KASSANDRA


de SERGIO BLANCO
dirección SERGI BELBEL
intérprete ELISABET CASANOVAS
duración 1h 15min/ 45min (depende de la función)
fotografías DAVID RUANO
producción TEATRE NACIONAL DE CATALUNYA y TEMPORADA ALTA
SALA TALLERS (TNC)

Tercera propuesta en menos de un mes bajo la firma de Sergio Blanco. Esta vez, pero, no encontramos rasgos tan característicos como en otras propuesta. Kassandra es un material difícil de digerir. Primero por el idioma, ese inglés mal hablado, Broken English, que le da un tono muy uniforme durante toda la representación. Segundo porque el texto y la manera en que se represente acaba pareciendo más una telenovela que realmente una tragedia, hay algo de verdad en sus palabras pero realmente pesa más la recreación en el drama que todo el resto.

Con la interpretación abierta, el autor no especifica si debe ser un actor o una actriz quien de vida a este ser transgénero que nos explica su vida como la joven de Troya que huyó de la guerra como esclava de Agamenon rumbo a Europa. Ahora sobrevive vendiendo su cuerpo a extraños. Y entre llamada y llamada se divierte explicando cómo ha sido hasta la época sus amargas peripecias vitales.



La entrega de Elisabet Casanovas es absoluta. Ella es la obra, y gracias a ella, y. a pesar de los problemas del texto, no podemos apartar la mirada del escenario, los que no estamos en él y optamos por un segundo plano. Desde la apertura de puertas hasta el último aplaudo final, Casanovas es un torrente, un torbellino que arrasa con cada mirada, que para las respiraciones y que cautiva de principio a fin. El texto es el que es, pero permite alguna salida de guión que al fin y al cabo son las más aplaudidas, las que dan aire a una dramaturgia un tanto encorsetada.

Las epopeyas contemporáneas de Sergio Blanco no son fáciles de dirigir, y aquí es donde Sergi Belbel no ha sabido congeniar por completo. Después de ver los dos montajes anteriores de este mes de octubre en Barcelona, aquí hay teclas que suenan desafinadas. A pesar de la entrega total de la actriz, el ritmo dure 1h 15min como fue mi caso o más, cae en la monotonía, porque el Broken English suena roto y te acostumbras y el final no deja de ser predecible. 



Lo que sí es un acierto es montarlo en la Sala Tallers, en una especie de escondite donde los espectadores se encuentran sumergidos en un puticlub muy cabaretero donde los más atrevidos tendrán hasta un papel secundario.  Casanovas/ Kassandra se mueve pizpireta y juguetona entre las mesas, y aunque te sientes en la lejanía de una de las gradas ella llega, te mira, te sonríe, y cuál araña ya has caído en su red. Magnetismo puro. El mismo que busca selfies y con el que baila sin parar. Ni de lejos es el mejor texto de Blanco, pero es un paso más en la meteórica carrera de Elisabet Casanovas. Eso seguro.

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