Pou se convierte en el director de orquesta alemán Wilhelm Furtwängler
Fuente: EFE via lavanguardia.com
El actor Josep Maria Pou encarnará a partir de mañana a Wilhelm Furtwängler, uno de los mejores directores de orquesta de la historia y el favorito de Hitler, en la obra "Prendre Partit", en la que se invita a reflexionar sobre la eterna confrontación entre arte y política, entre cultura y poder.
Pou, que también dirige la pieza, que se podrá ver en el Teatro Goya hasta el mes de febrero, ha explicado en rueda de prensa que se trata de un texto del dramaturgo Ronald Harwood, que parte de los interrogatorios a los que fue sometido Furtwängler, director de la Orquesta Filarmónica de Berlín, acusado de colaboracionismo con el régimen de Hitler, aunque después del juicio fue absuelto.
El actor ha subrayado hoy que la obra no ofrece respuestas sobre el lugar exacto que ocupó el músico durante el nazismo, puesto que, a la vez que continuó dirigiendo su orquesta sin marchar de Alemania, propició que grupos de judíos pudieran abandonar el país.
"Quiero, sobretodo, que el espectador salga del teatro con los bolsillos llenos de preguntas, de reflexiones, que al cabo de una semana le vuelvan a aparecer imágenes, frases de la obra", ha dicho.
Acompañado por el resto de los actores de la obra, Andrés Herrera, Pepo Blasco, Sandra Monclús, Sergi Torrecilla y Anna Alarcón, Josep Maria Pou ha comentado que el único personaje real es el suyo, porque el resto son ficciones nacidas de la mente de Harwood, autor del guión de El Pianista y en cuya prolífica carrera como escritor son temáticas habituales la Segunda Guerra Mundial y el nazismo.
En el caso de "Prendre partit", enfrentará a Furtwängler, un hombre de metro noventa de altura, distante, altivo, divo, con el mayor norteamericano Steve Arnold (Andrés Herrera), durante los prolegómenos del juicio que llevará a cabo la Comisión Antinazi para los Artistas.
Arnold, que en su vida civil es un inspector de seguros y lo desconoce todo del mundo de la música, deberá aportar pruebas de la culpabilidad del director de orquesta, quien contará con el apoyo del resto de los personajes, desde un segundo violín de su orquesta, Helmuth Rode (Pepo Blasco), a Tamara Sachs (Sandra Monclús), una mujer viuda a la que ayudó a huir del país.
Dentro de una forma de teatro muy convencional, Pou ha defendido que el público conocerá "un gran texto, nada experimental, de muy buena carpintería teatral", del que se desprende la "sombra de la duda" sobre las relaciones del músico con el régimen nazi.
Para Josep Maria Pou, todavía hoy es una "figura controvertida, alguien especial, de quien se ha dicho que fue el mejor director de orquesta que ha habido nunca, un sacerdote de la música, al que hay quien lo disculpa diciendo que hizo lo que hizo porque era un artista".
Respecto a cómo ha entrado en la piel del personaje, ha indicado que ha intentado "no tanto una aproximación física, como captar su actitud distante, altiva".
Andrés Herrera, por su parte, ha señalado que al inicio de la representación es alguien que no conoce nada de música y a lo largo de casi dos horas "va transformándose, llegando a un punto de empatía".
Sandra Monclús ha apuntado que su personaje ejemplifica el "drama, es el testimonio humano de los efectos colaterales", mientras que el músico al que da vida Pepo Blasco es el que "tiene una trayectoria más sorprendente de todos los que intervienen".
La actriz Anna Alarcón es la secretaria que levanta acta de los interrogatorios, con muchos silencios, pero con un secreto enorme que el público no conocerá hasta el final, y el oven Sergi Torrecilla es el teniente David Wills, un alemán de origen judío que regresa a su país como soldado americano.
Josep Maria Pou espera que vayan a ver la obra no sólo los aficionados al teatro, sino también los amantes de la música, puesto que es la otra gran protagonista, con grabaciones originales de la orquesta filarmónica de Berlín dirigida por Furtwängler.
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