PERRA DE NADIE



CREACIÓN e INTERPRETACIÓN: MARTA CARRASCO
COLABORACIÓN ARTÍSTICA (VIGILANTES DE LA NOCHE): DOMINIQUE FALDA
DIRECCIÓN y DRAMATURGIA: MARTA CARRASCO, PEP CORS y ANTONI VILICIC
CREACIÓN DE LA BANDA SONORA: MARTA CARRASCO
DURACIÓN: 60min
FOTO: DAVID RUANO
PRODUCCIÓN: COMPANYIA MARTA CARRASCO
SALA HIROSHIMA (GREC 2017)

Si hay una palabra que describa mi estado durante la hora de duración del espectáculo sería embelesada. La potencia escénica de Marta Carrasco me produce que no pueda despegar los ojos de sus actos. Con un público cómplice, Perra de Nadie recupera la figura de Lili, ya presente en su último espectáculo B-Flowers, y la transforma en una perra, para transcurrir por sus espacios más íntimos, allá donde nadie llega. Del maltrato inicial, a la liberación, la vuelta a la infancia, y finalmente un empoderamiento más que merecido después del viaje. 

A pesar de que el título podría presagiar una dureza temática, y la hay no hay duda, la manera con la que Marta Carrasco comienza el espectáculo, apelando a la ternura del espectador, deja a éste totalmente descolocado, profundamente tocado para todo lo que le espera después. La ternura se acaba, el montaje transita hacia momentos más oscuros. Impresionante, un impacto directo al corazón la escena de ‘gallinita ciega’ donde una venda cubre por completo su cabeza, incluyendo la cara, silencio sepulcral en la platea.

Perra de Nadie es un montaje que exige el dos cientos por cien de la artista y no cabe duda que Marta Carrasco se entrega y se deja la piel en el escenario. Además de las escenas visual y plásticamente más impactantes, el espectáculo destaca por su impresionante banda sonora, temas todos ellos escogidos por la propia Carrasco que van desde el mítico ‘Can’t take my eyes off you’ a ‘Gracias a la vida’ que popularizó Violeta Parra, pasando por ritmos más dance, bajo la sorpresa de los presentes.

Marta Carrasco pasa por todas las pieles, una de sus momentos más irreverentes es su transformación hacia lo que podría ser un conservadurismo americano de los años 60 mientras baila de una manera explícitamente sensual. La plasticidad estalla sometida a los dictámenes de lo que sería un burka, totalmente tapada, en una imagen que no ya por común, se hace más fácil de asumir.

Perra de Nadie acaba de manera performática, asumiendo otro tipo de piel, metiéndose en la piel de otra mujer, de otra perra de nadie, quizás la más libre de todas, sin cadenas y bajo una libertad creativa que le da un supuesto anonimato. Anónimas pero bien presentes, y parafraseando a Violeta Parra, “el canto de ustedes que es mi mismo canto”, las mujeres de Perra de Nadie son vivas y libres. 

Poderosísimo grito de libertad de Marta Carrasco que consigue poner al público de pie, en uno de los aplausos más largos y sonoros de lo que va de Grec 2017. Profundamente tocada y con la piel de gallina abandono la sala, más empoderada que ayer pero seguro que menos que mañana. Bravo y gracias, Marta!

1 comentario:

  1. Gracias por tu crítica, has descrito la esencia del espectáculo.
    Antoni Vilicic

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