El 'western' sobre Bin Laden que enamoró a Venecia
Fuente: Germán Aranda (elmundo.es)
Que la entrevista con los flamantes ganadores del León de Plata de teatro de la Bienal de Venecia sea por Skype es una exigencia del guión. Primero por la distancia, puesto que la productora Barbara Bloin y el director creativo Álex Serrano viven en Barcelona y Pau Palacios, responsable de contenidos y comunicación, reside en Varna, un pequeño y remoto municipio de 4.000 habitantes al norte de Italia, cerca de la frontera con Austria, donde vive con su mujer y sus dos hijas. Y segundo por coherencia con la trayectoria: las dos almas creativas de la Compañía de Teatro Sr Serrano han hecho del vídeo uno de los elementos centrales de su dramaturgia, charlan cada día por videoconferencia y así fue también como el director de escena de la Bienal Àlex Rigola les comunicó hace unas semanas que se llevarían el premio, como confirmó este viernes oficialmente e mismo Rigola.
"Estamos tremendamente felices, es una de las noticias más importantes de nuestras vidas", lanza desde una ancha sonrisa Serrano, que confirma que "ganar este premio nos abre las puertas a un nuevo circuito de actuar en lugares y festivales donde no nos podríamos imaginar", a pesar de que la compañía ya viene rodando el mundo -Japón, Estados Unidos, Brasil, Francia, Bélgica...- y recibiendo elogios de la crítica en cada esquina, recientemente del New York Times por su obra 'Brickman Brando Bubble', un divertidísimo relato en paralelo de las vidas de un constructor inglés y Marlon Brando, enredadas con reflexiones sobre la vivienda, el consumismo y la felicidad al ritmo de un banjo y en medio de un juego de proyecciones de películas sobre el escenario, maquetas, ciudades de poliespán y juguetes.
En 'A house in Asia', su obra más reciente y que se podrá ver en el Teatre Auditori de Granollers el próximo 8 de mayo, las vídeo-proyecciones y maquetas acaban prácticamente suplantando el trabajo de los actores en escena en una insólita recreación de la casa donde fue abatido Bin Laden en la que todo es posible, desde la lucha entre Estados Unidos y talibán convertida en 'western', con Bush hablando por boca del Sheriff, hasta una aparición surreal del ex cantante de Take That, Mark Owen, pasando por el atentado de las Torres Gemelas desde un simulador de vuelo. Todo con la casa de Bin Laden como centro de la obra.
"Todo empezó en 2011, cuando nos enteramos de que esa casa en la vivía, y de la que no se sabía nada, tenía una réplica exacta en Carolina del Norte y otra en Jordania, donde se grabó la película de Kathrin Bigelow 'La noche más oscura'. De hecho, la foto de la casa en el filme fue usada en una información sobre la realidad, lo que nos dio pie a todo este juego en el que las copias, las imitaciones y los simulacros acaban imponiéndose a la propia realidad, como sucede con los clones en Blade Runner", reflexiona Palacios.
Al parecer, ellos mismos adoptan la fórmula de los clones, porque el peso de los actores ha ido perdiendo espacio en sus rompedoras obras, cada vez más protagonizadas por 'streamings' de imágenes filmadas sobre el escenario y por maquetas y juguetes que configuran espacios y experiencias únicas. "A las maquetas las puedes quemar y 'putear', que ellas no se quejan, y te dan junto a los vídeos un abanico de posibilidades enorme. Los actores preguntan demasiado", bromea Serrano.
Serrano y Palacios se conocieron en un grupo de teatro de la universidad, empezaron haciendo cada uno proyectos por su cuenta y acabaron fusionándose en 2006. De ahí ha surgido una trayectoria "firme en sus convicciones éticas y estéticas", elogia Rigola, premiada ahora por uno de los más prestigiosos certámenes internacionales.
La atención de las salas del extranjero la tienen desde hace tiempo, pero en España son pocos los que han apostado por ellos y los exiguos recursos económicos en el mundo del teatro apenas le permiten actuar en su propio país. En 2015, tan sólo tres de los 60 'bolos' habrán tenido lugar en suelo español. Poco importa que en 2014 ganaran el premio de la crítica de Barcelona por la presentación de 'A house in Asia' en el festival Grec, uno de los pocos que han apostado por ellos cuidándoles como es debido. "Incluso cuando hay interés en que actúes, los problemas llegan cuando se habla de dinero. Lo supeditan todo a la taquilla y tampoco hacen esfuerzos reales por tal de que se llene la sala", lamenta Pau, que calcula que con 30 actuaciones al año consiguen subsistir, pues las subvenciones que reciben son relativamente pequeñas. "Tres actuaciones por mes significa muchísimo trabajo cada día", añade.
Las quejas nunca eclipsan la energía creativa y de buen rollo que se respira entre estos dos socios, artistas y amigos y que se traslada en sus divertidísimas e inspiradoras creaciones de vanguardia, que desafían formatos e ideas y están comprometidas con una "experimentación lúdica", afirma Serrano, muy lejana al "imaginario colectiva de que lo experimental es todo aquello críptico, extraño e incomprensible". Con ese compromiso están ya cocinando su próxima obra, que se dirá 'Birdie' y hablará del movimiento, "de por qué hay cosas que se mueven tan fácilmente y otras que cuestan tanto, de movimiento de pájaros, migraciones humanas, divisas internacionales, bienes de consumo...". Toca esperar un nuevo delirio de arte vanguardista, comprometido con su tiempo y burlón con los formatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario