LA IMPORTÀNCIA DE SER FRANK
de OSCAR WILDE
traducción CRISTINA GENEBAT
versión DAVID SELVAS y CRISTINA GENEBAT
dirección DAVID SELVAS
intérpretes MIKI ESPARBÉ, DAVID VERDAGUER, NORBERT MARTÍNEZ, LAURA CONEJERO, PAULA MALIA, PAULA JORNET y MIA ESTEVE
duración 1h 45min
fotografías FELIPE MENA
producción TEATRE NACIONAL DE CATALUNYA y LA BRUTAL
SALA PETITA (TNC)
Lleno absoluto en la sala, entradas agotadas antes de su estreno y temporada veraniega en el Poliorama. La Brutal lo ha vuelto a hacer, magia o lo que es lo mismo encontrar la fórmula perfecta que entusiasme a público y a crítica a partes iguales.
Partiendo de un clásico, en este caso de Oscar Wilde, sacarle el polvo, una comedia británica que mezcla los enredos amorosos con una dura crítica a la sociedad burguesa y que se convierte en todo un placer para los sentidos.
Jose Novoa ha diseñado una escenografía perfecta que lo mismo nos traslada a la sala de estar de una lujosa casa de Londres como nos hace viajar al pueblo, eso sí previo a un singular baile de plantas.
Hay ocho personajes en esta función, más allá de los siete originales de carne y hueso, la música compuesta por Paula Jornet bajo la dirección musical y arreglos de Pere Jou y Aurora Bauzà es una gran sorpresa en la función, le otorga una vitalidad, un ritmo vibrante y unas ganas imparables de bailar. No se puede decir que la obra se haya convertido en un musical, pero las piezas musicales están perfectamente integradas en la dramaturgia y son luz y descanso entre tanto enredo amoroso. De lo que no hay duda es que el buenrollismo se apodera de la escena y no lo abandonará hasta el final.
Aunque el drama amoroso se centra en los personajes de Miki Esparbé, John Worthing, David Verdaguer, Algernon Moncrieff, Paula Malia, Gwendolen Fairfax y Paula Jornet, Cecily Cardew, las miradas se centran en Lady Bracknell, una sensacional Laura Conejero, el personaje con las mejores réplicas cómicas y con un fuerte gusto por resaltar lo estrafalario de los gustos y costumbres de la alta sociedad inglesa. Después de unas temporadas excesivamente centrada en los roles dramáticos, la Conejero vuelve a ponerse el vestido que mejor le sienta, la comedia. Con un papel que lleva escrito su nombre, el recital interpretativo que despliega es de high level. Magistral.
Uno de los signos característicos de La Brutal es la creación de pequeñas familias teatrales en cada producción. En este caso, quizás por la naturaleza de la obra, esa sensación traspasa los límites del escenario y, desde platea se puede palpar que el buenrollismo de la obra ha calado fondo en sus intérpretes. Cuánto más disfrutan ellos, nosotros, como público, mejor nos lo pasamos.
Con julio a tocar, más de uno ya debería tener un pie puesto en el Poliorama. Si como dice el propio David Selvas al programa "Wilde escribió un obra con una gran sabiduría e inteligencia vital", la versión del propio Selvas y Cristina Genebat bajo la batuta del primer ha acabado de rondear con gran maestría y acierto la pieza.
Vete. No te la pierdas. No te arrepentirás. Bravo!
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