Elisa Díez (Butaques i Somnis)

Sí, vuelve ser agosto y muchos cambiamos las plateas por las playa para hacer borrón y cuenta nueva de cara a septiembre, a finales de agosto para los que no se puedan esperar y necesiten comenzar con esta "droga" legal llamada teatro. Pero antes de ir a buscar las olas hagamos memoria de lo que ha dado de sí esta temporada en la que la recuperación de las plateas se ha notado, más para unos que para otros, y el que siempre sale ganando, el señor Montoro y compañía, porque, y aunque no sea 21 de mes todavía, ahí sigue día a día, machando la cultura.

La temporada 15-16 ha sido sensacional en números para el Teatre Lliure y para el Teatre Nacional de Catalunya, que ha dado un salto de público importantísimo. Ambas dos han presentado unas temporadas 16-17 que a los teatreros se nos hace la boca agua. En lo referente a las obras ha habido de todo como en botica. Ya se nos han olvidado las decepciones, soy de olvido fácil.

Empezamos la temporada con una joyita, André y Dorine (Teatro Poliorama) nos robó el corazón con una historia emotiva, que al más duro le hizo llorar y una de las pocas veces que la máscara no era importante porque la humanidad que destilaban los muñecos la hacía desaparecer desde el minuto uno. FiraTàrrega nos regaló un montaje que ha estado en boca de todos durante toda la temporada, Las Gallinas, como popularmente de le conoce a Most of all, you've got to hide it from the chicks, Carla Rovira nos convirtió en niños y nos quitó el miedo a hablar de cualquier cosa, aunque sólo fuera durante lo que duró el espectáculo.

Es la temporada de los monólogos protagonizados por mujeres, y aunque hay uno que ha sobresalido por encima del resto, no nos olvidemos de la tremenda interpretación de Anna Alarcón que va devolver a la vida de manera magistral a Sarah Kane en Psicosi 4.48 y Míriam Iscla hizo lo propio con Anna Politkóvskaia en su Dona no reeducable. Bravo a las dos!

Personalmente, ha sido la temporada de la reconciliación con la dramaturgia de Jordi Casanovas, después de algunos montajes con los que no había acabo de conectar, Vilafranca (Teatre Lliure) me devolvió a sus primeras dramaturgias tras su boom. Más tarde, en el Grec, Port Arthur consiguió mantener una tensión similar a la que viví en los primeros montajes de la Sala FlyHard.

Los buenos números de TNC empezaron a notarse con el sold out de Molt Soroll per no res, que en la próxima temporada regresa con un reparto renovado y que consiguió ganarse a adultos y jóvenes. Nunca Shakespeare había sido tan divertido ni había sonado tan bien. Una que yo sé ya tiene fecha y hora para repetir.

Al novembre un nombre acaparó todos los titulares habidos y por haber, Clara Segura, sin duda la actriz del año, conseguia dejarnos ojipláticos con su magnífica interpretación de una madre 24/7 y su Conillet (Teatre Lliure- Romea) que aún hoy sigue teniendo pilas. Y no había acabado el mes y nos llegó una maravilla, Top Girls (Teatre Akademia), magníficamente dirigido e interpretado por la compañía Projecto Ingenu, sin duda la compañía teatral del año. Top Girls, Hamlet (Sala Atrium) y Romeu i Julieta (La Seca Espai Brossa) dan buena muestra de ello.

Mención especial lo que consiguió Àlex Rigola en la Sala Gran del TNC con El Público, una de las obras más difíciles de representar de Federico García Lorca y como si fuera magia, consiguió trasladarnos al universo de Lorca con un magnífico montaje del que sólo pudimos disfrutar poco más de diez días.

Y no hay que olvidarse tampoco de Xavier Bobés y su mini espectáculo lleno de magia, Cosas que se olvidan fácilmente, donde sólo 5 afortunados espectadores por función se dejan llevar por un sinfín de sorpresas. Esta temporada, la magia continua, no te olvides!

Temporada de clásicos como viene siendo habitual, destacar uno, Fuenteovejuna de la companyia Obskené en una Seca completamente desconocida y con una adaptación que se olvida del aburrimiento de este tipo de obras y sumerge al espectador en una fiesta para los sentidos.

Otro de los nombres propios que suena y resuena es Oriol Pla, su Ragazzo (Teatre Eòlia) que la temporada que viene se podrá volver a ver al Lliure fue uno de los éxitos del boca-oreja. Y por si teníamos poco, nos regaló un espectáculo indescriptible lleno de música, clown, teatro físico, Be god is donde queda claro que es uno de los nombres imprescindibles de la nueva hornada de actores.

Y la Sala Beckett abandonó Gràcia... Y al septiembre será una de las programaciones, que falta por descubrir, que con más ganas se esperan. La Beckett, Temporada Alta, el Festival TNT... Y en poco más de un mes el maratón teatral de la temporada comienza irremediablemente en FiraTàrrega. Agendas listas y maletas preparadas, que esto no ha hecho más que empezar. Feliz agosto!