru para mostrar la pieza ganadora (del 1 al 4 de marzo de 2018).

  • Vermut sense límits. Una muestra de piezas cortas basadas en la improvisación el 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Teatro como medio para mejorar la felicidad personal.

+ INFO AQUÍ




Fuente: Elisa Díez (Butaques i Somnis)

El Teatro Goya seguirá su apuesta por el teatro musical en la temporada 15-16. El 12 de septiembre y tan sólo 3 semanas estará en cartel Allegro, el nuevo espectáculo de Cor de Teatre dirigido por Paco Mir en la dirección escénica y David Costa en la dirección musical. Allegro indaga en la relación cotidiana que las personas tenemos con la música. Según Paco Mir: "Nos despertamos con música, viajamos con música, escuchamos las noticias con música, compramos con música, esperamos con música, sentimos que la música que se escapa de habitaciones, de auriculares, de coches, de teléfonos; nos cruzamos con músicos por la calle, con cantantes que gritan en los bares. Cantamos a los bebés para que se duerman, para entretenerlos y para recordarles que 365 días de música ininterrumpida hacen un año y que sumando años llegará un día que nos despidamos con música".

Catorce cantantes a cappella explorarán y borrarán la frontera entre la música clásica y el humor visual más sofisticado, para que entendamos que lo que nos rodea está decorado por un arte sin el cual no entenderíamos el misterio llamado vida.

Allegro está compuesto de 20 sonatas, valses y óperas reconocibles por el gran público: desde la Danza Húngara de Brahms hasta el Claro de Luna de Debussy, pasando por Las cuatro estaciones de Vivaldi. Un espectáculo para todos los públicos de diferentes edades y nacionalidades; en el que el único lenguaje es la música y el gesto.



Fuente: Fernando Díaz de Quijano (elcultural.es)

Tricicle acaba de cumplir 35 años. Cada nuevo espectáculo del trío de cómicos formado por Paco Mir, Carles Sans y Joan Gràcia conlleva unos cuatro años de gira, así que más o menos coinciden los aniversarios redondos entre uno y el siguiente. Este nuevo cumpleaños lo celebran volviendo a Madrid con Bits, un espectáculo en el que el mundo de la informática, internet y las redes sociales sirve de nexo para hilar un gag detrás de otro a un ritmo frenético. Aún les queda cuerda, pero sus miembros, y sobre todo Mir, al que le atrae cada vez más la dirección -La banqueta, Los sobrinos del Capitán Grant, Candide...-, comienzan a planear el “hasta siempre” de su 40° cumpleaños para poder dedicarle más tiempo a sus proyectos individuales.

Ya presentaron Bits en Madrid en 2012. ¿Cuánto les queda de gira con este espectáculo?
Estaremos en Madrid tres meses y tenemos gira aún hasta el verano de 2016.

¿Y luego?
Cuando acabemos con Bits coincidirá más o menos con el 40° aniversario de la compañía. Haremos un grandes éxitos como el que ya hicimos a los 20. Ofreceremos 40 sketches para que el público elija cuáles quiere ver cada noche.

¿Se retirarán entonces como han dado a entender alguna vez para dedicarle más tiempo a sus proyectos personales?
Bueno, la verdad es que tenemos ganas de hacer sin prisas otras cosas aparte de Tricicle y que ahora tenemos que hacer con prisas. Tricicle nos absorbe tanto que todo lo que dirigimos aparte lo tenemos que hacer encajar como un puzle y con sólo tres o cuatro bolos en días sueltos... Me apetece dedicarme a otros aspectos de la profesión que son tan interesantes como actuar.

