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Fuente: Alberto Ojeda (elcultural.com) | Foto: Juan Echanove

Juan Echanove lo que le tira es la comedia y la carcajada incisiva. Buena prueba es cómo se gestó su versión de La asamblea de mujeres. Jesús Cimarro tenía ganas ya de que se doctorase en el Teatro Romano de Mérida como director. En la edición anterior del festival le propuso hacer el Calígula de Camus, retrato humanísimo de la enajenación del tirano. Echanove se aplicó. Le buscó las vueltas al texto pero algo no funcionaba. "No tenía el cuerpo para adentrarme en la densidad del drama. No me excitaba y no encontraba nada que me permitiera comunicarme con el presente", confiesa a El Cultural.

Buscó entonces un 'plan b' que desembocase en sensaciones más lúdicas y hedonistas. Esa era la premisa exigida por Echanove para arremangarse. Rastreó decenas de comedias: griegas, romanas, de nuestro Siglo de Oro, del periodo de esplendor en la Comédie Française, de la Commedia dell'Arte italiana... Un ejercicio que le permitió constatar “la ilación histórica y artística” de un género muchas veces mirado por el encima del hombro.

La bombilla se le encendió cuando llegó a Aristófanes. La asamblea de mujereses una de las 11 comedias que han sobrevivido de las 40 que escribió, un corpus dramatúrgico pleno de beligerante ironía que se cobró muchas víctimas, entre ellas Sócrates, al que satirizó sin piedad en Las nubes. La pieza se orquesta en torno a lo que aparentemente es una broma: las mujeres toman el control de la política ateniense a través de un sibilino 'golpe de Estado' dado en el parlamento. Una manera de rebelarse contra la incompetencia de sus representantes varones, que han hundido la Liga de Delos en la desolación (Aristófanes la remató en el 392 a.C, poco después de que Atenas sucumbiera al empuje espartano).

Es ese estado crítico el que le da coartada a Echanove para arrimar su versión a nuestros convulsos días. "Aristófanes no escribe esta obra para reivindicar a las mujeres. Él era un machista y un reaccionario, como casi todos sus coetáneos. Escribe para mofarse y lacerar a los gobernantes", advierte. Sobreentiende Echanove que el comediógrafo heleno venía a decirles algo así: hasta las mujeres son capaces de hacerlo mejor que vosotros, inútiles.

Y por ahí va armando el paralelismo entre ambas épocas: "Vivimos bajo un trauma similar. Nuestra Guerra del Peloponeso es la crisis financiera, el recorte de la soberanía de los Estados y la saturación informativa, que hace imposible formarse una idea clara de lo que sucede. Aristófanes, si viviera, estaría metiendo el aguijón en asuntos tan desconcertantes como que la economía de Europa dependa de unos fondos de inversión controlados por cuatro jubilados de Iowa. Hoy día a mí me cuesta mucho explicarle a mi hijo qué significa la palabra democracia".

Pero no es una monserga contestataria lo que quiere endosar al público emeritense. Lo cierto es que La asamblea de mujeres daría pie para excursos politológicos: algunos identifican este título como un precedente del ideal socialista, ya que las mujeres, cuando toman el mando, abogan por una colectivización de los bienes. Aunque Echanove no renuncia a ese trasfondo crítico y -digamos- trascendente, su intención es que la gente pase un buen rato. Sin más. "Estamos en verano, al aire libre. Toca disfrutar y yo lo que quiero es organizar una fiesta. Siempre que leía este texto creía que podía representarse como una juerga".

