Viaje por el machismo hasta la violencia de Ciudad Juárez

Siete actrices, un violoncelista, una orquesta de mariachis, el campeón de Strongman de España y una enfermera suben al escenario del Teatre Lliure de la mano de Angélica Liddell para recorrer el camino "de la humillación cotidiana del machismo a la experiencia criminal de Ciudad Juárez".

Con estas palabras define Angélica Liddell su obra La casa de la fuerza, que inaugurará el próximo 19 de febrero el ciclo Radicals Lliure 2011, con una única función de cinco horas de duración que ha sido presentada hoy.

"De la misma manera que los chistes sobre judíos culminan en Auschwitz, las ruinas del menosprecio a las mujeres culminan en el feminicidio de Ciudad Juárez", ha explicado Liddell, en referencia a los centenares de asesinatos de mujeres ocurridos en los últimos años en esta ciudad mexicana fronteriza.

Para realizar este recorrido de la humillación cotidiana al crimen sangriento y "la podredumbre moral", Liddell ha diseñado un camino dividido en tres partes.

Durante el primer acto, tres actrices y un grupo de mariachis escenifican "el ritual de la humillación, que cuando se produce a través de amor es especialmente destructivo", según la directora.

"Una de las tres actrices mexicanas que participan en la obra me dijo una frase reveladora: México es colorido por fuera y podrido por dentro. Los mariachis son una muestra de ello", ha aclarado Liddell.

El segundo acto es un derroche de actividad física, en un intento desesperado de que "la extenuación física ayude a soportar la derrota espiritual".

"La obra nace de experiencias humillantes como mujer y habla de sentimientos como la soledad y el dolor", ha añadido la creadora, que cree que "hablar de sentimientos sigue siendo revolucionario y una forma de rebelión contra la banalidad".

Por último, el tercer acto es "un duelo por los cientos de mujeres muertas impunemente en Ciudad Juárez, que no han tenido el luto que se merecen", ha añadido.

Entre las siete actrices que aparecen en escena, tres proceden del estado de Chihuahau, donde se encuentra Ciudad Juárez, y "cada vez que nos encontramos para un nuevo bolo vienen con noticias de la zafiedad moral que asola su entorno".

También sube a escena Juan Carlos Heredia, campeón de España de Strongman, que "representa la fuerza inocente encargada de redimir a las víctimas de la fuerza maligna", según ha explicado Liddell.

Asimismo, se hace necesaria la presencia sobre el escenario de una enfermera porque "hay transfusiones de sangre y heridas que es necesario curar", según la actriz, que ha aclarado que la sangre es "simbólica", pero ocasiona un desgaste en las actrices que impide interpretar la obra más de cuatro días seguidos.

Respecto a la escenografía y la puesta en escena, Liddell ha señalado que ha buscado "desesperadamente la belleza estética", porque "la belleza ayuda a entender el mundo y no tiene nada que ver con lo bonito o lo feo".

Fuente: www.lavanguardia.es

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