¿Por qué le gusta Tricicle a todo tipo de públicos?
Porque tenemos un abanico muy amplio de tipos de humor, no es solo político, ni sexual, ni tonto, ni blanco, hay para todos los gustos. En nuestros espectáculos un padre y un hijo se pueden reír de lo mismo. Ya se sabe, familia que ríe unida permanece unida. Queremos que los espectadores se conviertan en niños. Si alguien no se mete en la historia, sólo verá a tres tíos haciendo el tonto y jamás se reíra. Por otra parte, en un espectáculo metemos unos 300 gags, así que hay muchas oportunidades para reírse. Si no te gusta uno, te gustará el siguiente.

¿Cómo construyen sus gags? ¿Parten de una idea compleja y la van pelando hasta dejarla en lo básico o al revés?
A menudo partimos de una idea básica a la que vamos añadiendo cosas, y otras veces tienes el concepto y de ahí vas sacando otras pequeñas ideas. Lo más difícil es encontrar el principio y el final de un gag. En el humor hay que acabar siempre muy alto. Lo que nunca hacemos es añadir cosas superfluas, si algo no es imprescindible lo quitamos.

Después de tres años con Bits. ¿Aún es válido el tópico de que cada función es distinta?
Sí, esa es una de las dos magias del teatro. La otra es que a veces puedes desear estar en la otra punta del mundo haciendo otra cosa, pero cuando subes al escenario hay un “clic” que te convierte en actor y dejas de ser la persona aburrida que hace diez segundos estaba entre cajas. Es la misma magia que transforma a un neurocirujano que hace un momento estaba tomándose un café y ahora está operando un cerebro.

¿Encontrarán cosas nuevas los espectadores madrileños que ya vieron Bitsen 2012?
Sí, hemos incorporado gags nuevos. Es la ventaja de ser actores y directores a la vez, nos permitimos improvisar. Y como somos muy exigentes, si algo no funciona dos noches seguidas, lo quitamos.

¿Parodian las nuevas formas de comunicación y relaciones sociales que potencian internet y los nuevos dispositivos?
Hacemos unas parodias muy pequeñas, porque el mundo de la comunicación cambia tan rápido que el espectáculo se nos habría quedado ya obsoleto, pero sí que hacemos guiños a Twitter, Facebook y demás.

¿Han encontrado en el concepto de bit (la unidad básica de información digital), un símbolo de su propia identidad como cómicos?
No sé si tanto, pero sí que inconscientemente nos hemos acercado más a la “unidad mínima de gag”. Este es un espectáculo de 12 sketches diferentes que contienen muchos gags a un ritmo frenético. Cada vez somos capaces de hacer más cosas en menos tiempo.