Esa premonición la ratificó Echanove durante una madrugada insomne, ya cuando el proyecto de montar La asamblea estaba en marcha. En el duermevela vislumbró a unos actores que "hacían cosas muy raras sobre el escenario", moviéndose en aparente anarquía festiva. Cuando se acercó al proscenio, se dio cuenta que estaban en el carnaval de Cádiz y que tales presencias histriónicas conformaban una chirigota. Ese es el código y el tono que le ha estampado al montaje, en cuyo reparto encontramos a Pastora Vega, María Galiana, Pedro Mari Sánchez, Sergio Pazos... Y a Lolita Flores, elevada a las alturas por su conmovedora encarnación de la Colometa en La plaza del diamante firmada por Joan Ollé. Aquí abandera la revuelta femenina en la piel de Práxagora, la lideresa ateniense con la que la actriz y cantante se ha mimetizado desde el principio: "Es una mujer como yo, inquieta, que quiere cambiar las cosas, que lucha por la igualdad, con mucho temperamento, muy decidida, muy enérgica y muy capaz".

Son también cualidades esenciales para afianzarse sobre el intimidante escenario del Teatro Romano, convertido por Echanove en una gran elipse con forma de moneda de diez céntimos. Él lo conoce bien como actor. Allí se ha subido ya cuatro veces. "Es curioso: cuando asistes como espectador te parece un espacio gigante pero como actor, concentrado en las tablas, te parece pequeño". En su reválida como director, tras Visitando al señor Green y Conversaciones con mamá, intenta conjugar ambas perspectivas y afilar el bisturí de Aristófanes, para clavarlo, con la anestesia del humor y la música de Javier Ruibal, sobre el caos contemporáneo. "Siendo absolutamente fieles al texto podemos contar la realidad de ahora. Eso es lo que me motiva al trabajar con los clásicos. No creo en el teatro como museo ni en los espectáculos-vitrina".


