FEDERICO GARCÍA


DRAMATURGIA: EVELYN ARÉVALO y PEP TOSAR
DIRECCIÓN: PEP TOSAR
BAILE: JESÚS CARMONA
CANTE: ALBA CARMONA
GUITARRA: JESÚS GUERRERO
PERCUSSIÓN: DAVID DOMÍNGUEZ
DURACIÓN: 90min
FOTO: JOSEP AZNAR
PRODUCCIÓN: GREC 015 FESTIVAL DE BARCELONA y PEP TOSAR
SALA HIROSHIMA (GREC 2015)

Parto de una base para nada objetiva. Federico García Lorca fue uno de los escritores que de adolescente me hizo vibrar con su poesía (Poeta en Nueva York y Romancero Gitano) y luego con sus dramaturgias (Yerma, La Casa de Bernarda Alba, El Público...). Con mis sentimientos a flor de piel entré en la Sala Hiroshima a dejarme cautivar por el espectáculo.

Dicho y hecho. A pesar de que el flamenco no corre por mis venas, la puesta en escena me dejó noqueada. El flamenco de Alba Carmona a la voz y Jesús Carmona en el baile me transportó a Andalucía, a Granada. Maravillosa la percusión de David Domínguez, justa, precisa, sólo de pensarlo se me vuelven a poner los pelos de punta. Los versos del poeta en voz de Pep Tosar y la parte de teatro documental con Antonina Rodrigo, Juan Loxa, Allen Josephs, Domingo Ródenas, Mario Hernández i Vicenta Fernández-Montesinos García dan vida y voz al poeta.

Federico García es un espectáculo de vida, de pasión, de rescate, de necesidad de que recordemos la magia, el duende de una persona a la que mataron por ser ella misma. No es ni un recital poético, ni un concierto, ni un espectáculo teatral al uso, es un gran y brillante homenaje a una figura imprescindible. Un amplio recorrido por su obra, por su vida y por su sentir. Con la imprescindible participación de sus biógrafos y de su sobrina, la última persona viva que le conoció. Se nos está muriendo la historia, pero aun la podemos rescatar.

Cuatro días en el Festival Grec (y con las entradas agotadas) no son suficientes para que el espectáculo tenga el recorrido que merece. Recomendado para todas las edades, y sobre todo para aquellos que están empezando a salir del cascarón y los que se quedan con ganas de más después de una clase de literatura. Vuelvan, que yo prometo volver a deleitarme con la lección magistral de Pep Tosar, que domina la dramatúrgia, la dirección, la puesta en escena y la interpretación. Todas las teclas perfectamente afinadas. Bravo.

Historia de sobra conocida y de la que el final nos sigue machando. Una voz única que una bala nos arrebató, Federico murió pero como dice Allen Josephs no sólo ha muerto una vez sino cada vez que se niega su importancia dentro de la literatura dramática se le vuelve a matar. No importa demasiado, al menos para mí donde estén "enterrados" sus huesos, si sus versos, sus textos siguen estando vivos en la mente de sus lectores. En 2016 se cumplirán 80 años de su asesinato, si fuéramos un país "normal" comenzaríamos a honrarle. Como no lo somos, al final, le dejaremos morir.

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