Font: Jordi Bordes (elpuntavui.cat)
A l'ensopegada general de l'increment de l'IVA cal afegir la sotragada de mitja dotzena d'actors que han hagut d'abandonar un muntatge per una lesió temporal. És evident que l'actuació en directe porta intrínsec aquest risc, però també és cert que mai com en aquests mesos s'han multiplicat unes baixes laborals que, d'altra banda, s'han produït majoritàriament fora d'escena. Aquesta és una llista prou representativa d'aquests mesos horribilis de l'escenari català.
La primera baixa sonada va ser la d'Anna Lizaran. Unes molèsties li feien impossible assumir un paper monstruosament gegantí com el de Valère a La Bête. Va agafar la baixa, pocs dies abans de l'estrena, que es va haver d'ajornar tres setmanes perquè Jordi Bosch la substituís. Es va estudiar fer un canvi de papers dins de la companyia per provar de reduir l'endarreriment de les funcions. Es va descartar. Bosch es va presentar aclarint que quan Lizaran es recuperés, recuperaria el seu lloc protagonista. En realitat, el canvi de repartiment va implicar també una reducció de la gira, ja que Bosch no va voler faltar al compromís de l'espectacle, en el qual ja estava contractat. Lizaran té emparaulat, com a mínim, un altre gran projecte, amb dramatúrgia de Pau Miró al Teatre Lliure. Ja quan es va presentar, no tenia data reservada.
Maife Gil lluïa un paper protagonista a la comèdia sentimental Noies de calendari. Quan feia poques setmanes que estava en cartell, es va fer mal al peu i va ser impossible seguir amb la representació. Va cobrir la baixa Carme Balagué. L'obra aspirava a fer estada fins a passar el Nadal al Poliorama. Finalment, tampoc acompanyaven les dades a taquilla i es va haver de retirar a finals de novembre.
Sol Picó tenia una temporada prometedora a Barcelona. Perquè presentava al TNC l'espectacle Memòries d'una peça (estrenat a Temporada Alta aquesta tardor) i repescava El llac de les mosques al Romea. Una lesió al menisc de la mateixa ballarina el mateix dia de l'estrena a Salt ha implicat l'anul·lació de funcions del Romea. Probablement, sí que es pugui mantenir la funció al TNC (del 4 al 14 de juliol).
Pere Arquillué es va trencar el menisc coincidint amb l'estrena de Cyrano al Centro Dramático Nacional. Simplement, es va endarrerir l'estrena un dia. Ara, l'actor haurà de trobar alguna temporada per fer-se una operació abans que la lesió esdevingui crònica. Sí que ha estat definitiva la lesió de Rosa Raluy. En el pont de desembre va caure en plena actuació i es va trencar tíbia i peroné. Debutava en el seu exercici aeri en tela de seda.
També en el camp del circ s'ha produït l'última baixa laboral coneguda. Es tracta de Jeremias Faganel, que es va lesionar a l'esquena mentre practicava a la perxa xinesa, pocs dies abans de l'estrena. La troupe d'El dorado va decidir mantenir totes les funcions, tot i que rebaixant l'exigència física a aquest acròbata, endarrerint l'estrena oficial una setmana. A partir del 21 de desembre ja es representa l'espectacle amb tots els exercicis acrobàtics previstos. La temporada s'acabarà el 13 de gener. També ha causat baixa al Romea Forests, a causa d'una baixa imprevista d'una actriu anglesa. Estrenada a Birmingham, ha fet una única funció a Catalunya. L'entrada al Romea ja va ser in extremis. Ara, s'ha descartat pel cost que significaria repetir assajos amb una nova actriu que la substituís.
L'única alta
L'any passat, l'única baixa va ser la de Francesc Orella. Pocs dies abans de l'estrena d'Hedda Gabler va relliscar a l'estació de Valldoreix i es va trencar el peu. El va substituir el director, David Selvas. Ara Orella està en forma. De fet, aquesta és la seva temporada al Lliure: va encadenant una producció darrere l'altra. De fet, tindrà el privilegi de poder representar el paper d'Hedda Gabler, ja que gràcies a l'èxit de l'any passat, es va decidir reprogramar.

Si un actor es cura, no recupera el seu lloc titular

La tradició marca que si algun actor o actriu en substitueix un altre per qualsevol raó, aquest manté el seu nou paper fins que la producció continuï viva. Per això s'entenen les dèries dels artistes a cuidar-se molt, sobretot quan tenen un repte a escena. Si els intèrprets que tenen papers protagonistes no solen trigar a tenir una nova oportunitat, molt més difícil és recuperar el lideratge en les proves de càsting per als personatges secundaris. Per això, és doblement dolorós haver de deixar una producció per una lesió fortuïta.
En el cas de les actrius, sempre han considerat una raó d'arraconament la seva maternitat. L'excepció són actrius com ara les de T de Teatre, que, empresàries i actrius alhora, van saber donar-se temps i substitucions per poder afrontar els naixements dels seus fills, durant uns quants anys. Les gires no afluixaven; les substitucions no eren gens traumàtiques.
De substituts que han quedat per sempre, n'hi ha un bon grapat. Un dels més sonats és Paco Mir. En els inicis de Tricicle, Joan Gràcia i Carles Sans van necessitar un substitut, perquè el tercer membre del grup els va deixar a l'estacada pocs dies abans d'un festival de mim. Necessitaven un recanvi. Sans coneixia un company. Gràcia proposava Mir. Primer Sans va trucar al seu amic. Comunicava. Van anar a l'altra opció. Mir era a casa. I ara és Tricicle indiscutible.

