A VORE
DANZA/ARTES EN MOVIMIENTO | 50min | CATALUNYA
bailarines SONIA GÓMEZ i CARME BALAGUER
música ASTRIO, PAU PUIG i RAMON BALAGUÉ
diseño de iluminación CUBE bz
diseño de sonido KA-TO
diseño de vestuario y estilismo MARIA REYES y ELISENDA OLIVÉ
coproducción FIRA MEDITERRÀNIA DE MANRESA, MERCAT DE LES FLORS y AUDITORI DE BARCELONA
¿Se puede bailar una jota como si fuera una pieza de música electrónica? A Vore es la demostración escénica de que la tradición puede complementarse con los nuevos tiempos y no son dos conceptos dispares.
La plaza mayor de Tàrrega se llenó de vitalidad, en un espectáculo lleno de vida y muy divertido. Resulta muy interesante ver la combinación de los textos y la música tradicional con la fusión de la música y la danza más tecnológicas. Además no sólo se combina épocas artísticas sino generacionales con una variedad de edades encima del escenario.
Vestidos con trajes tradicionales de las Terres de l'Ebre, la combinación entre presente y pasado también queda reflejado en la contraposición de estos trajes y un vestido más actual en la bailarina que de danza contemporánea.
Y aunque A vore es un espectáculo que logra mantener un buen ritmo dramatúrgico la mayor parte del tiempo, hay una parte que quizás rompa en exceso el ritmo, para un público nocturno que busca no parar de moverse. Del subidón que nos había provocado una jota y de repente, después del aplauso, la pieza se convierta en una intimista lectura de algunos trozos de textos clásicos de dan un giro a la reflexión constante sobre la identidad.
Somos lo que fuimos y lo que seremos y estamos en la mitad de cada camino. Por eso espectáculos como A Vore donde nos recuerda que no somos 100% nada únicamente sino la suma de diferentes piezas que se complementan.
La plaza mayor de Tàrrega se llenó de vitalidad, en un espectáculo lleno de vida y muy divertido. Resulta muy interesante ver la combinación de los textos y la música tradicional con la fusión de la música y la danza más tecnológicas. Además no sólo se combina épocas artísticas sino generacionales con una variedad de edades encima del escenario.
Vestidos con trajes tradicionales de las Terres de l'Ebre, la combinación entre presente y pasado también queda reflejado en la contraposición de estos trajes y un vestido más actual en la bailarina que de danza contemporánea.
Y aunque A vore es un espectáculo que logra mantener un buen ritmo dramatúrgico la mayor parte del tiempo, hay una parte que quizás rompa en exceso el ritmo, para un público nocturno que busca no parar de moverse. Del subidón que nos había provocado una jota y de repente, después del aplauso, la pieza se convierta en una intimista lectura de algunos trozos de textos clásicos de dan un giro a la reflexión constante sobre la identidad.
Somos lo que fuimos y lo que seremos y estamos en la mitad de cada camino. Por eso espectáculos como A Vore donde nos recuerda que no somos 100% nada únicamente sino la suma de diferentes piezas que se complementan.
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