El 'absurdo' de Pasqual llega a Nápoles

Fuente: Maurilio de Miguel (elmundo.es)
A dos años vista de haber llevado a tierras trasalpinas 'La casa de Bernarda Alba', con éxito de crítica y público, volvió Lluis Pasqual al festival de dramaturgias que Nápoles organiza para adaptar al nóbel Samuel Beckett. Lo hizo ayer en el Teatro Nuovo de la ciudad, con únicamente cuatro actores en escena, apenas iniciada hace cinco días la nueva temporada estival-festivalera en la capital greco-latina del Mediterráneo. Su Academia de las Bellas Artes y Teatro Fernandino calentaron motores el pasado fin de semana programando 'Per oggi non si cade' y 'Il Sindaco del Rione Sanità', respectivamente, una vez iniciada la 'mostra' con 'Reshimo', bajo coreografía de Noa Wertheim y ejecuciones de la Vertigo Company Dance. Es más, llegado a escena Lluis Pasqual, el festival de Teatro de Nápoles había ya iniciado incluso su homenaje contemporáneo a Chejov, leitmotiv de su nueva edición.
Arriesgó, y mucho, Lluis Pasqual con su economía de medios, para cifrar su adaptación de Beckett sólo en función de los diálogos que caracterizan su llamado 'teatro del absurdo'. Una calificación que Pasqual rechaza responsabilizando a las circunstancias de la vida. Ayer, durante su representación, el 'Final de partida' beckettiano en el hacer de Lluis Pasqual evocó incluso diálogos lacerantes de nuestra tradición literaria. No andaba muy lejos del Teatro Nuovo la crueldad que el Lazarillo de Tormes concita en su relación con un amo y señor ciego... Apenas dos tapas de alcantarilla y una chapa de uralita compusieron la escenografía del regidor catalán en el Festival de Nápoles. Suficiente para hacer relucir el talento pantomímico de actores como Lello Arena, Gigi de Luca, Stefano Miglio y Angela Pagano, en el reparto del 'Final de partida'.

Peones y alfiles

Hubo menos con más, la noche anterior en el Teatro Mercadante, abriendo el telón al siempre celebrado Chejov. A menudo los clásicos naturalistas brindan relecturas muy oportunas al espectador y, en este caso, con su pieza titulada 'El jardín de los cerezos' Chejov no se quedaba atrás. Suya era toda una radiografía de la decadente nobleza moscovita, sobre el papel, invitando a la equiparación de la coyuntura actual y la dos siglos atrás. Lo mismo que Antoni Chejov asistió en el XIX al devenir forzoso del feudalismo ruso en sociedad proletaria, con su terrible coste humano, a día de hoy la economía neoliberal de nuestra sociedad hi-techt cambia paradigmas y sacrifica peones en su tablero, alfiles y piezas de mayor valor incluso. Torres más altas han caído siempre... En manos de Luca de Fusco 'Il giardino dei ciliegi' (1904), sin embargo, se quedó a pie de texto y atrezzo costumbrista, aportando, eso sí, escenografía audiovisual de última generación al monólogo interior de los personajes. La Rusia blanca, a la postre, se refugia en 'il giardino' de su infancia, locus amoenus desde el que languidecer entre recuerdos de infancia e inconsciencia, carne de suicidio incapaz de adaptarse al nuevo orden. Nos resta saber qué refugio hubiera postulado Chejov, en su obra póstuma, para la depauperada clase media de nuestra era postmoderna, que alguna vez quiso vivir a cuerpo de príncipe.
Más adaptaciones tiene en cartera este festival napolitano, que en el 2014 parece apostar sobre seguro, con títulos y autores bien contrastados, en manos ajenas. Mañana llega a escena la coreografía de Alessandra Panzavolta para 'She-ra-zade', directora del cuerpo de bailarines del Teatro San Carlo, actualmente también al frente de las danzas kosovares. 'Amerika' de Kafka se presenta bajo la dirección de Maurizio Scaparro en el Museo Nazionale Ferroviario los días 13 y 14 de junio. Y, por si fuera poco, un viajo conocido de nuestro Ministerio de Cultura, Gustavo Tambascio, resucita a 'Pinocchio', más adelante, sobre el mismo escenario.

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