CLAQUÉ O NO



DRAMATURGIA y DIRECCIÓN: ROC ESQUIUS
INTÉRPRETES: NÚRIA DEULOFEU y ISIDRE MONTSERRAT
DURACIÓN: 75min
FOTO: ROSER BLANCH
PRODUCCIÓN: DARA y el soporte de TEATRE TANTARANTANA
TEATRE TANTARANTANA

Una vez pasado el descanso vacacional, inicio la temporada teatral, un año más, en el Teatro Tantarantana, uno de los pocos que cuelga el cartel de "abierto por vacaciones". Hoy he venido a bailar Claqué o no. Qué mejor idea que comenzar la temporada con una comedia surrealista donde se pone en cuestión si es necesario sacar del armario las vocaciones frustradas y poner todo nuestro empeño en llevarlas a cabo.

Nuestra protagonista tiene una carrera brillante como bioquímica que decide abandonar para dedicarse a su pasión, bailar claqué. Independientemente de que en un breve lapso de tiempo cualquiera pueda adivinar que no ha nacido para bailar claqué, ella le pone tanta pasión que acabas incluso por sentir lástima de tanto esfuerzo desperdiciado. A su lado, un reorientador laboral, o más bien una voz de la conciencia, surgido de la nada, que intenta convencerla que vuelva a su mundo de las ciencias para el que se ha formado y para el que realmente sirve.




Al inicio, la dramaturgia de Roc Esquius es directa, incisiva, muy divertida, loca, atrevida, y juega constantemente con el espectador... pero mantener el ritmo del inicio durante todo el tiempo es una tarea muy complicada. Un poco más allá de la mitad de la obra se mete en un cul de sac que le hace perder la potencia del inicio, volverse en exceso melodramática, pero que con más o menos traza consigue remontar en el último cuarto de hora.

Interpretativamente la obra ha encontrado el tándem perfecto. Núria Deulofeu destila tanta pasión por lo que hace como su personaje por bailar claqué, eso sí, afortunadamente, sale mucho mejor parada que él. Deulofeu despliega un sinfín de gestos que ayudan a enfatizar los momentos de comedia de la obra. A su lado Isidre Montserrat borda un personaje odioso de principio a fin. Por mucho que disfrutes de los juegos con el lenguaje y sus metáforas, como es mi caso, este orientador laboral acabaría por sacar de sus casillas a más de uno. 

El montaje nos traslada a Barcelona, con homenaje incluido en forma de baldosas de Paseo de Gracia (en una platea encima del escenario a dos bandas), pero la verdad es que fuera de la anécdota puede pasar en cualquier sitio. Porque de personas con vocaciones frustradas las hay por doquier y como se dice durante la obra no tiene el mismo significado "quería querer" que "quería ser". Pero mejor no te pares a pensar cuál es la diferencia y corre al Tantarantana que la Compañía Dara la tiene muy clara y hasta el 17 de septiembre la explica a quién esté dispuesto a escucharla. 

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