ÀNGELS A AMÈRICA

S'ACOSTA EL MIL∙LENNI / PERESTROIKA
de TONY KUSHNER
traducción y adaptación ALBERT ARRIBAS
dirección DAVID SELVAS
intérpretes JOAN AMARGÓS, PERE ARQUILLUÉ, QUIM ÀVILA, CLÀUDIA BENITO, RAQUEL FERRI, EDUARDO LLOVERAS, VICKY PEÑA, ÒSCAR RABADAN, JOAN SOLÉ y JÚLIA TRUYOL
duración 2h y 10min (cada una de las partes)
fotografías FELIPE MENA
producción TEATRE LLIURE
LLIURE DE MONTAJUÏC

Reconozco de entrada que soy una de esas que tiene mitificada la obra desde el día que se la leyó, hace unos 5 años aproximadamente. Quizás por eso decidí dejar las expectativas en casa y dejarme llevar por la propuesta de David Selvas. 

El primer acierto es la poda del texto, dejarlo en la mitad, abandonar toda su narrativa interminable que lo hace tan complicado de leer, creo que es la obra más complicada que he leído en mi vida, y dejar sólo su esencia. 

También acierta en la interpretación, la de los actores de la Kompanyia, haber sabido dar en el clavo con el papel óptimo para cada uno. Y la tercera diana se ha conseguido con la majestuosa escenografía de Max Graenzel y el potente diseño de luces de Mingo Albir que te teletransportan de lleno a la acción y te mantienen en ella hasta que cae el telón.



Pero quien acierta también erra, y que en ningún caso suene como justificación alguna, porque una vez más no la hay. Lo escribiré sólo una vez, pero lo puedo repetir hasta la saciedad. NO, ningún actor blanco puede interpretar un papel que se especifique o que sea escrito por y para un negro. NO. No me sirven las excusas falsas y las mentiras que no hay actores ("de nivel Lliure") para representar el papel, Hola, ¿qué tal? Al menos que sirva como lección aprendida.

Polémicas más necesarias que nunca aparte, los actores de la Kompanyia se gradúan con nota. Magníficos todos, pero me quedo con tres, una genial y poderosa pasada de vueltas Júlia Truyol, la fuerza de la, que ha sido el gran descubrimiento de esta promoción, Raquel Ferri y su homólogo masculino, Joan Amargós, cuyo Prior es todo un cautivador de almas, incluso en los momentos más difíciles y álgidos.



Después de las alabanzas más que merecidas a los miembros de la Kompanyia, hay un elemento en este reparto, que quizás sea porque mi mente no dibujó de la misma manera el personaje durante mi lectura del original, pero que es una pieza que no me ha acabado de encajar, sobre todo durante la primera parte (S'acosta el mil∙leni).  Pere Arquillué vuelve a tener síntomas de fatiga de personajes. Quizás es porque no es la primera vez que interpreta un perfil como el Roy y ya le tiene cogido el punto, el caso es que no sé si llamarle Roy o otros nombres más conocidos por el público en general.



Sin duda es mucho más agradecida y dinámica la segunda parte (Perestroika) no sólo en la dramaturgia sino también la puesta en escena levanta el vuelo y los espectadores notan este aire que ahogaba toda la primera mitad. Y aunque los espectadores más acérrimos, de aquellos que nos suministran el teatro por la vena tengamos la necesidad de ver las dos, y si es en modo doblete mejor que mejor, para el espectador medio, con la segunda parte se puede hacer una figuración bastante precisa de la magnitud de una obra inconmensurable. Aunque siempre es mejor leerse después el texto y recrearse bien en los detalles.

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