Fuente: Benjamín G. Rosado (www.elcultural.es)

El escenario del Teatro Arraiga ha sido muchas cosas, pero nunca antes un ordenador portátil. Así lo exige el guión de Bits, el octavo espectáculo de Tricicle, que se estrena esta tarde en Bilbao y estará en cartel hasta el 30 de septiembre. A golpe de ratón, Joan Gràcia, Carles Sans y Paco Mir presentan el que podría ser su último trabajo juntos, una sucesión frenética de gags y sketches sobre los sinsabores de la vida moderna que incluye un homenaje a Les Luthiers. "Si un bit es la unidad mínima de información -avanza Paco Mir- un gag es la unidad mínima de humor". 

La obra es un tótum revolútum. ¿De dónde viene la ideal del bit?
Vaya por delante que no es una obra informática. Lo del bit sirve de pretexto para comprimir una serie, casi infinita, de sketches que van sucediéndose de pantalla en pantalla, buscando la mayor tasa de densidad de gags por minuto. Nos atrajo la idea, el nombre de Bits, porque, como todos nuestros espectáculos, acaba en "it" o "ic" y también por el sentido que tiene como unidad mínima de información. El bit está en todas partes, puede ser el píxel de una fotografía o la letra de una novela... Esa idea nos sedujo mucho.

¿Cuál es el argumento?
Bits es un espectáculo digital en código de gags trinario. Hablamos de muchas cosas, y entre ellas, claro está, de algunos disparates informáticos. El escenario en este caso es digital, nos movemos a golpe de ratón por un portátil gigante de varias pantallas, que funcionan como links entre los diferentes sketches y textos. Porque en este espectáculo, además de gestos, hay mucha palabra.

¿Qué es lo más dramático que le ha sucedido como usuario de internet?
La tecnología es traicionera. Me refiero a ese momento en que, de pronto, pierdes un giga de documentos. Da igual que hagas copias de seguridad. Es algo que pasa con cierta regularidad, cada año, más o menos, no importa que hagas cientos de copias en discos duros. Al final esas copias se sobrescriben sobre versiones de trabajos que, un día, te da por recuperar. En un par de ocasiones he llegado a perder una obra en avanzado estado de gestación. Afortunadamente, me meto tanto en mis textos que, cuando los termino, soy capaz de recitarlos.

A 18.104 personas les gusta Tricicle en Facebook. Lo del teatro desde la pantalla del ordenador ¿es factible?
Difícil de decir. Por un lado, no me imagino a la gente yendo al teatro dentro de un cine, como sucede ahora con la ópera. En la ópera puedes cerrar los ojos y dejarte llevar por la música, que es el 80% de la experiencia. Entonces cualquier podría decir que las pantallas no están hechas para el teatro, pero todos recordamos el éxito que tuvo el Estudio 1 en su momento... También están las adaptaciones al cine, como la reciente Un dios salvaje de Polanski. Claro que ahí las cámaras salvan la frontalidad y nada es lo mismo.

¿En qué consiste el homenaje a Les Luthiers?
Nuestra idea era usar un texto completo de Les Luthiers, pero optamos finalmente por reunir de aquí y de allá diferentes fragmentos, con la presencia de la voz de Marcos Mundstock, para luego recrear nuestra propia atmósfera. En ese sentido, la obra funciona como un puzle caótico y armónico al mismo tiempo.

Se han empeñado en mantener el precio de las entradas para compensar la subida del IVA...
No nos quedaba otra. Lo que el Gobierno le está haciendo al teatro es una puñalada trapera. No tiene otro nombre. Realmente no se dan cuenta del daño que nos están haciendo...

