Una nueva generación de teatreros
Fuente: Rosana Torres (elpais.com)
Quiénes y cómo son hoy Romeo, Segismundo, Laurencia, Absalón y otras muchas criaturas que pueblan desde hace siglos los territorios del teatro clásico. Cómo desde una mirada joven, enérgica y escudriñadora se nos puede contar dónde encontrar a esos personajes en nuestra historia más contemporánea, en Ciudad Juárez la lopiana Laurencia nos habla del dolor de las mujeres, en Guantánamo nadie mejor que Segismundo para reflexionar sobre el poder y la pérdida de libertad o en Mendoza es Macbeth quien nos hace ver la violencia en México. Al tiempo se nos muestra cuál es la relación de todos ellos con la sociedad que les rodeaba, con la sociedad que nos rodea. Cómo se les puede analizar y observar desde los puntos de vista más dispares para poder jugar con ellos, reflexionar a través de ellos, corromperlos, reinventarlos y, sobre todo, gozarlos, incluso desde la provocación, la muerte, el dolor, la ironía...
Una posible respuesta a estas y otras muchas cuestiones se puede encontrar buceando en las relecturas y reinterpretaciones que muchos jóvenes profesionales del teatro hacen de los textos clásicos. Está claro que las tablas barrocas atrapan como pocos a las nuevas generaciones de creadores escénicos y a los grupos emergentes propietarios de las últimas tendencias del teatro contemporáneo. Ello se debe también a impulsos externos como Almagro Off, una propuesta nacida hace un lustro como parte del Festival de Teatro Clásico de esa ciudad manchega, que acaba de cerrar con éxito su trigésimo octava edición.
Almagro Off nació convertido en certamen internacional, en el que se pueden lanzar arriesgadas conclusiones, y en el que pueden participar jóvenes de todo el mundo, como directores o dentro de colectivos, pero con una trayectoria que no supere los cinco montajes y con la firme decisión de recrear algún texto del periodo barroco.
A lo largo de estos cinco años han llegado más de 400 propuestas de las que cada año una decena han encontrado el apoyo para encarnarse sobre el escenario. Ello supone que sean vistas no solo por espectadores al uso, sino por un buen puñado de programadores, distribuidores y gestores culturales que posibilitan que los espectáculos valiosos puedan tener vida más allá de Almagro, haciendo giras no solo nacionales. Una plataforma que es especialmente amable con los montajes que se hacen con el premio del certamen.
Este año el jurado de Almagro Off, por unanimidad, ha querido otorgar el primer premio a la compañía griega IDEA Theatre Group y su enérgico, inteligente y divertido montaje Romeo and Juliet for 2. “Un puzzle teatral de varios géneros y estilos, donde destaca el virtuosismo en la composición de los personajes, además de un espléndido trabajo musical en vivo, todo ello sin dejar de transmitir la esencia de la obra de Shakespeare, proporcionando momentos de comedia y drama, humor y ternura, risas y emoción, amor extremo y muerte”, en palabras del jurado.
Natalia Menéndez, directora del Festival de Almagro y muñidora de este certamen está más que satisfecha con la trayectoria de Almagro Off. “Desde el principio fue de mis mayores apuestas y los objetivos se han cubierto más de lo esperado, dando vida nacional e internacional a estos espectáculos”, apunta. “Pero de lo que estoy más orgullosa es de la respuesta de los profesionales: lo han entendido, quieren estar, y en cada edición se nota que cada vez está importando más este certamen”, celebra. Menéndez tiene claro que inventó este proyecto por sentido común: “Es lo que nos habría gustado a mi generación, haber tenido cuando empezamos, con un espacio como La Veleta, una estupenda sala polivalente; además Almagro Off nació con personalidad, no como un engendro que tiene que fermentar”.
Almagro Off también desarrolla talleres con expertos en dramaturgia, verso y música y genera espacios de debate y diálogo con profesionales del sector: actores, directores, dramaturgos, técnicos, agentes artísticos y un largo etcétera.
El espectáculo que se hizo con el galardón en el primer Almagro Off fue La vida es sueño por la Compañía de Titiriteros de la Universidad Nacional de San Martín de Argentina. Tras estrenarse en Almagro, emprendió un circuito internacional de presentaciones cosechando críticas y galardones, realizando en 2011 y 2012 funciones en España, Italia, Brasil y el interior de Argentina.
Giulio Cesare, de Andrea Baracco, ganador del II certamen hizo giras por Inglaterra, España e Italia. La compañía Obskené terminó siendo multipremiada en diversos festivales tras su paso por el tercer Almagro Off con Fuenteovejuna, breve tratado sobre las ovejas domésticas, delicioso montaje que aún continúa su gira. Y el pasado año, Mendoza, de la mexicana compañía Los Colochos, tras hacerse con el primer premio, fue reclamado en diversos escenarios de España, Alemania, La Habana, y en 2015 siguen realizando funciones en todo el territorio mexicano.
También los espectáculos que han tenido una mención especial del jurado dentro de Almagro Off obtienen repercusión. De hecho, los espectáculos de Almagro Off han estado presentes estos años tanto en eventos de carácter público como el Festival Don Quixote de París, el Festival de Olmedo, el Frinje, Festival de Donosti y en numerosos teatros y salas privadas.
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