La desazón de Platonov llega al TNC
Carmen Machi es Sasha, su sumisa y cornuda esposa, un papel por el que logró el premio Max a la mejor actriz de reparto y con el que debuta en el TNC. «La obra refleja cómo el amor construye y destruye todo. Cómo es ciego, incondicional y bestial. Sasha está embriagada de amor y anulada por su marido; no se entera de nada», destaca la actriz madrileña, que elogia la «madurez con la que el joven Chejov retrata en este texto el universo femenino».
A su figura dulce y sumisa se contrapone la apasionada amante de Platonov, Anna Petrovna –que interpreta Mònica López–, a quien se suma una ex –Elisabet Gelabert– y una joven química –María Pastor– despreciada y humillada por el arrogante protagonista. Junto a ellas desfilan por el escenario, con sus miserias a cuestas, otra docena de personajes que completan el retrato de una burguesía a la deriva.
Para Vera, el dramaturgo se sirve de ese cuarteto de féminas para construir un juego y especular sobre «cómo vemos en el ser amado lo que queremos ver». «Cada una de ellas ve a un Platonov distinto: padre tierno y amoroso, amante exacerbado, hombre experimentado...».
La obra, que estuvo desaparecida durante años, apareció en 1922 en una caja fuerte de un banco de Moscú bajo el título Pieza inacabada para un piano mecánico, pues el propio autor la consideró inacabada pese a que consta de más de 200 páginas.
Firma Juan Mayorga una versión «concentrada» en dos horas y media de representación, en las que, en palabras del director, «se perfila un mundo en el que, bajo el barniz de la buena sociedad, los seres humanos se devoran unos a otros». Una clase burguesa, agrega Vera, que «vive a espaldas de la realidad, se mira el ombligo y sueña con perpetuarse. Pero acabará desapareciendo con violencia».
Fuente: Inma Fernández (www.elperiodico.com)
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