Fuente: EP via elmundo.es
Los actores Juan Echanove y María Galiana estrenarán en el Teatro Principal de Alicante 'Conversaciones con Mamá', una "comedia romántica" centrada en la relación de "cariño" y "reproches" entre un hijo y su madre, a la que el primero recurre ante los problemas económicos en los que se encuentra.
La obra, que se representará en el escenario alicantino entre los próximos días 5 y 7 de abril, se centra en Mamá, de 82 años, y en su hijoJaime, de 50, quienes viven en mundos "muy diferentes". Así, mientras él tiene mujer, dos hijos, una "hermosa" casa, dos coches y una suegra que atender, su madre "se las arregla sola y sobrelleva su vejez con dignidad".
No obstante, un día la empresa para la que trabaja Jaime "lo deja en la calle" por razones de reajuste de personal, un hecho que le conduce a una "lamentable situación" y a tomar decisiones "drásticas", ya que no puede mantener su "tren" de vida.
En una entrevista concedida con motivo del estreno, Echanove ha explicado que pese a que la historia cuenta problemas económicos no está centrada en la crisis actual. "En cualquier sinopsis de cualquier cosa, sea teatro o una exposición, como utilices la palabra crisis o actualidadparece que estás hablando del 15M, de los 'escraches' o del deterioro de la clase política", ha indicado.
'Realidad vibrante de 2013'
De esta manera, ha apuntado que 'Conversaciones con Mamá' está situada en una "realidad vibrante" de 2013, si bien ha añadido que "lo que ocurre pasa en el ámbito de la cocina de una casa donde vive una madre y se encuentra con un hijo a hablar de sus cosas, que están influidas por lo que ocurre fuera".
Por lo que respecta al género, ha definido la representación como una "comedia romántica", en la que su personaje -Jaime- está en paro, tiene problemas económicos, y decide recurrir a su madre, "cosa que se hace mucho hoy en día", tal y como ha afirmado. Además, ha anticipado que a lo largo de las sucesivas representaciones, "algo habrá que tocar, porque la realidad nos habrá superado".
"Lo que ocurre ahí fuera es un drama, con todas las letras, sin paliativos, no es una comedia. Nosotros hacemos una comedia que tiene mucho que ver con el comportamiento que se produce en el entorno de una familia, y sobre todo entre una madre y un hijo, a través del cariño o el reproche", ha expuesto.
'Las cosas fuera no están para risas'
Igualmente, ha subrayado que "las cosas fuera no están para risa, aquí sí, porque aquí las situaciones a veces llevan a la hilaridad, pero también a la ternura, a la reflexión y a veces incluso a la melancolía, por eso es bonita la obra".
En cuanto al carácter de los personajes, Galiana ha definido el papel interpretado por Echanove como "inseguro", y al cual su madre "le dice que no le gustan los líos y piensa que si ella no está se va a meter en uno".
De la misma manera, y preguntado sobre si los hijos se preocupan en ocasiones más por sus padres que al contrario, el actor ha considerado que las personas tratan a los ancianos "como si fueran niños". "A mi hijo le trato como si fuera mi madre, y al revés. Eso se produce en todas las familias, y es el caldo de cultivo de las reuniones familiares de quienes no vivimos con los padres y los mayores están solos", ha agregado.
Por otra parte, Echanove, que en esta ocasión además de actuar dirige la adaptación teatral, ha indicado que compaginar ambas funciones implica dormir "poco", y trabajar "mucho", si bien ha recalcado que tiene un equipo "muy bueno".
"Me gusta trabajar con mi gente, soy una persona de equipo, no me gusta nada trabajar solo, detesto profundamente las escapadas en solitario, soy un tío de equipo, y me gusta delegar y que las personas que trabajan conmigo puedan dar lo mejor de sí a través de su creatividad, no de la mía", ha puntualizado.
Sobre la experiencia de Galiana al ser dirigida por su compañero de reparto, la ha calificado de "fantástica", y ha apuntado que "esta función es muy potente", ya que tanto ella como Echanove están "todo el rato en escena". "Sólo somos dos actores, lo que supone un esfuerzo importante de texto, memoria, atención y concentración", ha resaltado al respecto.
De la misma manera, se ha confesado como "admiradora de Juan", y ha asegurado que la obra "es un regalo divino". "Me lo estoy pasando bien, y suelo ser poco entusiasta. Me encanta y no hay quien me eche para atrás", ha incidido.
Trabajo en 'Cuéntame'
Finalmente, y sobre su trabajo conjunto durante ocho años en la serie de televisión 'Cuéntame', Echanove ha reconocido que ambos coincidieron"más en el comedor que en el set" de rodaje, ya que las tramas de sus respectivos personajes "se cruzan casi de casualidad".
"Es verdad que esta función la podríamos haber hecho sin habernos encontrado en la serie, nos conocemos de mucho antes. No nos hemos descubierto uno al otro. Sin embargo trabajar juntos nos une de una forma más estrecha que a otros actores. Cuando decides trabajar en esto con alguien tienes que estar muy seguro de querer compartir un pedazo de tu vida con ese alguien, y estoy completamente seguro de hacerlo con María", ha aseverado.
Por su parte, Galiana ha agregado que en la obra "tienes que aguantar los defectos y virtudes del otro". "Somos amigos íntimos, y si no, mejor que te tires por el balcón", ha ironizado.


