DIARIO DE UNA ORIENTADORA DE SALA


AUTORES y DRAMATURGIA: MARIANO CLEMENTE y VICTORIA CASELLAS
DIRECCIÓN: GONZALO FACUNDO LÓPEZ
INTÉRPRETES: VICTORIA CASELLAS y ATILIO OTERO
BAILARINES: LUCAS MARIÑO, LEANDRO ZANARDI, PABLO GABRIEL y GABRIEL MIRANDA
DURACIÓN: 60min
LA BADABADOC


No sólo de Grec vivimos los teatreros, cada vez son menos, pero hay salas que se atreven a programar en pleno mes de julio, como es el caso de que La Badabadoc, que durante los últimos dos fines de semanas nos ha vuelto a acerca el teatro argentino de pequeño formato. La sala de Gràcia que hemos descubierto esta temporada, con otra obra argentina La Sala Roja, se está convirtiendo en una sala imperdible para descubrir compañías autóctonas y argentinas.

Diario de una orientadora de sala nos sumerge en el mundo de los trabajos basura, aquellos que aceptamos mientras no sale otro mejor y que desmotivan al más paciente. En este caso la protagonista, Victoria acepta ser orientadora de sala en un museo, ocho horas de pie, sin apenas moverse, y con nada para hacer más allá de evitar que los visitantes traspasen la línea a la hora de ver el cuadro.

Victoria, mientras tanto, sueña con ser actriz y comparte su experiencia en una especie de diario de 140 caracteres vía Twitter. A través de sus acciones y sus tuits descubrimos la personalidad de la protagonista, muy argentina ella, en esta ocasión la red social será su terapeuta. La acompaña en escena el vigilante de la sala, que sirve para un roto y para un descosido de la poderosísima imaginación que despliega Victoria.

Diario de una orientadora de sala nos presenta a Victoria Casellas, una actriz todoterreno que literalmente se deja la piel en el escenario. Obra hecha por ella y para ella, sus 60 minutos son un auténtico terremoto escénico, mayoritariamente en forma de monólogo. Pero, la realidad también está llena de momentos surreales, y el montaje tiene unos cuantos porque, ¿a quién no le gusta soñar despierta?

Al contrario de lo que le pasa a la orientadora de sala, se aburre como una otra, el público de Diario de una orientadora de sala, empatiza con la protagonista y pasa una hora de risas, interrumpidas por algunas cuestiones, que quizás no sean tan cómicas. Aunque en esta vida se pueda una reír de casi todo.

Seguro que como yo, muchos estarán deseando descubrir la nueva temporada de La Badabadoc, a ver qué nos depara el otoño. Ganas de descubrir otras pequeñas joyas del teatro argentino actual.

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