Lope de Vega y Shakespeare se dan la mano al sur del Támesis


Fuente: Carlos Fresneda (elmundo.es)
Lo nunca visto y oído al sur del Támesis. Lope de Vega (1562-1635) y William Shakespeare (1564-1616) se emplazaron en la Catedral de Southwark, a la vera del teatro del Globo. Y sonaron cada cual en su idioma, sin riña ni contienda, más bien "de la mano" y en un misterioso flujo de palabras, amenizados ocasionalmente con música de Joaquín Rodrigo o de Thomas Morley.
"Esto es amor, quien lo probó lo sabe"... "¡Tirano amor, cuán vivo y fresco eres!"... "Toda rama palidece de miedo al invierno que llama"..."Fuego en el alma y en la vida infierno"...
El hermanamiento poético y dramático (al que se sumó también el espíritu de Edmund Shakespeare, enterrado en la catedral gótica) fue posible gracias al impulso de Jorge de Juan, a la inspiración de Alicia Sánchez y al entusiasmo compartido de Maite Jáuregui y Pablo Turégano, reunidos en la Spanish Theatre Company, un año rompiendo moldes y derribando barreras en el abigarrado mundo teatral de Londres.
Javier Jáuregui (a la guitarra y al laúd), Elena Jauregui (al violín) y la mezzosoprano Gudrun Olaffsdotir pusieron el contrapunto musical al río incesante de sonetos y fragmentos dramáticos: de "Hamlet" al "Caballero de Olmedo", de "El castigo sin venganza" a "Cuento de invierno".
La función de "fusión" (como la define Alicia Sánchez, la madre de la idea) ha sido la tarjeta final de presentación de la Spanish Theatre Company (STC), después de un año de rodaje itinerante y a punto de echar las raíces en el espacio emblemático del Union Yard, que queda también por aquí cerca.
Con "La vida es sueño" , la STC aspira a dar la campanada este mismo otoño en su teatro propio. Junto a Calderón de la Barca estarán también García Lorca y Juan Mayorga, toda una declaración de principios de la primera compañía española en la capital mundial del teatro...

Clásicos con contemporáneos

"Queremos alternar los clásicos españoles con autores contemporáneos, y abrir también las puertas al teatro latinoamericano", proclama Jorge de Juan (Cartagena, 1961), que estudió en su día dirección y producción en el British Theatre Association y que ha sentido el reclamo de Londres tras su larga trayectoria teatral y cinematográfica en España (de "Las bicicletas para el verano" a "La mujer de negro", pasando por "Sangre en la nieve").
"La compañía surge por dos principales razones", explica el director artístico de la STC. "En Londres están convergiendo en estos últimos años jóvenes y grandes talentos españoles. Y entre nuestra comunidad creciente y el público inglés, tan ávido siempre de cosas nuevas, había un imperdonable vacío, y también un desconocimiento de nuestra gran tradición teatral. Lo pudimos comprobar recientemente cuando hicimos la lectura de 'Eloísa está debajo del almendro'. La gente no había oído hablar aquí de Jardiel Poncela y de tantos otros".
La meta, según Jorge de Juan, será aprovechar el espacio propio de Union Yard para sentar las bases de compañía, seguir creciendo y posiblemente dar el salto a un espacio más grande... "Aunque todo dependerá de la respuesta del púbico y de si conseguimos la financiación necesaria. Vamos a funcionar como organización sin ánimo de lucro y esperamos que toda la gente que ama el teatro contribuya de alguna manera".
Para Maite Jáuregui (Los Angeles, 1985) -a quien muchos recordarán por 'Planta 4', de Antonio Mercero y por las teleseries '18' y 'Abuela de Verano'- la creación de una compañía española y con vocación bilingüe es "un proyecto tan bonito como necesario". Capaz de saltar con total naturalidad entre los dos idiomas, Maite Jáuregui se llevo una de las ovaciones de la noche con su monólogo de la obra cómica de Shakespeare "Como gustéis", en la piel de la pastora Febe: 'Omittance is not quittance' ('Callar no es renunciar').
Pablo Turégano tuvo el viernes y tendrá el sábado (a las siete de la tarde) la difícil papeleta de romper el hielo en inglés y en el altar de la catedral, con una escena del tercer acto de Hamlet. Su misión consiste de paso en arrastrar paso al río de espectadores españoles y británicos hasta el reconfortante semicírculo del ábside, habilitado como recóndito escenario...
"Dirás este pasaje en la forma en que te lo he declamado yo: con soltura de lengua, no con voz desentonada, como lo hacen muchos de nuestros cómicos; más valdría entonces dar mis versos al pregonero para que los dijese"...

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