¿Es cierto que Bits podría ser su último espectáculo como compañía?
Podría ser. Porque... en fin, ya tenemos una edad. Lo de separarnos no es una cosa que nos hayamos propuesto. Simplemente somos conscientes de que el escenario cada vez nos pesa más. Además, la vida media de nuestras obras es de cuatro años. Vamos a estar mucho tiempo de gira con Bits. Luego quién sabe lo que pasará. Quizá no volvamos a trabajar nunca juntos o puede que nos reunamos para celebrar las cuatro décadas de la compañía. El tiempo lo decidirá.


Paco Mir, el más ecléctico y seriecito de los tres miembros de Tricicle, mítico grupo teatral nacido en la Cataluña de los años setenta, está como si hubiera hecho las Américas. En pocos días estrena en Madrid tres trabajos suyos, muy distintos entre sí y ninguno como actor de Tricicle, su faceta más conocida. Primero llega (del 8 de marzo al 1 de abril) Roma, una tragicomedia escrita hace cinco años, pero inédita sobre los escenarios, que ha puesto en pie Azarte, una pequeña y activísima sala de teatro, del madrileño barrio de Chueca con dirección de la argentina afincada en España Paola Matienzo. En los Teatros del Canal (sólo los días 11, 14, 16 y 18) dirige una deliciosa opereta, Candide, con sofisticado libreto de Lilian Helman y música de Bernstein, en la que han colaborado otros grandes como Stephen Sondheim. Por último y en el mismo teatro, pero en otra sala (del 22 de marzo al 8 de abril) se presenta ¡Qué desastre de función! Un montaje en el que Mir ha hecho la versión al texto que el propio autor, Michael Frayn, ha revisado en varias ocasiones.
Candide supone el estreno de la obra en castellano (antes hubo una versión catalana de Xavier Albertí), y se trata de una pieza marcada por unas letras divertidas, cargadas de una crítica irónica y juguetona, y una bella música de uno de los más grandes del género musical. El montaje es el mismo que se pudo ver el pasado verano en El Escorial, aunque el actor Jordi Bosch ha sido sustituido por un desternillante Jesús Castejón que desde el principio de la obra deja claro al público que se trata de una pieza “inspirada en la picaresca novela de Voltaire, Candide o el optimismo, pues esa es la filosofía en la que se inspira el protagonista para vivir”.
Mir no comparte totalmente esa premisa, ya que se considera demasiado escéptico para defender el optimismo. Aunque guarda unos segundos de silencio y añade: “Bueno, podría ser un optimista escéptico”. Pero también le enmienda la plana a Voltaire y se pregunta en alto: “¿Pero qué clase de mejor mundo posible estoy viviendo?”
Reconoce que tiene motivos para el optimismo con su triestreno. La llegada a los escenarios de Roma, le ha pillado por sorpresa y está encantado con la sala donde se representa: “Estuve en una lectura y sonaba muy muy bien”. Roma la escribió estando en esa ciudad italiana de gira: “Al principio la escribí para poder decir que había escrito una obra en esa ciudad, la cosa empezó siendo un ejercicio de pareja, de dos parejas, y acabó convirtiéndose en una reflexión sobre la vida en pareja, de una pareja que visita Roma en dos ocasiones, pero con 20 años de diferencia”. En Roma salta del humor a la tragedia con el pulso de buen dramaturgo: “Hay momentos duros o poéticos y no se busca la risa continua”.
El último estreno ¡Qué desastre de función! es en realidad la conocida comedia Por delante y por detrás o bien, Del derecho y del revés, que tanta popularidad ha tenido en España, y en especial en Cataluña (Pel Davant i Pel Darrera). “Hemos cogido el título que se dio a la película,Noises Off, entre otras cosas porque quizá en castellano no sonaba especialmente bien”, dice de esta obra de la que ya hizo una adaptación en 1996, y a la que el propio autor ha retocado en alguna que otra ocasión, dando a conocer en 2011 una versión más ligera, la que se está haciendo ahora en Londres y en la que se han basado los responsables de la versión y traducción, Mir y el director del montaje, Alexander Herold, quienes han incorporado los nuevos cambios de esta obra estrenada hace 25 años y en la que en realidad se ofrecen dos comedias en una. La primera, un vodevil bastante ordinario titulado ¿Me enseñas la sardina? y la otra las dificultades para montar y girar esa obra y la farsa delirante que tiene lugar entre bambalinas donde actores y actrices se pelean en silencio mientras entran y salen del escenario para seguir la función como si adentro no se estuvieran matando.
De Mir sorprende su hiperactividad, fuera del oficio por el que se le conoce. Incluso se podría llegar a pensar que Tricicle y su afortunada fórmula, muestra signos de cansancio. Pero no es así. “Nuestra fórmula no se agotará nunca, nosotros nos limitamos a seguir la tradición de todos los cómicos, desde la comedia del arte, hasta hoy, pasando por Charles Chaplin, Buster Keaton y tantos otros, y nos iremos por la misma puerta que ellos y, después de nosotros, llegaran otros que harán lo mismo, esto es una corriente y cada artista se apoya en el anterior; nosotros nos limitamos a poner las referencias que nos gustan”.
Lo que sí tiene claro es que es muy bueno que los tres miembros de Tricicle experimenten mucho fuera de casa: “Esto nos alimenta y cuando no hacíamos cosas ajenas al grupo estábamos más cerrados, muy endogámicos, trabajar con gentes de fuera nos nutre para nuestro trabajo en común”. Un trabajo que el próximo mes de mayo dará nuevos frutos, con la entrega escénica de Bits, un espectáculo desketches en el que el nexo es el bit, la unidad básica de información.
Si se le pregunta por cuál de sus oficios se inclina más sale con un nueva sorpresa, que no oculta desde hace décadas: “Yo en realidad soy un escritor plástico, mi verdadera vocación es trabajar con historietas, que son obras de teatro de pobre; cuando estaba en el humorismo nunca he estado alejado de la palabra, porque lo que más me gusta es escribir, considero que esa es la creación pura, luego todo se complica”, señala Mir que tiene claro que si pudiera desenroscar su vida sería autor de tiras cómicas, algo que le apasiona: “el rigor de un chiste diario está muy bien”.
Mir era estudiante de Bellas Artes, aunque lo que le gustaba era dibujar tiras cómicas, cuando tropezó casualmente con el teatro y, hoy, después de patear escenarios de todo el mundo durante más de 30 años, de crear siete obras con Tricicle, de escribir tres, de ganar dos premios Max, de producir varias series de televisión, de crear campañas de publicidad y de adaptar y dirigir (con un cierto éxito) un pequeño montón de montajes de teatro y zarzuela, aún tiene la sensación de que está en este mundo por casualidad: “Por si las moscas, no he dejado de dibujar”.
Candide es una coproducción de los Teatros del Canal y del Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial, está basado en el tercer musical que Leonard Bernstein estrenó en Broadway en 1956, un año antes que el más formidable éxito teatral del músico, West Side Story.
“La obra se basó en una adaptación de la sátira dieciochesca (1759) donde el joven protagonista, Candide, practica un optimismo ciego guiado por su tutor, el doctor Pangloss, que le asegura que todo es para bien en el mejor de los mundos posibles. Llevando a su novia, Cunegunda, de la mano, y al referido Doctor Pangloss, Candide viaja a Lisboa, París, Buenos Aires y hasta al mítico El Dorado, descubriendo a su paso la maldad, la bajeza, la envidia, el sufrimiento y hasta el crimen”, cuenta Mir de esta pieza que es toda síntesis del humor y el ingenio de su creador y en la que sea contado como director musical con Manuel Coves, uno de los jóvenes directores de orquesta más destacados del panorama español con una importante dedicación a la ópera y la zarzuela así como una profunda implicación en el mundo teatral. Ambos directores han contado, además de con Jesús Castejón, con los cantantes Antoni Comas y María Rey-Joly, poseedores de unas importantes voces y buenas dotes de actor.
Fuente: Rosana Torres (www.elpais.com)



