LETTER TO A MAN, EL BROCHE DE ORO DE LA TEMPORADA DEL TNC



Texto: Elisa Díez (Butaques i Somnis)  
Foto: Lucie Jansch

Gran expectación la que ha despertado la presencia en Barcelona de Mikhail Baryshnikov. El legendario bailarín y actor interpretará durante cuatro funciones, de jueves a domingo, los diarios del famoso coreógrafo ruso Vaslav Nijinski en Letter to a man, dirigida por el reputado director americano Robert (Bob) Wilson.

Vaslav Nijinski fue intérprete de los reputados ballets rusos de Sergei Diaghilev, y según palabras del propio Baryshnikov “cambió la manera de entender la danza para siempre, cambió las coreografías, bailarlas es un ‘tour de force’. Además de destacar como bailarín en un momento donde la danza se concebía exclusivamente en femenino”. La única desgracia es que como bien afirma Baryshnikov no hay registros audiovisuales de él, ni de sus espectáculos. Nijinski “era un hombre entregado a su danza, aunque se quedó sin compañía, él seguía bailando porque bailaba a Dios. Abría su corazón y su alma a los espectadores.”

Letter to a man, en palabras de Baryshnikov: “Es una adaptación de sus diarios, que son mucho más extensos, y relatan los miedos, las incertidumbres, los pensamientos de una persona en su descenso hacia la esquizofrenia. Tiene páginas brillantísimas donde se entiende todo, y al girar la página no entiendes absolutamente nada. Hemos tenido que buscar el camino de la honestidad para representarlo. Es difícil explicar como se escenifica la esquizofrenia. No es un espectáculo sobre unas persona perturbada, a Bob Wilson le interesaba explicar la relación que tenía con Dios, con las artes, sobre qué es ser padre, la educación que reciben los hijos, es más una radiografía de la situación política.”

Para Baryshnikov es la segunda vez que trabaja con Bob Wilson (después de interpretar junto a William Dafoe The Old Woman de Daniil Kharms), conocido por dirigir de manera milimétrica a sus actores y del que Baryshnikov afirma que “es todo un reto trabajar con él, porque concibe la obra como si fuera una partitura, cada movimiento está coreografiado, pero en este proyecto hemos sido casi compañeros, me ha consultado cosas sobre el movimiento”. También estará presente en Letter to a man uno de las señas de identidad del teatro de Wilson, actuar con la cara blanca, “no es un teatro psicológico sino expresionista, muy formal”, asegura Baryshnikov sobre la puesta en escena.

El espectáculo, muy visual y que no es una pieza de danza, no hay material coreográfico, sólo movimiento corporal del personaje, está en tres idiomas: inglés, francés y ruso con sobretítulos. La música es una parte importante de esta partitura de Wilson y está compuesta por uno de sus más estrechos colaboradores, Hal Willner, conocido por sus trabajos para el mítico programa Saturday Night Live y tiene un estilo muy ecléctico, futurista mezclado con alguna composiciones casi desconocidas del premio Nobel de Literatura, Bob Dylan o de Tom Waits. Además la música, según Baryshnikov “tiene un mensaje cultural, son artistas reformistas que han hecho tambalear los fundamentos (en referencia al premio Nobel de Dylan)”.

A pesar de la supuesta dureza de interpretar un espectáculo con un personaje esquizofrénico, Baryshnikov asegura que de lo único que se tiene que preocupar es de su “salud mental”. “Realmente no sabemos lo que es la esquizofrenia y es imposible meterse en el cerebro de una persona así, a parte de que sería immoral. Nosotros hemos trabajado sobre los textos de Nijinski”. Su salud física a tenor por lo que vemos sigue intacta a sus casi setenta años, aunque el intérprete ha decidido abandonar los proyectos puramente de danza y se centrará en los teatrales, de los cuales afirma tener dos en la recámara.

Amplia relación con Catalunya

Baryshnikov hacía 50 años que no actuaba en Barcelona. A finales de los 60 va interpretar cuando todavía era un desconocido, Don Quijote en el antiguo Liceu. Su relación con Catalunya ha sido siempre cordial, puesto que uno de sus mejores amigos es el coreógrafo catalán Cesc Gelabert, quien compuso para él una pieza, y ahora Baryshnikov le está produciendo otra, que interpretará el mismo Gelabert y que presumiblemente veremos el año que viene. Además Baryshnikov fue uno de los productores del desembarco de la literatura catalana, junto con la Fundación Ramon Llull, en Nueva York, donde, entre otras Jessica Lange, leyó fragmentos, traducidos, de La Plaça del Diamant.

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