NOMÉS UNA VEGADA


dramaturgia y dirección MARTA BUCHACA
interpretación ANNA ALARCÓN, MARIA PAU PIGEM y BERNAT QUINTANA
duración 80min
fotografías XAVI BUXEDA
producción GREC 2018 FESTIVAL DE BARCELONA y FIXENTIA SL.
LA CUINA (LA BONNE, GREC2018)

Estamos viviendo un clima donde se nos hiela la sangre día a día. No cabe más horror en nuestras retinas, no hay tiempo de recuperación entre tragedias, pero aún así todavía lo vemos lejano, como una pantalla que no nos pertenece y que nunca traspasaremos

Sin pantalla y a escasos metros del escenario, en un ambiente tan íntimo como "agobiante" como es La Cuina de La Bonnemaison nos encontramos a la Eva (Anna Alarcón), Pau (Bernat Quintana) y su terapeuta, interpretada por Maria Pau Pigem. 

La escenografía de Sebastià Brosa nos sitúa en una antigua y medio destartalada oficina de protección de la mujer, pero ya sabemos cómo va lo público. En un seguido de escenas alternas nos encontraremos a la terapeuta con Pau y Eva. La dramaturgia nos hace pensar que cada respiración cuenta. Poco a poco descubrimos la historia, y sin desvelar nada, un cosa diré nunca las cosas son como parecen.



Una de las piezas claves junto con la dramaturgia y la dirección es la composición musical de la Clara Peya que aumenta la intriga y la angustia tanto en platea como en escena. Esas ganas de entender qué algo está pasando más allá de lo que es explicado y que a ti como espectador se te escapa.

A nivel interpretativo la representación de la realidad es absolutamente verosímil. En ningún momento se tiene la sensación de estar delante de una ficción, es como si nos sintiéramos partícipes de un secreto, de algo privado que no deberíamos estar escuchando. Como público permanecemos atónitos, escuchando, mirando y reflexionando ante situaciones que nos perturban e indignan a partes iguales.

En Només una vegada Marta Buchaca no da respuestas sino que abre la caja de las preguntas y hace que el espectador se replantee los matices, aquello que pensamos que no va con nosotros pero que nadie nos asegure que al dar la vuelta a la esquina nos lo encontremos. Simplemente cómo algunas de las reacciones de los protagonistas nos pueden convertir en verdugos de nuestras propias palabras.

PS. Si Shenzhen tiene una ficha artística que sólo conjuga en masculino, parece que Marta Buchaca ha encontrado como hacerlo en femenino y se agradece.

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