Fuente: Javier Molina (elpais.com)
Juan Echanove: ¿Qué es actuar?
Sergio Peris-Mencheta: Vaciarse de uno mismo para dejar entrar al personaje.
P: ¿Qué es dirigir?
R: No quiero ser reiterativo, pero dirigir es vaciarse de uno mismo para dejar entrar la obra.
P: ¿Qué es el teatro?
R: Es un rito necesario para el mundo. Es aquí y ahora. Es una comunión. Es transformador y es transformación. Es juego. Es amor… y desamor.
P: ¿Peris-Mencheta es un actor que dirige o un director que interpreta?
R: Como actor tengo que ponerme deberes. Como director siento que un tsunami se apodera de mí. Lo vivo de forma mucho más espontánea. Cuando actúo, pienso mucho. Cuando dirijo fluyo, solo escucho al corazón, lo último que hago es pensar. Parece que debería ser al revés, pero no. Quizá sucede así porque como director no me gano la vida y por eso soy más libre.
P: ¿Cuáles son tus referentes?
R: Robert Lepage y Peter Brook. Ellos me enseñaron un teatro de la imaginación donde el espectador hace la mitad del trabajo. Mis maestros han sido Conejero, que me enseñó a hablar, Corazza, que me enseñó a llenar de contenido las palabras, y Brook, con el que descubrí que actuar es jugar. El teatro que me interesa es artesano; cuando veo esos montajes gigantes, pienso: habría que exponerlos en Arco.
P: Creo que Un trozo invisible de este mundo es uno de los acontecimientos teatrales del siglo XXI. ¿Algún día se verá como un clásico?
R: Ojalá sea parte de una historia que pertenece al pasado. De todo el éxito que hemos tenido, rescato el encuentro con Juan Diego Botto. Ha sido mágico. Su grado de compromiso con todo es de ciencia ficción. Yo soy mucho más visceral y jugón. Pero hemos hablado el mismo idioma para crear esta obra necesaria y maravillosa de la que él es el ideólogo.
P: ¿Cómo se lleva dirigir una obra así y que por la calle te reconozcan por ‘Isabel’ o ‘Al salir de clase’?
R: Intentando que no sea una bipolaridad. Hay que saber que uno es también ese que sale en la tele. No sé si suma o no. A veces me siento como si me hubieran metido en un cajón al que no pertenezco.
P: ¿Crees que hay que bajar el IVA?
R: Con un IVA del 21%, los jóvenes no pueden pagar 20 euros por una entrada. El sistema se está resquebrajando y tenemos que encontrar una salida. Hay que replantearse todo y reinventarse en todos los sentidos.


El actor Juan Echanove y el director Calixto Bieito reinciden con nocturnidad en un encuentro escénico con sede en el teatro de La Latina. Ya se tomaron el pulso en Plataforma, una provocadora obra de Michael Houellevecq. Y ahora se lanzan con la reina del underground, la pianista, cantante y compositora Maika Makovski, al inquietante territorio de la literatura de Edgar Allan Poe con Desaparecer.
El actor es capaz de decirle a Bieito y a Lluís Pasqual un sí sin saber qué le van a pedir. “Es hacer algo a cambio de riesgo, hay determinados directores con los que se pueden hacer saltos mortales”. Con Bieito estrenó ayer. Con Pasqual hizo una intensa inmersión en García Lorca en varias ocasiones.
“Con Desaparecer se me ha hecho el regalo más grande que se le puede hacer a un actor, que es acceder a la belleza, algo que nunca pensé que ocurriría, porque lo imaginé como un espectáculo negro, pero estoy en un espectáculo blanco y enormemente bello en el que se habla de cosas terribles”, comenta Echanove.
Lo difícil es determinar cuándo y cómo ha tenido tiempo este ecléctico actor para poner en pie Desaparecer: “Lo he hecho levantándome a las cuatro de la mañana a estudiar, porque todo esto del escenario, de la serie en la que descubro la gastronomía española con mi amigo Imanol, de mi trabajo en Cuéntame…, todo es muy bonito, pero para hacerlo hay que ponerse el mono y subirse al andamio a currar. En muchos hoteles me levantaba a las cuatro de la madrugada, me subía una jarra con café y a estudiar”. Como él cuenta, lo ha hecho palabra por palabra, poema por poema, todo con una constancia necesaria e imprescindible: “Pero todo me ha empujado a pensar que estaba ante algo excepcional y tenía que darme caña y darle todo a este trabajo”.
Un trabajo en el que transita por textos como El cuervoEl gato negro,El demonio de la perversidadManuscrito hallado en una botella, poemas varios y fragmentos tomados de aquí y allá entre los textos de Poe. “Estamos ante un poema-concierto en la niebla sobre la atracción del abismo”, dice. “He llegado a la conclusión de que Poe no es un autor del terror, es un autor del miedo, del miedo a lo que podemos hacer, a lo que podemos sentir, muestra el vértigo que se puede tener por cruzar o no al otro lado”. Echanove pasa de la excitación, al hablar de su trabajo, a un susurro introspectivo: “En el ser humano hay una atracción a hacer las cosas mal, a traicionar, a violentar, a matar, y todo eso es el mundo de este tío, que era un enfermo autodestructivo, pero que lo utilizaba para escribir y vender libros”.
Lo que no se quita de la cabeza es esa extraña sensación inmaterial que vive cuando interpreta este montaje en medio de una densa niebla: “Es como si nadaras en la bruma, como si estuvieras muerto, y eso es mejor que un polvo y que dos, es una sensación sexual de un placer infinito… Es la atracción del abismo”.
Echanove es de los que no tiran la toalla ni por equivocación, aunque reconoce que el momento actual le desconcierta mucho: “Vivo en un mundo que no entiendo, tengo la sensación de que vamos en un tren que se dirige a un sitio chungo, que ha descarrilado y nos empeñamos en ponerlo en la vía para seguir a nuestro destino chungo; nos hemos metido en un túnel, y además estamos empeñados en cambiar nuestro destino al tiempo que queremos arreglar las cosas para seguir como siempre, y eso nos va a pasar factura”, sentencia.
“Mi misión en la vida es hacer teatro, lo que requiere un compromiso, una preparación, una manera de estar y de ser. Viviría muy cómodo no haciendo teatro, pero debo subir al escenario y arriesgar, yo voy a muerte, no puedo desmerecer. Mientras esté arriba nadie me va a decir que estoy por casualidad, sino porque es donde tengo que estar y donde estaré siempre”.
Fuente: Rosana Torres (www.elpais.com)

