El incierto futuro del Teatro Pavón


Fuente: José Luis Romo (elmundo.es) | Foto: E.M.
El pasado lunes, la directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Helena Pimenta, presentaba junto a José María Lasalle, Secretario de Estado de Cultura, y Montserrat Iglesias, directora del INAEM (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música), la rehabilitación del Teatro de la Comedia. Tras 13 años cerrado y unas obras valoradas en 21,6 millones, la CNTC estrenará allí el 15 de octubre su versión de El alcalde de Zalamea, protagonizada por Carmelo Gómez y Joaquín Notario. 
Que Madrid recupere uno de sus templos escénicos con más solera supone una gran noticia para los amantes del teatro en la ciudad y, sin embargo, esa alegría se torna en incertidumbre cuando se vuelve la vista hacia el Teatro Pavón, el coliseo que la Compañía Nacional de Teatro Clásico ha usado como sede durante estos años de destierro. Este centro cerró sus puertas al público el pasado 17 de mayo con una representación de La celestina y son muchos los que se preguntan cuando volverá a verse un espectáculo en sus tablas... incluida su propietaria, la actriz y directora Amaya Curieses. Cuando se le pregunta por sus planes para el Pavón, ella se ríe socarronamente. «Perdona, estos días todos me hacéis la misma pregunta y la verdad es que no sé que contestar... Estoy en manos del INAEM». 
Curieses compró junto a José Maya el Teatro Pavón en 1999, cuando éste llevaba casi una década en estado de semiabandono. Su intención era estrenar allí textos clásicos y, desde 2002, lo venía alquilando a la Compañía Nacional de Teatro Clásico a través del INAEM. Allí la CNTC ha logrado éxitos históricos su montaje de La vida es sueño, protagonizado por Blanca Portillo. «Nosotros, cuando llegó la crisis les rebajamos el alquiler, ahora mismo les cobramos en torno a los 32.000 euros. Yo soy una mujer de teatro, no una empresaria», cuenta Amaya Curieses, quien acaba de estrenar una obra en elfestival de Almagro, «me gustaría llegar a un acuerdo con el INAEM pero están muy misteriosos... ahora la compañía está ensayando en el teatro El alcalde de Zalamea. Nunca habían utilizado el Pavón para ensayos y es muy raro. Yo quería haber aprovechado este tiempo para hacer mejoras, como la climatización del teatro, y no he podido porque están ellos. Estamos pendientes de firmar una prórroga del contrato... pero algo pasa porque no nos llaman». 
Una de las ilusiones de Curieses sería que la CNTC siguiese usando el Pavón como segunda sede. «Igual que el Teatro Español tiene el Matadero o el Centro Dramático Nacional se divide en dos teatros, podría ser una opción. Sobre todo si quieren darle más impulso a la Joven Compañía».

INAEM

Sin embargo, desde el INAEMaseguran a este periódico que el 31 de enero de 2016 dejarán el Teatro Pavón para centrar sus actividades en La Comedia. ¿Qué sucederá entonces con un centro que, inaugurado por Alfonso XIII en 1925, es uno de los escasos ejemplos de arquitectura art decó de Madrid? «No lo sé, yo he tenido ofertas, claro. Mucha gente viene y pregunta pero no hay nada concreto porque no hemos firmado nada con el INAEM y para nosotros, ellos tienen preferencia. Todo está en el aire». 
Lo que está claro es que al Teatro Pavón, el lugar donde Celia Gámez estrenó muchas de sus míticas revistas, le queda por delante una larga reforma. «Antes de irse tienen que dejarme el teatro como lo encontraron. Tiraron el ambigú para hacer despachos, cambiaron la embocadura del escenario, convirtieron la sala de ensayos en las taquillas... Todo eso me lo tienen que arreglar». 
Precisamente, el Pavón ha encarado unas obras recientemente para reabrir el bar de sus bajos. «Hemos descubierto las antiguas molduras y las hemos restaurado». Pero, si definitivamente el INAEM cumple con lo dicho yse va el 31 de enero, el bar que han inaugurado no tendrá espectadores a los que atender, ya que según Curieses, «a esas alturas no da tiempo a organizar una programación». Así pues, de cara a la próxima temporada Madrid habrá ganado un teatro para perder otro. «Eso sí, yo te aseguro que tengo toda la intención de que esto siga siendo un teatro pase lo que pase».

Otra despedida

El cierre eventual del Teatro Pavón, situado en la calle Embajadores, número 9, es especialmente dramático para el barrio, que hace un par de meses despedía a otro centro escénico puntero. Se trata de La casa de la portera, ubicada en la calle Abades, y que se convirtió en una de las salas independientes que más expectación causó durante los dos años que abrió sus puertas. Ideado por José Martret y Alberto Puraenvidia para levantar su Ivan Off, en ese espacio uno podía encontrarse entre el público al Nobel Vargas Llosa o Nuria Espert. Allí jóvenes dramaturgos como José Padilla, Paco Bezerra o Juan Mairena estrenaban sus imaginativas propuestas a dos calles del hogar de Lope de Vega, Calderón o Tirso. Toda esa efervescencia teatral, del Siglo de Oro a los novísimos, de la que podía presumir esta zona de Madrid es ya historia. Sólo queda esperar que el Pavón vuelva a abrir a sus puertas pronto en un barrio que se ha quedado huérfano de teatros.

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