Apenas conocida en España, donde tan sólo se ha puesto en escena en una ocasión, en Barcelona, la opereta de Leonard Bernstein Candide llega el próximo domingo a los teatros del Canal, de la mano de Paco Mir (director de escena) y Manuel Coves (director musical). Se trata de una obra basada en la novela Cándido, de Voltaire, una sátira sobre el buenismo que firmó bajo el seudónimo de «Monsieur le docteur Ralph». La producción, que se pudo ver el pasado julio en el Auditorio de San Lorenzo de El Escorial, cuenta con escenografía de Rafael Garrigós, figurines de Ana Güell, coreografía de Francesc Abós, iluminación de Nicolás Fischtel y la intervención de la Joven Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid. El reparto lo integran Jesús Castejón, Xavier Ribera-Vall, Antoni Comas, María Rey-Joly, Axier Sánchez, Eva Diago, Anna Mateo, Juan M. Cifuentes y César San Martín.

Fue la estadounidense Lillian Hellman (La loba) quien pensó en llevar a escena el Cándido de Voltaire. La idea de la dramaturga era escribir una obra con música incidental, pero Leonard Bernstein se mostró tan entusiasmado con la idea que le convenció para crear una opereta. Su estreno, el 1 de diciembre de 1956 en el teatro Martin Beck de Nueva York, no tuvo el éxito esperado, y la obra apenas duró dos meses en cartel. Desde entonces, la obra pasó por diversas revisiones: en 1974, Hal Prince dirigió una nueva versión con libreto de Hugh Wheeler (que se negaba a que su trabajo se utilizara en esta nueva puesta en escena) y nuevas letras firmadas, entre otros autores, por Stephen Sondheim. Se estrenó el 5 de marzo de 1974 en el Broadway Theatre neoyorquino y estuvo casi dos años en cartel; sobresalía la arriesgada y novedosa puesta en escena, con plataformas situadas en distintos lugares de la sala (algunas entre las butacas de los espectadores), desde donde los actores interpretaban las escenas.


Tras el fallecimiento de Lillian Hellman, en 1984, Leonard Bernstein y John Mauceri prepararon una nueva versión que se estrenó en la Scottish Opera en 1988; a partir de ella, el compositor estadounidense revisó una vez más su partitura y firmó una renovada versión que se estrenó en concierto -fue grabada por Deutsche Grammophon- en el Barbican de Londres en 1989, con un reparto operístico que incluía a Jerry Hadley, June Anderson y Christa Ludwig. Bernstein la llamó su «versión final revisada».

Un poco de todo

El espectáculo que presenta Paco Mir en el Canal (donde estará hasta el 18 de marzo) ha tomado un poco de cada una de las versiones previas, según explica uno de los vértices de Tricicle. Se trata, eso sí, de una puesta en escena operística y salpicada con los guiños y anacronismos -la obra está ambientada en el siglo XIX)- propios de Mir, que pensó en montar Candide cuando vio a través de youtube un video del aria de Cunegunda, Glitter and Be Gay. «Es una obra divertida, en la que el personaje principal es tan cándido que parece tontito». La partitura, añade Manuel Coves, «es muy rica, tiene contrastes, texturas, ritmos... Muy difícil y divertida de tocar, y enormemente exigente para los cantantes».
Tan solo se ofrecerán cuatro funciones de esta obra, algo que Boadella justifica en el alto coste de la producción; no quiere decir cifras, pero se defiende argumentando que «con lo que costó el "San Francisco de Asís" que hizo el Real hace unos meses nosotros hacemos una temporada entera».
Fuente: Julio Bravo (www.abc.es)