TEXTO: EDGAR ALLAN POE
DRAMATURGIA y DIRECCIÓN: CALIXTO BIEITO
INTÉRPRETES: JUAN ECHANOVE y MAIKA MAKOVSKI
PRODUCCIÓN: TEATRO ROMEA y GREC 2011 FESTIVAL DE BARCELONA
TEATRO ROMEA


Calixto Bieito se despide como director del Teatro Romea con un espectáculo a partir de textos d'Edgar Allan Poe, acompañados de la música original de Maika Makovski. Se alza el telón y una bruma espesa ocupa el escenario, dejando solo entrever un piano de cola y la figura vestida de blanco de Maika Makovski. Después de la primera canción, la niebla nos permite escuchar las palabras de Edgar Allan Poe en voz de Juan Echanove.

El montaje se pierde en los veinte primeros minutos, la dramaturgia vacila y el espectador atónito no sabe si asiste a un concierto o a un espectáculo interpretativo. La niebla no ayuda a resolver el enigma, sino a todo lo contrario. Los amantes de teatro odiamos, no nos permite ver con claridad las expresiones de aquel que habla.

Pero ya no sólo es culpa de la bruma, la concepción escenográfica tampoco ayuda, paredes blancas, profundidad entre el principio del escenario y el final, de donde parte los primeros minutos la voz de Echanove, que hasta la media hora no conseguimos que se acerque, y al que sólo le escuchamos. De cara al final y con la historia del gato, el montaje cobra fuerza, intensidad y atención por parte de los presentes. Es cuando sale de la niebla para mostrarnos su cara, su cuerpo, sus gestos. Sólo en ese momento se entiende algo del porqué del conjunto, pero no sirve ni convence para salvar todo el espectáculo.

Mientras, Maika Makosvki toca las canciones de su último disco, sin duda la mejor parte de este concierto teatral, que ha sido devorado por la niebla y del que el espectador sale abrumado por tanta descoordinación escénica, porque aquí ninguno parece tener claro el guión y todos nos sentimos sumergidos en una espesa y profunda nebulosa. Despedida agridulce de Bieito del Romea, al que ahora le esperan proyectos más internacionales y esperemos que menos nublados. "Nunca más, no más, no más".

DESAPARECER

by on 18:10
TEXTO: EDGAR ALLAN POE DRAMATURGIA y DIRECCIÓN: CALIXTO BIEITO INTÉRPRETES: JUAN ECHANOVE y MAIKA MAKOVSKI PRODUCCIÓN: TEATRO ROMEA ...