«La risa es lo que nos une y pone de acuerdo»
Tras el éxito de su primer espectáculo Non Solum, en el que el catalán Sergi López actuaba y el valenciano Jorge Picó dirigía, el dúo regresa hoy a Temporada Alta (Teatre de Salt) con 30/40 Livingstone, un nuevo experimento surrealista de esta extraña pareja creado, dirigido e interpretado a cuatro manos.
Se conocen desde hace años. ¿Siguen su instinto a la hora de crear?
Sergi López: Evidentemente, aunque lo intelectual aparece. Es inevitable. En la escuela de teatro de Jacques Lecoq, donde nos conocimos Jorge y yo, el análisis es la base de todo.
Jorge Picó: Yo diría que Sergi es más el instinto, larauxa. Yo soy de los que todo lo filtro a través del cerebro.
En el montaje uno (López) habla y el otro (Picó) interpreta a un animal solo con lenguaje gestual.
S. L.: Parte de la gracia es que no tenemos mucho en común. Somos dos temperamentos distintos y esa diferencia es lo que nos hace avanzar. No entendemos dónde radica el misterio de este engranaje pero nos lo pasamos bien trabajando juntos. Nos entendemos gracias al humor.
J. P.: Eso es. Con Sergi me río un montón y, de alguna forma, él también conmigo. Reír es lo que nos pone de acuerdo.
30/40 Livingstone es una reflexión sobre el ser humano de hoy. ¿La obra está planteada en positivo?
S. L.: Es un espectáculo cargado de esperanza porque a pesar del dolor y la crueldad que aparecen en algunos pasajes. Podríamos decir que, de alguna forma es un homenaje al espíritu explorador del ser humano de ahí que citemos al doctor Livingstone en el título.
J. P.: Hace tres semanas acababa de forma más pesimista pero lo hemos cambiado. El final ahora es menos duro, más ingenuo.
¿Es muy diferente 30/40 Livingstone de su aclamado Non Solum?
S. L.: Non Solum, que por cierto seguiré haciendo, era la historia de un solo actor en escena. Era más como un caleidoscopio con escenas muy diferentes. Aquí hay una historia, eso sí, de un marcianismo militante. Esta nueva propuesta es una suma de humor, antropología y tenis. ¿Por qué tenis? Porque es un mundo lleno de reglas y la cuestión es: ¿para qué sirven? ¿quién las impone?
J. P.: Tiene algunos puntos de contacto con Non Solum. En 30/40 también jugamos con doble sentido de las palabras.
¿Les ha afectado mucho la crisis?
S. L.: Desde que hago teatro oigo eso de que está en crisis. Lo bueno de la crisis es que incentiva las ideas. Un buen espectáculo no se basa en el dinero sino en las ideas. Nosotros no necesitamos decorados de mármol ni una orquesta sinfónica... La gracia del teatro es hacerlo de la forma más pura posible, a través de esa magnífica convención que hace que cuando se apagan las luces el público acepta como verdades cosas que son mentira.
J. P.: La crisis es una forma de gobernar. La que estamos viviendo se hubiera podido evitar. Si no se ha hecho es porque existen determinados intereses. Alguien se ha beneficiado de lo que está pasando. Hay unos culpables, también unos que sufren y otros que están pagando las consecuencias. Las crisis son cíclicas, se van repitiendo y volverán a aparecer a no ser que cambie el sistema. Ahora mismo estamos en match point, 30/40, como en el tenis.
¿Quién ganará la partida?
J. P.: Es una buena pregunta. La respuesta dependerá del nivel de esperanza que uno tenga depositada en el ser humano.
¿Cuándo veremos el espectáculo en Barcelona?
J. P.: Primero habrá que esperar al estreno y ver si funciona.
S. L.: Non Solum no llegó a la ciudad hasta tres después de su creación. No tenemos prisa, como entonces, nuestro plan es mostrarlo primero en otras localidades como Olot, Mataró, Vilanova i la Geltrú y muchas más. Se puede consultar la gira en la web de Temporada Alta.
Fuente: Marta Cervera (www.elperiodico.com)
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